“¿Cómo cambiaría tu vida y la de quienes están a tu alrededor si hoy te vieras involucrado en un accidente y no tienes seguro?”, cuestiona Rocío Rivas, gerente de consultoría para Cepa Mobility.
“Creo que cada vez que hablamos de seguros también lo hacemos de vehículos y números, pero no hablamos de personas y es necesario visibilizar cómo alguien que sobrevivió a un accidente, gracias a que tuvo la mejor atención, no tuvo secuelas. Urge humanizar a los seguros”, dice.
La especialista en estrategias de prevención señala que derivado de la pandemia la conversación giró en torno a riesgos de salud y se dejó de lado el tema de la seguridad vial.
“Lo que tenemos que recordar es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para este segundo decenio de la seguridad vial, cada año vamos a perder un millón 350 mil vidas en el mundo, pero el 93 por ciento serán en países de ingreso medio o bajo, como México”.
Dice que durante los primeros tres meses de este año, tras el regreso a las actividades, se dispararon los accidentes vehiculares en las empresas.
“Hubo casos en los que los costos superaban los 60 millones de pesos en vehículos grandes; la póliza ya estaba al 80 por ciento”.
Considera que el seguro de auto es una parte vital a la hora de establecer planes de respuesta de emergencia dentro de las compañías.
“Las estrategias de seguridad no solo se miden en retorno de inversión, también en el valor.
Cuando pensamos en un accidente pensamos en la reparación del vehículo, pero nos falta entender que hay un tercer momento: el postimpacto o postaccidente, que es donde los seguros tienen un papel súper importante porque a través de ellos podrás brindar atención a las lesiones de todos los ocupantes”.
Señala que un accidente, lejos del daño material, afecta también la dinámica de la empresa.
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