Colmenares, vara alta

El nuevo titular de la ASF David Colmenares no solo será comparado con su antecesor, Juan Manuel Portal, sino que también estará bajo la lupa de la clase política y la sociedad civil por su presunta cercanía con el PRI
Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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David Colmenares Páramo, quien el día de ayer tomó protesta como nuevo titular de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) para el periodo 2018- 2026, tiene por delante un gran número de desafíos y desde el primer día su gestión será sujeta al escrutinio no solo de la clase política sino de la sociedad civil.

El nuevo auditor no comenzó precisamente con el pie derecho.

Los aplausos que le dedicaron los integrantes de la bancada del PRI y sus aliados cuando se hizo oficial su designación no le hicieron ningún bien, al contrario, aumentó la sospecha de su presunta cercanía con el tricolor, por lo que desde el día uno sus decisiones estarán bajo la lupa, y el reto que tiene por delante no es menor.

Organizaciones civiles quedaron insatisfechas por la falta de transparencia por parte de los legisladores en el procedimiento para designar al nuevo auditor

Será el encargado de fiscalizar los dos últimos años de la administración saliente y el sexenio del próximo presidente de la República, pero sobre todo de llevar al órgano al lugar preponderante que tiene en el papel tras las últimas reformas en materia anticorrupción, es decir, que las investigaciones de la ASF terminen en consignaciones en contra de funcionarios corruptos.

Colmenares deberá desprenderse de las dudas sobre su autonomía y su independencia política, demostrar voluntad de actuar sin importar los colores partidistas y no podrá evitar las comparaciones con su antecesor, Juan Manuel Portal, quien encabezó uno de los periodos de mayor trascendencia de la ASF.

Durante el periodo de Portal, la Auditoria Superior de la Federación exhibió las anomalías en el manejo de los recursos públicos en los tres niveles de gobierno, algunos de los cuáles fueron objeto de investigaciones periodísticas y judiciales que impactaron a la opinión pública.

Algunos de los casos más emblemáticos fueron las irregularidades en las administraciones de los exgobernadores Javier Duarte, César Duarte, Roberto Borge y Guillermo Padrés; también puso en evidencia los malos manejos en el Poder Legislativo y en algunas Secretarías de Estado.

Bajo su tutela, la ASF también exhibió irregularidades en la construcción de la Línea 12 del metro de la Ciudad de México y dio a conocer el fraude de Oceanografía.

Hizo múltiples observaciones sobre contratos de Pemex con empresas particulares e incluso reveló como su exdirector Emilio Lozoya utilizaba las aeronaves de la empresa del Estado para traslados personales, tanto a su casa como a destinos turísticos.

Esa será la vara que medirá la labor de Colmenares, con una diferencia: las reformas anticorrupción permitirán a la ASF no solo documentar y en su caso denunciar presuntos desvíos o prácticas anómalas en el ejercicio del dinero público sino que tendrá facultades de realizar sus propias investigaciones.

De manera directa, a Colmenares le corresponderá dar seguimiento a algunos de los escándalos por presuntos desvíos documentados por la ASF en su última entrega de la Cuenta Pública 2016, sobre todo los correspondientes a los dudosos esquemas de los convenios entre algunas Secretarías de Estado con Instituciones de Educación y televisoras públicas.

Asimismo hay algunos otros casos cuya resolución estará bajo la lupa como los relacionados a dos de las obras más emblemáticas de infraestructura en este sexenio como la construcción del Tren Interurbano México-Toluca y del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y la opacidad de los contratos y el gasto de las Universidades públicas.

Además, Colmenares deberá hacer frente a los cuestionamientos de la sociedad civil sobre su nombramiento, ya que desde el inicio del proceso de selección, las organizaciones exigieron la transparencia en los criterios que tomaron en cuenta los legisladores para determinar los méritos e idoneidad del nuevo auditor, una demanda que consideran no fue satisfecha.

El nuevo auditor

David Rogelio Colmenares Páramo

> Licenciado en Economía por la UNAM

> Auditor Especial del Gasto Público en la ASF (2012-2013)

> Contralor interno en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (2014-2015)

> Titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas en la SCHP (2000-2006)

> Coordinador de Administración Fiscal Regional en la SCHP (1992-1995)

> Director de Administración y Adquisiciones en Liconsa (1995-1998)

> Secretario de Finanzas del Gobierno de Oaxaca (1986-1992)

> Delegado de Banobras en Oaxaca (1999-2000)

Negociación complicada

La convocatoria para la selección del nuevo titular de la ASF fue emitida en noviembre de 2017 por parte de la Comisión de Vigilancia de la Auditoria Superior de la Federación y desde ese momento distintas organizaciones comenzaron a cuestionar la transparencia del proceso.

Tras la finalización del periodo de registros, 41 aspirantes se inscribieron al proceso y en un intento de pluralidad, la Comisión decidió darles a todos la oportunidad de ser entrevistados con algunas preguntas sugeridas por asociaciones civiles.

Una vez desahogadas las entrevistas en los primeros días de diciembre, los integrantes de la Comisión llegaron a un acuerdo para sugerir la terna de Salim Arturo Orci, David Colmenares y Ángel Trinidad como los mejores perfiles para ocupar el cargo, aunque omitieron revelar los criterios utilizados para tomar la decisión.

Colmenares Páramo obtuvo 377 de los votos de 446 legisladores presentes en el recinto de San Lázaro

Para la definición de la terna hubo consenso entre legisladores de todas las fuerzas políticas en la Comisión, pero la discusión en la Junta de Coordinación Política no prosperó y se decidió posponer la votación en el pleno al no haber un candidato que sumara los apoyos necesarios.

Ayer tras intensas negociaciones, los coordinadores parlamentarios decidieron someter los perfiles al pleno a través del voto secreto por cédula, lo que permitiría a cada legislador tomar una decisión individual.

Colmenares Páramo obtuvo 377 de los votos de 446 legisladores presentes en el recinto de San Lázaro.

A pesar de la claridad de los números, hubo inconformidad entre algunos legisladores como Agustín Basave quien exhibió su voto nulo a modo de protesta porque a su juicio debió reponerse el proceso; o como Guadalupe Acosta quien manifestó su inconformidad por haber procedido a la votación sin antes haber debatido el dictamen.

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