Con amparo de la oscuridad

Empresas de Nuevo León aprovechan la noche para lanzar contaminantes a la atmósfera de municipios de la Zona Metropolitana de Monterrey, una de las áreas con más polución en México y el mundo
Ricardo Alanís Carreón Ricardo Alanís Carreón Publicado el
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Durante el día se percibe poca actividad industrial; sin embargo, durante la madrugada, al cobijo de la noche las nubes de polvo y contaminantes se incrementan.

Se trata de las chimeneas de las empresas Industrias del Álcali y Kandelium México, ubicadas en el municipio de García, y las polémicas pedreras del Cerro de las Mitras, en Santa Catarina.

Nubes de polvo durante las madrugadas, y el constante temor a fugas de amoniaco, son parte de las quejas de habitantes de García en relación con las emisiones de las chimeneas de Industrias del Álcali.

Esta empresa, que lleva décadas instalada a la entrada del referido municipio, ha sobrevivido a las constantes quejas de vecinos de colonias cercanas.

Contaminación nocturna

Reporte Indigo realizó un recorrido durante una madrugada para constatar que la actividad de las chimeneas se incrementa en estas empresas en dicho horario, además de las pedreras en el Cerro de las Mitras, donde se realizan implosiones para obtener el material que desean, con el que se fabrica arena y otros productos para el ramo de la construcción.

Durante décadas, las pedreras realizaban barrenos, explosiones que cimbraban cientos de ventanas en decenas de colonias cercanas. Sin embargo desde hace años la situación cambió: ya no son explosiones, sino implosiones y suceden durante la madrugada para evitar ruidos a kilómetros y que tiemblen los cristales de las ventanas.

De acuerdo con la ecologista y activista Ivonne Bustos, estas empresas no solo no invierten en filtros adecuados para evitar emitir agentes contaminantes al aire, sino que además utilizan la oscuridad de la noche para sus emisiones, en las que incluyó a la empresa Nemak.

“Las empresas más contaminantes no sólo no tienen filtro, sino que además las emisiones más ostensibles y que además pueden ser más contaminantes, se realizan en la madrugada, lo cual levanta las sospechas de la población.

“Esas quejas de todo el sector de García y Santa Catarina, respecto a empresas como Nemak, como Álcali y las propias pedreras, sobre todas estas emisiones que tienen en madrugadas, llaman mucho la atención. Generalmente esas emisiones si fueran durante el día tendrían una muy visible nube de humo, muchas veces de color negro, muchas veces de color rojizo, de las que la gente se queja; entonces, para no hacerlo tan visible, se presume que ese tipo de chimeneas trabajan durante la madrugada”, declaró.

Agregó que son muy comunes las quejas de habitantes de los municipios García y Santa Catarina, que manifiestan que en sus viviendas hay polvo color naranja que afecta su salud. Estas quejas no han sido atendidas de una manera clara por la autoridad estatal.

Bustos Paredes comentó que probablemente no hay una inspección adecuada por parte de la Secretaría del Medio Ambiente de Nuevo León para constatar que durante las 24 horas del día estas empresas permanezcan en los niveles adecuados de emisiones, como establece la norma federal.

“Eso es lo que nosotros estamos pidiendo, que haya visibilidad por parte de Medio Ambiente, sobre los monitoreos ambientales que hay en zonas donde hay industria altamente contaminante, como es el caso de Santa Catarina y de García”, dijo.

Las quejas

Durante diferentes ocasiones, en los últimos años, vecinos del municipio de García, sobre todo de la colonia Villas de Álcali, han denunciado que las emisiones contaminantes de algunas de estas empresas han ocasionado diversos estragos en la salud de los habitantes del sector, desde hace por lo menos una década.

Los afectados coinciden en que, durante la noche y madrugada, de los patios de la empresa Álcali se levantan nubes de polvo que llegan a sus domicilios, y temen que haya fugas de amoniaco.

En Santa Catarina la situación es similar con las pedreras: empresas de las que poco se había hablado en medios de comunicación en los últimos años, ya que durante el día la actividad que tienen es menor comparada con las madrugadas.

“La gente tenía la idea de que ya no se estaban haciendo estas explosiones por parte de las pedreras y que el manejo de polvos era más controlado, sin embargo, en realidad es que sí tienen una actividad, y la gente al final lo detecta, porque aunque sean implosiones, los ruidos y movimientos de tierra se sienten; y dos porque esos polvos los ven en casa, la gente vive constantemente con esos polvos en sus domicilios y además por la salud que se ve afectada en temas que tienen que ver con garganta y nariz, se desarrollan alergias, etcétera”, declaró.

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