Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera fue notificado por la Secretaria de Relaciones Exteriores de los acuerdos por los cuáles el gobierno mexicano concede su extradición al gobierno de los Estados Unidos.
Se espera que Guzmán Loera, quien desde el pasado 7 de mayo se encuentra internado en el Centro Federal de Readaptación Social número 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua, sea enviado en los próximos meses al vecino del norte para responder ante la justicia de ese país.
El narcotraficante será procesado ante la Corte Federal de Distrito para el Distrito Oeste de Texas, por los delitos de asociación delictuosa, contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero.
De igual forma tendrá que responder por los delitos de Asociación por importar y poseer con la intención de distribuir cocaína ante la Corte de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de California.
El comunicado emitido por la secretaría a cargo de Claudia Ruiz Massieu, señala que las solicitudes de extradición presentadas por el gobierno estadounidense cumplen con los requisitos previstos en el tratado de extradición entre ambos países.
De igual forma la SRE informó que el gobierno estadounidense proporcionó las garantías suficientes de que no se aplicará la pena de muerte al narcotraficante en caso de ser extraditado y juzgado en Estados Unidos.
En días recientes, los jueces octavo y tercero de distrito de Procesos Federales consideraron procedente la petición de extradición. La defensa del capo sinaloense cuenta aún con un recurso de amparo para inconformarse por la resolución.
Guzmán Loera se ha fugado dos veces de diferentes prisiones de máxima seguridad del país, lo que ha puesto en entredicho la capacidad del estado mexicano de someterlo a la justicia.
Desde su recaptura a principios de este año, se había especulado con la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta acusaciones en siete estados, y de esta manera pueda cumplir condena en una prisión de máxima seguridad del país vecino.
