CNTE, enraizados e inflexibles

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) consiguió no sólo detener el avance de la contrarreforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino que revisarán los cambios a la Constitución Política antes de que sean aprobados por el Congreso de la Unión.

Luego de dos días de bloqueos en el recinto legislativo de San Lázaro, impidiendo que se llevara a cabo la discusión y votación del dictamen de la Reforma Educativa en comisiones, la Coordinadora logró que se modifique el documento que ya habían trabajado diputados federales y funcionarios del gabinete presidencial.

“Que no solamente el patrón construya las leyes (…) De manera puntual hicimos el planteamiento y exigimos que la Secretaría de Gobernación sea garante. Una vez cumpliendo el protocolo legal, que se permita el espacio para poder revisar la Reforma Educativa antes de aprobarla en el Pleno; y que se dé el tiempo necesario, como lo han dicho Esteban Moctezuma y Mario Delgado. Si hay necesidad, que se revise palabra por palabra” expuso Eloy López Hernández, secretario general de la sección 22 de la CNTE al salir de una reunión con funcionarios del Gobierno federal.

Ayer, una jornada de diálogo entre la disidencia magisterial con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, logró apaciguar un conflicto que comenzó temprano en la mañana, luego de que el presidente López Obrador se refiriera a la CNTE como “conservadores”.

Sin embargo, López Hernández, replicó el ataque del primer mandatario al argumentar: “nos señalan que somos conservadores. Queremos ser conservadores porque vamos a mantener ese espíritu, vamos a mantener esa sangre de los hombres caídos que, por forjar que se estableciera el derecho a los trabajadores, en el (artículo) 123, lo vamos a seguir manteniendo. Y defender los derechos no significa ser conservadores”.

Tras esto y luego de las negociaciones, los maestros disidentes retiraron su plantón de las inmediaciones de la Cámara baja, pero amenazaron con volver si no se incluyen sus demandas en la contrarreforma educativa, pues están en “alerta máxima”.

Evaluación sin despidos

Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública, adelantó que es un hecho no sólo la abrogación de la Reforma Educativa del expresidente Enrique Peña Nieto, sino la desaparición de la evaluación a los maestros.

“No habrá una evaluación punitiva nunca más. Explícitamente quedará proscrita la posibilidad de que una evaluación vaya ligada a la permanencia en el empleo. Lo que se buscará siempre es tener un programa que permita identificar las necesidades de ingreso al servicio educativo para programar con mucho mayor fortaleza la educación normal”, expuso el funcionario luego del encuentro con maestros de la CNTE.

La idea del Gobierno federal es fortalecer las escuelas normales para formarlos desde ahí y que lleguen a las escuelas ya con los conocimientos sobre el nuevo modelo educativo del país.

Sí habrá evaluaciones, sostuvo Moctezuma, pero serán únicamente para medir cómo se encuentra el magisterio.

“Cuando tengamos un tipo de evaluación será exclusivamente diagnóstica. La evaluación diagnóstica va a hacer que las cosas se empiecen a hacer de modo ordenado”, comentó.

El principal interés de la administración del presidente López Obrador, adujo, es crear un sistema educativo en el que no haya corrupción, por lo que a fin de evitar la famosa venta de plazas, se conformará un sistema en el que los maestros tengan mayor participación.

“Vamos a crear, en conjunto con el magisterio, un sistema totalmente permanente para la creación y asignación de plazas; para conocer la vacancia y que en una mesa donde esté toda la información, las maestras y los maestros sepan qué es lo que existe en materia de plazas, para así poder tener un sistema honesto y transparente. Que se evite la herencia de plazas o cualquier vicio que todavía existe”, sentenció el funcionario.

Por su parte, Olga Sánchez Cordero, aplaudió el ánimo de los maestros para dialogar y comentó que es el primero de muchos encuentros que tendrán a lo largo de la construcción de la nueva Reforma Educativa, a la que calificó como “una joya”.

“Este es el inicio de muchos otros diálogos que en el transcurso de toda esta reforma vamos a seguir teniendo, no sólo con la CNTE, sino con todos los maestros de México; así que seguramente llegaremos a buen puerto. A una gran Reforma Educativa, una reforma que vaya en el camino de la Cuarta Transformación”, afirmó la secretaria de Gobernación.

Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, indicó que el próximo lunes se reanudarán las actividades en los recintos legislativos.

¿Qué quiere la CNTE?

Al igual que ocurrió en el 2013, la Coordinadora volvió a bloquear el Congreso de la Unión en vísperas de la aprobación de la Reforma Educativa, para impedir lo que en su consideración es un atropello a sus derechos laborales.

Los maestros disidentes están en contra de los términos de admisión, promoción y reconocimiento del magisterio en los que no se elimina de forma contundente el asunto de la evaluación.

Ellos buscan que su relación laboral se rija con el apartado B del artículo 123 de la Constitución, para que no haya un “régimen de excepción” para aplicar dicha evaluación a los maestros.

“Que se considere el 123 porque hubo derramamiento de sangre, una lucha que se dio en la Revolución Mexicana, y por eso no vamos a renunciar a esa exigencia. De ser necesario, y que no sean considerados los planteamientos, nosotros estaremos en resistencia en la calle. Como lo hemos dicho: ‘preferimos morir de pie que andar de rodillas’, afirmó tajantemente el dirigente de la sección 22.

Los maestros, quienes rechazan la creación del nuevo Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación –iniciativa impulsada por Morena en sustitución del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE)– respaldan por otro lado la defensa del derecho a la educación gratuita en el nivel superior.