Con mayoría absoluta

El próximo presidente Andrés Manuel López Obrador contará con mayoría legislativa para aprobar sus iniciativas. Pero además Morena competía hasta ayer por tener el control de 17 congresos estatales, que son los necesarios para impulsar reformas constitucionales
Imelda García Imelda García Publicado el
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[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_c3z5xx5k” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Andrés Manuel López Obrador se quedó no sólo con la Presidencia de la República, sino con el control del Poder Legislativo.

Con mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, el virtual presidente electo tiene garantizada la aprobación de leyes en el Congreso de la Unión.

Sin embargo, los resultados electorales hablan de que podría tener el control de 17 Congresos estatales, justo los que necesita para aprobar con mayor facilidad cambios a la Constitución Política federal.

Para hacer cambios en la Carta Magna se requiere que el Constituyente Permanente —la suma de las dos Cámaras del Congreso de la Unión y los Congresos estatales— los aprueben

Hasta ayer, Morena y los partidos de su coalición (PT y PES) tenían en la bolsa la mayoría en 9 Congresos locales: Baja California Sur, Colima, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Sonora, Tabasco y Tlaxcala

Esta mayoría ya es segura en esos estados porque la coalición ganó más distritos que los necesarios para tener al menos la mitad de los votos más uno en el Congreso estatal.

Eso no es todo. El resultado podría ser favorable a la coalición de López Obrador en otras 8 entidades: Chiapas, la Ciudad de México, Durango, Guerrero, Michoacán, Puebla, Sinaloa y Veracruz.

En estas entidades, Morena y sus aliados ganaron la mayor parte de los distritos en juego, pero sin alcanzar la mayoría; llegar a ella dependerá del reparto de las diputaciones de representación proporcional.

Estos resultados en el Poder Legislativo le darán a López Obrador un margen de maniobra mucho mayor para llevar a cabo sus planes; haciéndole más sencillos los primeros tres años de su gobierno

El secreto será mantener la alianza con los partidos que lo acompañaron en su camino a la Presidencia de la República y, de ser posible, sumar otros apoyos en lugar de restarlos.

Expertos consideran que con el control del Legislativo, López Obrador no sólo tendrá mayores posibilidades de aprobar sus planes, sino una mayor responsabilidad de utilizarlo con medida y siempre dialogando con los opositores y los diferentes sectores de la sociedad.

Se lleva el legislativo federal

La coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES) no sólo triunfó en la elección a la Presidencia de la República, sino que se llevó la mayoría en el Congreso de la Unión.

Hasta la noche de ayer, con el 87 por ciento de las actas computadas, esta alianza había ganado por mayoría relativa en 23 estados la elección para el Senado; más una que fue para Morena sin coalición.

La alianza que abandera Andrés Manuel López Obrador obtuvo resultados muy favorables en la elección del 1 de julio, ganando la presidencia del país y la mayoría en el Congreso de la Unión

Candidatos de la alianza ganaron en Baja California Sur, Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit, Colima, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Estado de México, Ciudad de México, Tlaxcala, Puebla, Morelos, Veracruz, Chiapas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo. Morena, sin alianza, ganó la senaduría por el estado de Hidalgo.

Como primera minoría, la coalición Juntos Haremos Historia obtuvo los estados de Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Tamaulipas.

El Senado se conforma de 128 legisladores. Por mayoría relativa llegan 64, dos del mismo partido por cada entidad; por el principio de primera mayoría llegan otros 32, el primero de la fórmula de candidatos que quedó en segundo lugar.

Entre ambos principios, Morena y sus aliados tendrían 54 senadores de mayoría relativa; sólo necesitan 11 más para tener 65 legisladores, la mayoría simple en la Cámara alta.

En el caso de la Cámara de Diputados, la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ tendría 210 legisladores y Morena 8. Sólo necesitan 33 legisladores más de representación proporcional para tener la mitad de diputados más uno, con lo que lograrían la mayoría simple.

La composición del Legislativo federal con una mayoría afín al Ejecutivo le será de mucha utilidad al nuevo gobierno para aprobar o reformar leyes que requieran una mayoría simple (la mitad más uno de los votos) para ser aprobadas.

El reto podría estar en las reformas a la Constitución Política, para las que se requiere una mayoría absoluta (las dos terceras partes de los votos), pues el gobierno federal deberá buscar acuerdos con la Oposición para sacarlas adelante.

Para obtener la mayoría simple en la Cámara de Diputados, la alianza Morena, PT, PES sólo necesitaría 33 legisladores más de representación proporcional

Sin embargo, el camino parece allanarse cuando se voltea hacia los resultados en las elecciones locales, pues podría ocurrir que Morena y sus aliados se hicieran del control de los congresos de 17 estados, justo los que necesita para que se aprueben cambios a la Carta Magna.

Nueve Congresos en la bolsa

Hasta ahora, Morena sólo tenía mayor presencia en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, donde tiene el grupo parlamentario más grande con 20 diputados, pero que representan apenas la tercera parte del total (66 legisladores).

En la elección del 2018, un total de 27 estados renovaron sus Congresos locales y Morena salió favorecido

Morena, el PT y el PES consiguieron ya la mayoría de diputados en 9 entidades, en las que ganaron más distritos que los necesarios para tener la mitad más uno de los votos.

En Baja California Sur, la coalición de Morena y el PES ganó 14 de 16 distritos; Morena, sin alianza, ganó uno más. Dejaron solamente 1 diputación para la coalición del PAN, el PRD y dos partidos locales.

El Congreso de Baja California Sur se compone de 21 diputados, por lo que Morena tiene ya el 71 por ciento de los votos en ese estado.

En Colima, la coalición ganó 15 de 16 distritos. Dejó sólo 1 para la alianza del PAN y el PRD.

Eso significa que el Congreso colimense, en el que participan 25 diputados, Morena y sus aliados tienen ya una representación asegurada del 60 por ciento.

En el Estado de México el resultado fue sorpresivo. En la entidad dominada por el PRI desde hace décadas, la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ se ganó 41 de 45 distritos en juego; además, Morena se llevó 1 sin alianza. La coalición del PAN, el PRD y MC se quedó con 2 distritos; el PRI sólo con 1.

En tierras mexiquenses, Morena tiene asegurado ya el 56 por ciento de los diputados locales en un Congreso conformado por 75 legisladores.

En Hidalgo, otra entidad también gobernada por el PRI, el triunfo de Morena fue rotundo. De los 18 distritos en juego, Morena ganó 18. Ese número le da un porcentaje de 60 por ciento de la votación.

Un caso igual ocurrió en Morelos, donde de los 12 distritos que se disputaban, la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ ganó los 12.

Ese número de legisladores en un congreso de 20 diputados le da ya el 60 por ciento de los votos.

En Oaxaca la coalición de López Obrador también arrasó. De 25 distritos en disputa, ganó 24. La coalición del PRI, el PVEM y NA sólo se quedó con 1.

El Congreso oaxaqueño se compone de 42 diputados; con 24 ya ganados, Morena y sus aliados tienen asegurado el 57 por ciento de representación.

En Sonora, otra entidad gobernada por el PRI, el resultado también fue abrumador. De 21 distritos en juego, la coalición ganó en 20. El restante se lo llevó la alianza PRI, PVEM y NA.

Este Congreso se compone de 33 legisladores; los 20 de Morena tienen ya seguro el 60 por ciento de los votos.

En Tabasco el triunfo de Morena fue absoluto. De 21 distritos, Morena ganó sin coalición en 16; en los 5 restantes ganó junto al PT.

El Congreso tabasqueño tiene 35 integrantes, así que el partido de López Obrador tiene ya en la bolsa el 60 por ciento de los votos.

El Congreso de Tlaxcala también estará dominado por la coalición Morena, PT y PES. De 15 distritos, el triunfo de estos tres partidos fue en 8, mientras que en 6 Morena triunfó sin alianza. El distrito restante lo ganó la coalición del PAN, el PRD y un partido local.

En esa entidad el Congreso se compone de 25 diputados. Morena y sus aliados tienen ya el 56 por ciento de los votos.

A estos 9 estados donde Morena tiene asegurada la mayoría, se podrían sumar otros 8 en los que, una vez hecho el reparto de las diputaciones plurinominales, pueda alcanzar a ser la primera fuerza junto a sus aliados.

El caso más inminente es el de la Ciudad de México, pues ‘Juntos Haremos Historia’ ganó en 31 de los 33 distritos en juego; los dos restantes los ganó la coalición del PAN, el PRD y MC.

El Congreso de la Ciudad de México se compondrá de 66 diputados, de los que 33 son plurinominales. Morena y sus aliados sólo necesitan 3 legisladores de representación proporcional para obtener la mayoría simple.

Otras entidades donde la coalición no logró en la votación la mayoría de las diputaciones locales, pero que puede alcanzarla una vez que se haga el reparto de los lugares de representación proporcional son: Chiapas, Durango, Guerrero, Michoacán, Puebla, Sinaloa y Veracruz.

De las 27 entidades que renovaron sus Congresos locales en los comicios del pasado 1 de julio, la coalición conformada por Morena, PT y PES consiguió la mayoría de diputados en 9 entidades del país

Con el dominio de estos 17 congresos estatales, Andrés Manuel López Obrador tendría más fácil el camino para aprobar cambios en la Constitución Política.

El nuevo escenario

Expertos coinciden en que más que un peligro para la democracia del país, la nueva conformación del Congreso de la Unión y de los Congresos estatales habla de la exigencia ciudadana y del tipo de gobierno que quieren.

Para Arturo Espinosa, fundador y director de la consultoría Strategia Electoral, es claro que el mensaje de los ciudadanos fue la urgente necesidad de una transformación del gobierno y la forma de gobernar. 

La nueva conformación de las fuerzas políticas en el país permitirá al jefe del Ejecutivo operar con una mayor libertad para aprobar los cambios que deseé, lo que implica una gran responsabilidad

“Más que si es peligroso que tenga el Congreso o no, yo creo que estamos ante un nuevo escenario político y nos tenemos que acostumbrar todos a este nuevo reacomodo de fuerzas.

Pero sobre todo el mensaje es cuál es el tipo de gobiernos que queremos. Y si comienza a ser un gobierno de abusos, o si se hace una Oposición cómplice, si se empiezan a anteponer los intereses personales o de los partidos al nacional, creo que entonces no entendieron el mensaje que se mandó en las urnas”, expuso Espinosa en entrevista.

Ante este escenario el experto consideró que tanto el Ejecutivo como el Legislativo tendrán el reto de actuar con absoluta responsabilidad.

Hugo Garciamarín, politólogo y catedrático de la UNAM, indicó que haber obtenido la mayoría en el Congreso de la Unión y en algunos estados puede leerse como una de las características del cambio de régimen, que lleva a una reconfiguración del poder en todo el país.

“El reparto del Congreso Federal como de los Congresos locales implica que va a haber una mayor capacidad para que el gobierno federal pueda generar el mayor número de cambios sin que haya problema, sin que haya mayores trabas.

Esto no necesariamente es antidemocrático ni mucho menos. Más bien demuestra que se logró construir una mayoría a nivel nacional que tiene impacto en lo federal y en lo local, que es necesario transformar el estatus actual de las cosas”, comentó Garciamarín en entrevista.

De concretarse esta mayoría en el Legislativo, Andrés Manuel López Obrador tendrá al menos 3 años de “luna de miel” con el Congreso, lo que le dará mayor margen para maniobrar los cambios que pretende hacer.

El mensaje de los ciudadanos en la elección del 1 de julio fue la urgente necesidad de una transformación del gobierno y la forma de gobernar

El académico apuntó que a pesar de tener esta mayoría, ambos poderes deben dialogar no sólo con sus aliados, sino con sus opositores en busca de construir acuerdos y reformas más incluyentes.

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