¿Cómo y para qué usó su pensión vitalicia Carlos Salinas?
El expresidente que gobernó México de 1988 a 1994 rechazó la cantidad monetaria de la pensión, pero aceptó que se le pagara un equipo de colaboradores que estuvo con él desde que fue secretario de Estado y luego candidato; entre ellos su cocinero, mesero y acomodador de auto
Linaloe R. FloresDe 1987 a 2018, los expresidentes mexicanos y sus viudas recibieron un beneficio “vitalicio” que incluía un pago de 205 mil pesos al mes, aguinaldo, seguro de gastos médicos mayores, protección con elementos de las fuerzas armadas y una plantilla de 25 empleados para que desarrollaran la “actividad intelectual” que desearan. La prestación se basaba en un acuerdo que el 31 de marzo de 1987 emitió el entonces primer mandatario Miguel de la Madrid Hurtado.
Carlos Salinas de Gortari, quien gobernó México de 1988 a 1994, y sostiene en un video difundido en las redes ser “desempleado” por no tener pensión, utilizó el beneficio de manera peculiar. A la cantidad monetaria renunció, pero mantuvo 11 empleados de la plantilla para realizar una “actividad intelectual”. Esos trabajadores, pagados por la Presidencia, no eran precisamente estrategas o asesores.
Casi todos los miembros de la plantilla que asistía a Salinas de Gortari eran antiguos trabajadores con una relación de dos, tres y hasta cuatro décadas. Estuvieron con él desde que el expresidente fue secretario de Programación y Presupuesto (dependencia que después se integró en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público), lo acompañaron en la campaña electoral cuando fue postulado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia y luego lo asistieron cuando fue jefe del Ejecutivo federal. En cuanto Salinas de Gortari se convirtió en expresidente continuaron a su servicio.
En su mayoría, los colaboradores de Salinas de Gortari tenían funciones en la cocina, como meseros, o técnicos en mantenimiento (entre ellos estaba el ‘valet’ de cuando fue candidato en las elecciones de 1988). Ante la Presidencia de la República estaban registrados como directores, subdirectores o jefes de área. Sus sueldos mensuales eran de 87 mil 312 pesos, 41 mil 2028 pesos o 19 mil 287. Su nivel de escolaridad iba de la secundaria a la preparatoria.
Lo anterior, de acuerdo con documentos obtenidos por Reporte Índigo a través de solicitudes de información y la revisión de las declaraciones patrimoniales de los colaboradores de Salinas de Gortari alojadas en la Función Pública.
Al ser expresidente de México, Salinas de Gortari vivió un autoexilio en varios países, desde Irlanda, España o Estados Unidos, y este personal cuidó de sus alimentos y sus traslados, así como el cuidado de sus bienes en su oficina.
Ellos fueron algunos de los colaboradores de Carlos Salinas
Lorenzo Mejía Carpintero supervisó los alimentos de Carlos Salinas de Gortari desde 1989, el primer año de su Presidencia. Continuó en la misma posición una vez concluido su sexenio.
José Pascual Ramírez Pomposo entró a trabajar a Los Pinos en 1994 como dependiente de comedor (mesero). Cuando Salinas de Gortari se convirtió en expresidente, permaneció con el mismo puesto.
Julián Ramírez Rodríguez fue mensajero en el PRI de 1980 a 1982. Luego, mientras Salinas ocupó la silla principal de la SPP se encargó de su seguridad. Durante la campaña de 1988 era la persona que se encargaba de estacionar el automóvil en el que se trasladaba el entonces candidato. De 1988 a 1994 fue jefe del departamento de supervisión de personal en Los Pinos. Después, se integró como asistente del expresidente.
Juan Flores Neria conoció a Salinas de Gortari también en la SPP donde fue su asistente. En la campaña fue coordinador de Logística. Una vez en la Presidencia y luego en la exPresidencia continuó con la misma labor.
Francisco Salome Ibarra Gutiérrez también fue parte de la SPP de 1984 1988. En la extinta dependencia fue jefe de mantenimiento. Cuando Salinas de Gortari fue expresidente, se convirtió en jefe de Mantenimiento en la Conservación de Propiedades Privadas.
María de Lourdes Lasso de la Vega trabajó también en la SPP como secretaria de Proyectos en la Coordinación de Voluntarios en Comunidades. En la Presidencia laboró como jefa de departamento en la Coordinación de la Residencia Miguel Alemán. Al expresidente le administró los bienes materiales de la oficina.
Carlos Salinas de Gortari: el expresidente más controvertido de México
La biografía del hombre que ocupó la Presidencia de la República de 1988 a 1994 se reparte en unas 5 mil páginas entre libros, alegatos judiciales y acusaciones verbales. Cuando ha aparecido en México y ha brindado conferencias y entrevistas, el centro de sus discursos ha estado dedicado a decir que su personaje político fue incomprendido.
La notoriedad de su carrera política se inició cuando ocupó la SPP cuando tenía 34 años de edad y la licenciatura en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Esa dependencia, creada para planear el dinero público, se convirtió en escenario de pugnas políticas.
En 1987, el entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado lo propuso como candidato del PRI para las elecciones que se efectuarían el siguiente año. Ganó sobre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, aspirante de la izquierda, después de un episodio durante el cual, el cómputo de los votos dejó de funcionar, en un episodio conocido como “la caída del sistema”. La de Salinas de Gortari fue la primera elección impugnada de la historia moderna.
Como presidente fue el impulsor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, hoy T-MEC), orquestador de un proceso de privatización de cientos de empresas del Estado, entre estas los bancos y Teléfonos de México, y autor del Programa Nacional de Solidaridad que dio pie a las siguientes políticas de combate a la pobreza.
En sus discursos sostenía que México entraría en 1994 (año del término de su sexenio) al “primer mundo” dadas sus políticas. Pero todo salió mal. Ese año una guerrilla se levantó en Chiapas bajo las siglas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; el candidato del PRI a la Presidencia fue asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana; le ocurrió lo mismo en la Ciudad de México, a Francisco Ruiz Massieu, secretario del partido, y en diciembre los mexicanos vivieron la debacle financiera más dramática de su historia.