Lo primero que llama la atención cuando Fernanda Oseguera Rivas entrega su tarjeta de presentación es que también está en Braille. “Buscamos ser coherentes con el tema de la inclusión, que sea algo real”.
Fernanda Oseguera trabaja en el área de Desarrollo Institucional de la Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de la Persona con Discapacidad Intelectual (CONFE), una asociación que se enfoca en “la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual, sensibilizando a la sociedad y participando en políticas públicas”.
CONFE tiene tres programas principales de apoyo: intervención temprana para bebés y niños de 45 días a seis años; capacitación sociolaboral para formar en oficios a jóvenes a partir de 15 años y darles habilidades para la vida, y orientación a padres para acompañarlos en el proceso de aceptación de la discapacidad ya sea de un hijo o familiar.
Una de sus áreas más importantes es la inclusión laboral: “Tenemos cinco talleres: cocina, panadería, jardinería, intendencia y costura. Los chicos tienen una rotación de un mes por cada uno y al final se hace una evaluación para ver en cuál tienen mayores habilidades”, pues en un principio la incorporación en uno de los grupos a lo que ayuda es a “trabajar en equipo y reforzar hábitos de higiene y puntualidad para que desarrollen la formación sociolaboral”.
La intención de CONFE es que las personas con discapacidad no vivan señaladas. “Nuestro eslogan es ‘lo normal es un trato normal’, claro, con los ajustes y apoyos necesarios que para nosotros pueden ser muy sencillos, pero permiten lograr que (las personas con discapacidad) se incorporen a una dinámica laboral”.
Fernanda Oseguera afirma que el primer obstáculo en las empresas es que no saben cómo tratar a la persona con discapacidad. “De pronto nos da miedo ver a una persona con una discapacidad y no saber cómo tratarla, pero al conocer que no es una enfermedad sino una condición eso nos sensibiliza y ayuda a romper las barreras para un trato digno”.
Y señala que romper con ese miedo se traduce en un ganar-ganar. “Hay muchos beneficios, como mejorar el clima laboral porque se vuelve un motivador y un aliciente, hay beneficios fiscales y ayuda en temas de productividad, nos hemos encontrado con que las empresas que han incluido a nuestros jóvenes elevan sus niveles de productividad”.
La intención de CONFE es lograr “una sociedad en la que las personas con discapacidad intelectual sean reconocidas y respetadas como ciudadanos en pleno ejercicio de sus derechos, y que ellas y sus familias participen con equidad e igualdad de oportunidades en todas las áreas de la vida comunitaria”.
Te puede interesar: CINIA, más que peluches, inclusión de trabajadores con discapacidad
