Este domingo en Nuevo León se estará librando una competencia de estructuras piramidales partidistas.
Los regiomontanos acudirán este 1 de julio a las urnas para elegir a sus gobernantes culminando un proceso electoral donde, como nunca, el rol del dinero y el de los cuadros territoriales serán clave para definir triunfos y fracasos de los políticos.
Hay algo seguro que pasará en Nuevo León este domingo: circulará mucho dinero en las calles para los promotores del voto, la movilización de votantes y la logística de las maquinarias electorales.
Y será la operación de estas estructuras que adoptan el sistema piramidal, mismo utilizado para reclutar vendedores en empresas, la que decidirá quiénes serán las autoridades los próximos tres años.
Ese día se pondrá a prueba la Red 61, la estructura electoral priista, que opera en Nuevo León José Antonio González, secretario de Educación, utilizando principalmente su control sobre la UANL.
El domingo también será el día crucial para la estructura priista de Felipe Enríquez, aspirante a la Alcaldía de Monterrey, quien ha conformado una red de casi 10 mil promotores de voto que este domingo movilizarán a los sectores populares de la ciudad.
Y enfrente de Enríquez, en el PAN, habrá una estructura de tierra casi tan poderosa como la priista que fue preparada y financiada desde el Municipio de Monterrey.
Es coordinada por Miguel Ángel García, ex alcalde de San Nicolás y ex secretario de Desarrollo Humano de Monterrey, quien habría pedido la inversión de 40 millones de pesos a la candidata panista Margarita Arellanes, para garantizar la operación de esta red a su favor durante la elección.
Hay más estructuras que estarán operando este domingo: la del Partido del Trabajo, de Alberto Anaya, que en teoría deberá estar trabajando a favor del candidato postulado por el PT a la Alcaldía regia.
Está la red del SNTE, que dirige Elba Esther Gordillo, y que planea poner en marcha el operativo “Ágora”, para llevar votos a favor del PRI.
Estas redes han sido financiadas, al menos en parte, con recursos procedentes de los presupuestos públicos y el dinero que no provenga de este sector, podría ser capital que procede de grupos criminales.
Por ello es que al ciudadano que respeta su voto y el de los demás, solamente le queda acudir a aprovechar su derecho y denunciar cualquier irregularidad que observe.
LA MIRADA EN EL 2015
En Nuevo León la batalla se centrará en el Congreso del Estado, donde actualmente el PRI tiene 20 diputados por 17 de Acción Nacional.
Este reparto no le permite al gobernador Rodrigo Medina tener la suficiente mayoría para sacar sus reformas.
Medina hizo candidatos a diputados locales a priistas incondicionales suyos, como Francisco Cienfuegos, Juan Manuel Cavazos, Francisco Salazar, para tratar de recuperar el control del Poder Legislativo.
En Monterrey el priista Felipe Enríquez y la panista Margarita Arellanes se enfrascaron en estos 60 días de campaña en una confrontación electoral caracterizada por el derroche de recursos y las acusaciones mutuas de enriquecimiento ilícito entre los aspirantes.
Enríquez tuvo que responder sobre Punta Piedra, un nuevo desarrollo turístico de su familia en Quintana Roo, que se suma al proyecto de Isla Blanca.
Y Arellanes se vio obligada a aclarar propiedades en Houston y en la zona de montaña de San Pedro, así como los antecedentes de su residencia que renta en Privanzas.
La contienda electoral por la Alcaldía de San Pedro estuvo marcada por el intercambio de acusaciones que protagonizó el panista Ugo Ruiz y el priista Othón Ruiz Montemayor, así como la intervención del alcalde Mauricio Fernández.
En San Pedro, considerado la Joya de la Corona del PAN, este partido político tiene más de 20 años ininterrumpidos gobernando uno de los municipios más rico de México.
El ex tesorero del Estado llegó de última hora a la elección, desplazando al candidato designado por el PRI, Jorge Arrambide, adoptando como su estrategia la de vincular a su contrincante con la neocúpula encabezada por el ex alcalde regio Fernando Larrazabal.
El cambio el priista Othón Ruiz Montemayor tuvo que utilizar días de campaña para desmarcarse del eventual conflicto de intereses que implicaría su llegada a la Alcaldía sampetrina, debido a los antros y restaurantes que maneja su yerno Carlos Téllez Bortoni dentro del municipio.
Las proyecciones para esta elección indican que seguramente tras la jornada electoral de este domingo se mantendrá igual la actual distribución de alcaldías metropolitanas entre el PRI y el PAN.
El PAN se perfila para seguir gobernando los municipios de Monterrey, San Nicolás, San Pedro, Santa Catarina, mientras que el PRI continuará controlando bastiones tricolores como
Guadalupe, Escobedo, Juárez y García.
Esta elección podría servir para que la neocúpula panista, el grupo dominante dentro del PAN que encabeza Fernando Larrazabal, Zeferino Salgado y Raúl Gracia, consoliden su proyecto rumbo a la elección dentro de tres años por la gubernatura.
Este domingo se carrilarán proyectos personales o se sepultarán aspiraciones de candidatos.
Pero el ciudadano que emita su voto libre y secreto habrá obtenido y consolidado su derecho electoral.
