"Pensábamos que esa era una etapa del país que habíamos dejado atrás, pero parece que lo que Beltrones y los diputados priistas nos están diciendo es que ha vuelto el viejo PRI”
Manlio Fabio Beltrones, jefe de los diputados del PRI, defiende al viejo régimen, a los sindicatos oscuros, autoritarios y antidemocráticos que pensábamos habíamos dejado atrás. Pero no ha sido el caso.
Así opina el coordinador de la fracción del PAN en la Cámara de Diputados, Luis Alberto Villarreal, respecto del eventual congelamiento de la reforma laboral a manos del sonorense.
Beltrones emitió ayer un comunicado en el que dijo que la reforma laboral avanzaría “a paso firme y con la velocidad adecuada”. Esto podría ser interpretado por otros grupos parlamentarios como “a la velocidad que él decida”.
Acaso por eso, el coordinador panista opina que México no puede estar sometido a “los caprichos” de quienes desean que se quede en el atraso.
En entrevista con Reporte Indigo, Villarreal dice que Beltrones muestra una inclinación por defender a los sindicatos autoritarios, aquellos que no le reconocen derechos a sus trabajadores, aquellos que no quieren que haya democracia ni rendición de cuentas al interior de sus asambleas.
“Pensábamos que esa era una etapa del país que habíamos dejado atrás ya, pero parece que lo que Beltrones y los diputados priistas nos están diciendo es que ha vuelto el viejo PRI”, asegura.
Se trata del PRI de antes, el que defiende a los mismos de siempre, y con los argumentos de siempre. Un PRI que no ha cambiado. Para el legislador guanajuatense, el tema de fondo no es la discusión sobre si la iniciativa del presidente Calderón conserva su carácter preferente o la ha perdido.
Parece que el PRI, más que querer marcar un timing al retrasar o congelar la iniciativa laboral, lo que busca es regresar al pasado, dice el panista.
Sin embargo, la posible unión coyuntural del PAN con la suma de los partidos de las izquierdas, así como con Nueva Alianza, podrían hacer la diferencia y avanzar en la cuestionada reforma laboral, pese al PRI. Justo como ocurrió en el Senado antes.
Lo que necesitamos saber es hacia dónde van a caminar los partidos de la izquierda, comenta Villarreal. Sabe qué van a decir el Movimiento Ciudadano, el PRD, el PT, por un lado, y además, Nueva Alianza. “Porque todos juntos tendríamos 259 de 500 votos. El asunto es que el resto de los partidos definan hacia dónde quieren llevar al país”.
El PAN, por lo pronto, tiene al parecer claro el rumbo hacia donde piensa que México debe enfilarse, señala el coordinador legislativo, y enlista lo siguiente: hacia la generación de empleos, hacia un país más competitivo, y hacia la democracia, transparencia y rendición de cuentas sindical.
La minuta que será votada ahora en San Lázaro no contiene demasiados cambios respecto a lo presentado antes en el Senado. Los senadores sí hicieron algunos ajustes, algunas reservas.
Tales modificaciones no permiten -en la opinión de Villareal- que se publique la reforma laboral que generaría muchos empleos y le daría mucha fuerza a los derechos de millones de trabajadores.
Para él, México “tiene prisa” y no puede seguir esperando por caprichos de quienes quieren seguir defendiendo al país que hace mucho ya cambió. Eso dice en clara alusión al diputado Beltrones.
Por último, formula un mensaje centrado en pedir al resto de las fuerzas políticas que haya congruencia de todos con lo que el Senado de la República ya aprobó primero:
“Que exijamos sacar adelante una reforma que el país tiene 42 años esperando”, finaliza el legislador.
ROMERO HICKS: SIGUE SIENDO PREFERENTE
Por Adriana Amezcua
El senador Juan Carlos Romero Hicks no coincide con Manilo Fabio Beltrones respecto a que la iniciativa laboral ya no es preferente.
Argumenta que su naturaleza jurídica no ha terminado ni tampoco ha concluido el proceso legislativo.
“Suponiendo sin conceder que la naturaleza jurídica se ha modificado –afirma–, cosa que no creemos, políticamente no deja de ser una iniciativa preferente porque el paquete económico ya está adoptado y las diferencias, que son ocho, eventualmente tendrían que dictaminarse”, asegura el legislador panista.
Entrevistado antes de la sesión en el Senado, sostiene que la postura tricolor en torno a los temas relativos al voto libre y secreto, los contratos de protección para las empresas, el manejo de las cuotas sindicales y los estados financieros auditados tienen que ver “con el código genético de un partido que nació del autoritarismo, que nació de intereses creados”.
Al final de cuentas, dice el senador albiazul, como dicta el caló popular, “lo más claro es lo más decente; cuentas claras, amistades largas”.
Romero Hicks refrenda que el PAN mantendrá alianzas no solo con las izquierdas sino con cualquier partido con el que haya coincidencias en temas donde no se sacrifiquen los principios y la legalidad. “Habrá momentos de coincidencia y de diferencia”, asegura.
Por su parte, Jesús Zambrano se ha pronunciado por mantener un frente común con el PAN. Para evitar que lo relativo a la democracia sindical quede en el limbo y, a final de cuentas, el PRI se salga con la suya:
“Sería lo peor que pudiera pasarle al país. Lo mejor sería que la iniciativa fuera abordada en un periodo normal el año que entra, en febrero”.
