La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) manifestó su respaldo al activista de Nuevo Laredo, Tamaulipas Raymundo Ramos, quien ha sido objeto de ataques, críticas, señalamientos y amenazas por su labor de acompañamiento a familiares de víctimas de desaparición en esa región.
Ramos, director del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, ha sido víctima de señalamientos e intentos de criminalización que buscan desviar la atención de lo verdaderamente preocupante: la desaparición de personas en distintas regiones del país, muchas veces atribuida a corporaciones de seguridad del Estado, señala la CNDH.
A finales de mayo, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó que derivado de testimonios, las desapariciones en Nuevo Laredo habrían aumentado entre febrero y mayo, que la mayoría de estas eran perpetradas en altas horas de la noche por presuntos miembros de una fuerza de seguridad federal.
Los ataques se habrían intensificado a partir de la difusión hace algunas semanas sobre estos casos de desaparición. Raymundo Ramos ha acompañado a las familias de estas víctimas de desaparición y por ello se buscaría desprestigiar su labor.
“Estos ataques buscan asociar la labor de defensa de derechos humanos de las víctimas y sus familiares con la protección de delincuentes, o en algunos casos señalando directamente a los defensores como criminales o con acusaciones de tener vínculos con la delincuencia organizada”, detalla el comunicado del organismo.
Asimismo la CNDH lamentó que estos actos intimidatorios hayan alcanzado también a servidores públicos, particularmente en el caso de la doctora Karla Irasema Quintana Osuna, Directora General de la Asesoría Jurídica Federal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, quien también ha sufrido ataques en fechas recientes.
“La CNDH reitera su respaldo a todas y todos los defensores de derechos humanos que día con día trabajan incansablemente acompañando familias o representando casos en todo el país, así como a las y los servidores públicos comprometidos con las mejores causas de la democracia y los derechos humanos”, concluye el escrito de la CNDH.