Conductores lanzan grito de auxilio por la violencia e inseguridad en las carreteras del país

Las autopistas se han vuelto cada vez más peligrosas para automovilistas, choferes de unidades de carga pesada e incluso de pasajeros, quienes se enfrentan al robo de vehículos y a secuestros
Daniel Flores Daniel Flores Publicado el
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“Me asaltaron junto a mi familia en la carretera Pirámides-Tulancingo, me dispararon en dos ocasiones y trataron de llevarse a mi prometida. Elementos de la Guardia Nacional acudieron a auxiliarnos y nos advirtieron ―con voz temblorosa― que este sitio es zona caliente”.

Este es el relato de un ciudadano chileno que sufrió un intento de asalto en uno de los tramos carreteros del Estado de México que, de acuerdo con las autoridades federales, es considerado foco rojo por los múltiples robos que se cometen.

Sin embargo, esta situación se replica en decenas de caminos y carreteras federales, por lo que transitar en el territorio nacional se ha vuelto un viacrucis.

Las denuncias de conductores particulares y choferes de unidades de carga pesada que a diario sortean asaltos, secuestros, robos de sus vehículos y de la mercancía que transportan se contabilizan por miles.

Y es que numerosos grupos del crimen organizado han extendido diversos modus operandi a lo largo de carreteras y vialidades del país, los cuales, por si fuera poco, se han sofisticado. La consecuencia: un aumento de diversos delitos.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Justicia, los crímenes en las autopistas que conectan los 32 estados de la República Mexicana presentaron un alza en los últimos meses y la tendencia se acelera.

Las cifras oficiales reflejan un aumento en los delitos de robo y asalto de hasta 12 por ciento en las carreteras de México en este 2023.

Los testimonios de quienes circulan de forma constante por estas vías de comunicación coinciden: nadie está exento de ser asaltado o asesinado.

En su más reciente reporte, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), confirma esta tendencia: el robo de vehículos particulares y de carga pesada se disparó en los últimos meses.

Del total de despojos que se realizan a nivel nacional, 55.6 por ciento son con uso de violencia, es decir, los conductores fueron asaltados cuando conducían sus unidades.

Cámaras empresariales consultadas por Reporte Índigo revelan que diversos tramos carreteros se han vuelto focos rojos, ubicados principalmente en el Estado de México, Jalisco, Ciudad de México, Puebla, Guanajuato y Michoacán, entidades que concentran el mayor volumen de actos delictivos de este tipo.

Esto ha forzado a automovilistas y choferes de transporte de carga y de pasajeros a optar por no manejar de noche o en ciertos horarios, a menos que sea estrictamente necesario, así como seguir protocolos preventivos; sin embargo, esto ha sido insuficiente ante la ola de robos y asaltos que se reportan a diario en diferentes zonas del país.

Violencia en las autopistas del país

S. Hernández, quien solicitó omitir su nombre real, fue asaltado junto a su familia en mayo de 2022, situación que le provocó diversas secuelas físicas y psicológicas.

En entrevista con Reporte Índigo, el ciudadano chileno relata que el 18 de mayo del año pasado circulaba en su camioneta junto a su prometida y su familia en la carretera Pirámides-Tulancingo, en el Estado de México, cuando impactaron con una piedra de grandes dimensiones en el carril de alta velocidad.

“Nos orillamos para ver los daños del vehículo y justo aparecieron dos asaltantes. Ambos venían armados y encapuchados. Les quise entregar el efectivo que traía y las maletas que estaban en la camioneta, pero se negaron. Su objetivo era llevarse a las mujeres”, sostuvo.

Tras forcejear con los hombres armados, una de las personas que los interceptaron disparó en contra del tío de S. Hernández, quien se hallaba junto a él. Al comprobar que no había sido herido, S. se abalanzó contra ellos en un intento por quitarles las armas; sin embargo, recibió un tiro en la pierna y otro más en el abdomen.

“Tras dispararme, uno de los asaltantes pidió refuerzos y llegó una tercera persona. A mi tío lo comenzaron a golpear por separado. Me tenían a mí ya con la camisa llena de sangre y tenía problemas para respirar. En eso me percaté que uno de los agresores también estaba herido, por lo que lo auxiliaron los otros dos asaltantes, quienes rápidamente huyeron”, precisa.

De acuerdo con el testimonio del ciudadano extranjero, su ahora esposa logró meterse a la camioneta, poner los seguros y marcar a la línea de emergencia del 911.

A los 15 minutos del incidente arribó una patrulla de la Guardia Nacional; inmediatamente los dos oficiales solicitaron a la familia salir de la zona por ser peligrosa y “caliente”.

“Nos dijeron que en el sitio en el que estábamos era zona caliente. Los dos oficiales de la GN estaban asustados, incluso uno de ellos tiró al piso la libreta en la que apuntó nuestros nombres de lo tembloroso que estaba. Minutos después llegó una ambulancia que me llevó a mi tío y a mí al Hospital General de Axapusco, Estado de México”, relata.

Tras este intento de asalto, S. Hernández fue operado de urgencia debido a que el disparo le perforó varios órganos. Las secuelas de esta experiencia le dejaron una abertura quirúrgica por siete meses y finalmente, una tercera operación para reconectar su intestino.

“En siete meses pasé por tres operaciones y estuve alrededor de 33 días hospitalizado. Mi tío terminó con dos costillas rotas y varias contusiones en la cara, cabeza y brazos. A casi un año y medio del incidente sigue con sesiones de psicólogo debido a los traumas emocionales”.

Por esta situación se presentó una denuncia ante el Ministerio Público de Otumba, Estado de México; meses después las autoridades se contactaron con la familia y enviaron, vía Whatsapp, fotos de tres individuos que habían capturado recientemente y que podían ser las personas que los asaltaron. “No reconocí a ninguno. Desde ese día ninguna autoridad se ha vuelto a contactar con nosotros”.

Transporte de carga bajo fuego y amenazas del crimen organizado

Los conductores de transporte de carga son el sector que más padece de asaltos, extorsiones, cobro de piso y hasta secuestros por parte del crimen organizado.

A diferencia de los automovilistas, ellos son cazados por la mercancía que mueven a lo largo del país.

De acuerdo con datos oficiales presentados por la AMIS, el robo de camiones va a la alza, pues registra un incremento en la incidencia delictiva del 26.6 por ciento comparado con el año anterior.

Arturo Cervantes Trejo, presidente de la Alianza Nacional por la Seguridad Vial (ANASEVI), comparte con este diario que la violencia que se vive en caminos y carreteras es un problema multifacético, el cual se tiene que atacar de forma conjunta.

En lo que va del año se han registrado dos mil 209 delitos a transportistas en carreteras de la República, cifra que aumentó respecto a la de 2022, cuando se reportaron un total de mil 993 robos. Foto: Especial
En lo que va del año se han registrado dos mil 209 delitos a transportistas en carreteras de la República, cifra que aumentó respecto a la de 2022, cuando se reportaron un total de mil 993 robos. Foto: Especial

“De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, el delito de robo y asaltos a los transportistas ha crecido 11 por ciento en el último bimestre de este año y no solo eso, la violencia contra ellos se ha vuelto cada vez peor”, declara.

El directivo de la Alianza Nacional revela que la violencia que viven las empresas de transporte de carga les cuesta 300 mil millones de dólares al año al sector, por lo que es necesario que las autoridades elaboren un plan para frenar esta problemática.

Por si fuera poco, la violencia que ejercen los grupos delincuenciales contra los conductores de estas unidades se recrudeció, pues ahora no solo los despojan de los camiones o trailers que manejan, también los extorsionan o incluso secuestran para exigir una recompensa económica para la empresa que trabajan.

“El crimen organizado tiene contra la pared a los traileros. Además hay un subregistro enorme, pues la mayoría de los asaltos y robos no se denuncian. Les quitan la mercancía que transportan, el vehículo que conducen y hasta la vida”, dice el presidente de la ANASEVI.

Esto ha generado un déficit de conductores de transporte de carga en todo el país, quienes rehuyen a mover mercancías por las carreteras de la República Mexicana.

Hiram Gaona, trailero desde hace 15 años, ya perdió la cuenta de las veces que lo han asaltado en varios caminos federales y asegura que en los últimos meses lo han secuestrado por varias horas para exigir un pago a la empresa en la que labora.

“Siempre han habido asaltos, los delincuentes saben bien qué tipo de mercancía llevamos, pero ahora nos roban lo que traemos, el trailer y hasta a nosotros nos retienen para pedir dinero a cambio”, precisa el transportista.

Esfuerzos insuficientes para combatir la inseguridad en las carreteras de México

La Guardia Nacional (GN) tiene la encomienda de vigilar los caminos y carreteras del país, sin embargo, las cifras oficiales demuestran que, a pesar de los rondines que ha realizado este cuerpo civil-militar en los últimos años, los índices de criminalidad no descienden, al contrario, van en aumento.

Las estadísticas oficiales del Gobierno federal arrojan que en lo que va del 2023 se han cometido un promedio de ocho asaltos diarios en diferentes carreteras de México, los cuales se concentran en seis entidades federativas principalmente.

Los autobuses de pasajeros no han quedado exentos de la violencia de grupos del crimen organizado. Choferes de distintas empresas de autotransporte han lanzado diferentes peticiones al gobierno para aumentar la vigilancia en estas vías de comunicación terrestre.

La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga estima que la inversión extra que realizan las empresas de transporte de carga y de pasajeros por temas de inseguridad incrementó 15 por ciento sus costos operativos. Foto: Especial
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga estima que la inversión extra que realizan las empresas de transporte de carga y de pasajeros por temas de inseguridad incrementó 15 por ciento sus costos operativos. Foto: Especial

Se dicen rebasados en todos los sentidos y temen por su seguridad. Reconocen que incluso han pensado en dejar su trabajo ante la escalada de violencia que vive este sector, pues los obligan a detener la marcha de los camiones o de lo contrario los balean y amenazan con desaparecerlos. Además no hay otras rutas que tomar y las tienen ya muy estudiadas.

Como antecedente, en 2022, la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC), realizó un paro de actividades y bloqueos en varios estados en protesta por los altos índices de inseguridad.

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