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¿Con las manos en la despensa?

El primer pleito entre el PAN y PRD comenzó y ya se ha presentado la primera denuncia de la era mancerista en el bastión más disputado entre estas dos fuerzas políticas: Coyoacán.

Se trata de una guerra entre el titular de la demarcación, el perredista Mauricio Toledo, y el asambleísta albiazul, Édgar Borja, quien sostiene que el jefe delegacional amagó con asesinarlo si se sigue entrometiendo en la operación política del PRD en esa demarcación, por lo que ya presentó una denuncia administrativa y otra penal.

El perredista Mauricio Toledo niega las acusaciones, que califica de estrategia panista, y llama a Borja ‘Bin Borja’ o el ‘dipuhooligan’
El panista Édgar Borja sostiene que el jefe delegacional amagó con asesinarlo si se sigue entrometiendo en los asuntos del PRI

El primer pleito entre el PAN y PRD comenzó y ya se ha presentado la primera denuncia de la era mancerista en el bastión más disputado entre estas dos fuerzas políticas: Coyoacán.

Se trata de una guerra entre el titular de la demarcación, el perredista Mauricio Toledo, y el asambleísta albiazul, Édgar Borja, quien sostiene que el jefe delegacional amagó con asesinarlo si se sigue entrometiendo en la operación política del PRD en esa demarcación, por lo que ya presentó una denuncia administrativa y otra penal.

En la averiguación previa presentada ante la Fiscalía para la Investigación de los Delitos Cometidos por Servidores Públicos con fecha 12 de diciembre, Borja sostiene que ese viernes acudió a hacer gestiones vecinales y en la calle Parque los Coyotitos se encontraron con camiones privados que regalaban despensas a los habitantes de una de las colonias mas populares de la demarcación: CTM Culhuacán, a cambio de  la copia de su credencial para votar con fotografía.

La versión pública señala que Borja se acercó para preguntar a Mauricio Toledo por qué se estaban entregando estos apoyos, así como los montos y las reglas de operación de dicho programa.

“Primero, me ignoró. Me volví a acercar para insistirle en el tema y lo único que hizo fue decirme que si seguía en esta actitud no iba a conseguir nada. Que me estaba pasando de listo”, dice Borja. “Mientras la gente lo despedía, le seguí hasta su camioneta, donde me jaló del brazo y dijo que si no entendía me iba a matar, que no estaban jugando y que entendiera el mensaje”.

Después, los guaruras se metieron. Sus declaraciones indican que lo tomaron por la espalda y le movieron para que el delegado se pudiera retirar a bordo de su camioneta.

A raíz de ello, presentó una denuncia penal para responsabilizarle de ataque contra integridad física, y casi al mismo tiempo dio una conferencia de prensa sobre el tema.

Ayer presentó una queja ante la Contraloría General del DF, en la que acusa a Toledo de recibir aportaciones de dinero sin justificar ni la cantidad ni el origen de las mismas.

“Imagínate, puede ser hasta lavado de dinero. Es un ente de gobierno y está obligado a ejercer recursos públicos; en caso de las aportaciones privadas también debe haber rendición de cuentas”, aseguró en entrevista a Reporte Indigo.

Estrategia del PAN

El delegado niega las acusaciones y asegura que el conflicto es una estrategia de Acción Nacional para desacreditar la administración que encabeza y restarle gobernabilidad.

Sin embargo, el tema de fondo es el uso indebido de los programas sociales o, en su defecto, los ingresos discrecionales que obtiene Coyoacán de la iniciativa privada. En cualquier caso, el asunto es ya una bomba de tiempo.

Los focos rojos no solo provienen del fondo del asunto, sino de la situación política que atraviesan los grupos de poder; pues mientras Toledo se hace con nuevos enemigos políticos, el PAN cierra filas en torno a su nuevo timonel.

La otra cara

Las acusaciones contra Toledo, según su opinión, vienen de un grupo que ha tratado de arrebatarle la delegación al sol azteca desde hace mucho y que está encabezado por Obdulio Ávila Mayo.

En declaraciones a Reporte Indigo, el perredista dice que no cederá a los chantajes políticos y golpeteos mediáticos.

Sostiene que Borja le persigue en todos sus eventos ya que su misión es sabotear este tipo de actos.

“Desde hace un par de meses, andan en camionetas, siempre de tras de mí, buscando la forma de generar conflictos como el sucedido el viernes pasado”, asegura.

Dice que, en esta última ocasión, el diputado panista trató de increparlo, pero que él lo ignoró y se fue en su camioneta antes de que el calor de la discusión provocará un conato de bronca entre los afines a ambos grupos.

La versión del delegado va aún más allá, pues sostiene que Borja se acercó a la jefatura delegacional hace menos de un mes para exigirle espacios en la demarcación a cambio de gobernabilidad.

“Yo creo que como perdieron muchos espacios en el plano federal y a nivel local, una parte del PAN anda buscando cómo conseguir lugares para su grupo político, pero esa no es la forma”.

De esas acciones deslinda al grueso del panismo y se enfoca en los líderes azules en Coyoacán: Odbulio Ávila y Ezequiel Retiz.

“Ellos siempre han actuado así, desde que estaba Miguel Bortolini a cargo de la delegación en 2003. Después trataron de desestabilizarnos con Heberto Castillo y luego con Raúl Flores (jefes delegacionales)”.

Afirma que la estrategia mediática de estos panistas no tiene futuro y que sus acusaciones carecen de sustento y benefician poco a los habitantes de la zona.

El titular de la demarcación concluye, arremetiendo contra su interlocutor para el que tiene un calificativo muy significativo: “Borja Bin Laden” o el” dipuhooligan” dos de la Asamblea Legislativa.

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