El IPC de la Bolsa Mexicana de Valores cayó 6.11 por ciento, el retroceso más pronunciado desde 2020, cuando inició la pandemia. Foto: Especial

Claudia Sheinbaum ganó y los mercados hablaron

La virtual próxima mandataria del país ha tenido como primera misión calmar el nerviosismo de un sector financiero que mira con desconfianza las condiciones con las que Claudia Sheinbaum podría llegar al poder

La reacción de los mercados financieros, el tipo de cambio y las agencias calificadoras ante el resultado del pasado 2 de junio se sintetizan en un estado de incertidumbre ante las condiciones en que Claudia Sheinbaum llegaría a la presidencia del país.

La euforia de más de 35 millones de personas que votaron por la candidata a la presidencia de México que postuló la coalición Sigamos Haciendo Historia, contrastó ampliamente con la respuesta que el ecosistema financiero ha venido dando desde que se dio a conocer el resultado del conteo rápido.

Y es que, horas después de que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE) diera a conocer que Claudia Sheinbaum se perfilaba a llegar a la cúspide del poder político del país gracias a una abultada ventaja, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cayó 6.11 por ciento, el retroceso más pronunciado desde 2020, cuando inició la pandemia; cuestión similar a lo registrado por el indicador principal de la  Bolsa Institucional de Valores (BIVA) que disminuyó en un siete por ciento, lo que incluso llevaría a la institución bursátil a suspender momentáneamente sus actividades durante dicha jornada.

Además, la paridad peso-dólar se disparó, lo que provocó que la divisa estadounidense pasara de los 17 pesos mexicanos por unidad, a los 18.30 hasta el día que se elaboró esta nota; una cuestión que visibilizó la postura que los mercados especulativos fijaron ante la continuidad de un gobierno que, desde un discurso que ha posicionado en el centro de sus acciones a las personas más pobres en lugar de la iniciativa privada, ha generado acciones que no les han resultado benéficas por completo, destacó en entrevista para Reporte Índigo, Mario Campaeconomista especializado en políticas públicas y análisis macroeconómico.

“Es normal en cualquier transición, y hay que recordar que en México son periodos de seis años, cuestión por la cual los cambios de administración suelen enrarecerse, además de generar todo tipo de expectativas; y en estos momentos los cambios que se pueden llegar a provocar desde el nuevo gobierno sugieren cierta incertidumbre, sobre todo cuando no están diseñados para beneficiar a los inversionistas, sino para incentivar el bienestar general o el interés público”, de acuerdo con Campa.

No obstante, agencias calificadoras como Standard & Poor’s, Fitch y Moody´s Ratings pusieron particular énfasis en el riesgo fiscal que podría implicar la prolongación de una postura activa, por parte del entrante gobierno, respecto a la política social, y las implicaciones que podrían generar en la reconsideración de la nota crediticia del país.

“Esperamos que el gobierno entrante buscará ampliar el alcance de los programas sociales y preservará la naturaleza universal e incondicional de las transferencias federales. Sheinbaum declaró repetidamente durante su campaña electoral que el próximo gobierno hará que estos programas sean mandatos constitucionales. Esto reduciría aún más la flexibilidad fiscal, porque las categorías de gasto que hemos identificado como rígidas ya representan alrededor del 80 por ciento  del gasto público total”, advirtió Moody´s Ratings al respecto.

No es Claudia, es el Congreso

Más allá de que un gobierno considerado dentro del espectro político de la izquierda pueda no ser considerado de forma positiva por el sector financiero, tal como sucedió con el tipo de cambio y la llegada de Andrés Manuel López Obrador, cuando la paridad peso-dólar registró una depreciación del 2.3 por ciento; lo que actualmente le ha mantenido en incertidumbre ha sido el hecho de que con el voto mayoritario hacia la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, el grueso de los legisladores provendrán Morena, actual partido en el poder.

“Si bien, de acuerdo con las últimas encuestas que se habían realizado a lo largo de este proceso electoral habíamos visto que la posibilidad de que Claudia Sheinbaum ganara la presidencia era muy elevada, la sorpresa vino por el Congreso y la concentración del poder que implica; es justo lo que generó el nerviosismo que vimos pues era un escenario que los mercados no contemplaban como base”, explicó a este medio, Janneth Quiroz, directora de análisis del grupo financiero Monex.

De lo anterior que, calificadoras y los analistas de mercado hayan profundizado en una postura de incertidumbre luego de que, días después de la votación, Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, declarara que se generarían modificaciones estructurales al Poder Judicial apenas se instalaran los nuevos integrantes de las cámaras, cuestión que reforzó el actual mandatario en su última conferencia matutina al destacar que la reforma a dicho sector es imperativa.

La reacción de la próxima mandataria

En amplio contraste a lo que han expresado legisladores y el presidente, Claudia Sheinbaum ha procurado enviar señales que puedan generar certidumbre entre los inversionistas, instituciones financieras y hasta organismos internacionales, a tan solo días de haber conocido los porcentajes de votación que la acreditan como virtual vencedora del proceso electoral más reciente.

Por ejemplo, su primera declaración al conocer los resultados buscó dejar en claro que respetar la autonomía del Banco de México y la disciplina fiscal serán pilares de su administración; además de que ha hecho explícito que el fondo de inversión más grande del mundo, BlackRock, está interesado en incrementar sus actividades y proyectos dentro del país.

Incluso, instituciones de la talla de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el Banco Mundial y hasta el Fondo Monetario Internacional se han mostrado dispuestas a cooperar con la nueva administración que, como mayor muestra de agradecimiento a los mercados, destacó que Rogelio Ramírez de la O, actual secretario de Hacienda, seguirá en su cargo de cara a los próximos años, justo para llevar el rumbo macroeconómico y fiscal del país como se ha venido manejando.

¿Qué tiene Sheinbaum por ofrecer?

La próxima presidenta de México, de acuerdo con el conteo que hasta ahora ha realizado el Instituto Nacional Electoral, ha buscado calmar el nerviosismo de los mercados a partir de señales tempranas sobre cómo se van a llevar a cabo las cosas en su administración respecto al tema macroeconómico, fiscal y bursátil.

La exjefa de Gobierno de la capital del país ha tenido la primera misión de su camino en el liderazgo de la nación, y ha sido enfrentar la opinión de inversionistas, agencias calificadoras y analistas financieros que consideran su llegada, bajo ciertas condiciones, como un factor negativo para sus intereses.

Y es que, la profundización de programas sociales, una postura que prioriza al sector público sobre el privado dentro de sectores considerados estratégicos, y hasta el condicionamiento de la llegada de inversión adicional a partir del criterio del beneficio ciudadano, no figuran dentro de las prioridades de dichos actores.

No obstante, pese al prejuicio que se ha generado en torno a la llegada de la próxima administración, existen diversos factores positivos que Sheinbaum tiene para ofrecer al sector de las acciones y los dividendos, ya que con su postura respecto a las finanzas públicas del país, y hasta los compromisos en materia económica que ha expuesto en su plan de trabajo conocido como “100 pasos para la transformación”, se cuenta con una posición clara de todos los beneficios que cualquiera que quiera invertir y trabajar en alianza con el país puede alcanzar, destacó el analista especializado en políticas públicas y análisis macroeconómico, Mario Campa.

“Vale mencionar la estabilidad fiscal, no están diciendo que van a gravar con tasas más altas o que van a aplicar impuestos especiales, en este caso no es así; habrá acercamiento con Estados Unidos por dinámicas de relocalización, pero también con la construcción de nuevos puertos y aduanas, y hasta se han anunciado modernizaciones en infraestructura”, puntualizó.

Sumado a lo anterior, el contexto económico con el que la virtual próxima mandataria mexicana recibirá a capitales extranjeros y nacionales es de notar, ya que los últimos años la economía nacional ha logrado crecer por encima del promedio histórico, que es del tres por ciento;  lo que al momento ya ha provocado 127 anuncios públicos de inversión realizados por el sector privado en lo que va del año, por un monto de 39 mil 157 millones de dólares.

Incluso, la eventual continuidad del titular de Hacienda y el manejo del país bajo los preceptos macroeconómicos y financieros del obradorismo han destacado como un atractivo para los banqueros que han registrado ganancias récord en 2023,  y que al igual que los empresarios del Consejo Coordinador Empresarial, recibieron con agrado la continuidad del proyecto político en el poder que inició hace seis años.

Los pendientes por resolver

Más allá del prejuicio que puede llegar a generar una administración considerada de izquierda, los verdaderos pendientes que tiene por resolver la virtual próxima presidenta del país abarcan desde la consolidación fiscal, hasta el impulso de la transición energética.

Al arranque de su administración, la próxima presidenta de México tendrá la responsabilidad de enfrentar temas como la reducción del déficit fiscal, abonar en las condiciones que han permitido un desarrollo importante del sector financiero en el país y hasta impulsar la migración hacia combustibles amigables con el medio ambiente, principales preocupaciones de las agencias calificadoras sobre el escenario mexicano.

“Sin duda, los retos que estará enfrentado la siguiente administración tienen que ver con pendientes que incluso se han venido arrastrando desde hace varios años, además de algunos nuevos; el más importante de corto plazo será atender el presupuesto que se propondrá para el próximo año, ahí se van a posicionar todas las miradas, y en cualquier cambio que exista en materia de políticas públicas”, destacó sobre el tema Janneth Quiroz, directora de análisis del grupo financiero Monex.

Más allá de los pendientes puntuales, la propia labor de impulsar el crecimiento del país ha destacado como un tema urgente, sobre todo en un contexto donde el débil avance de la nación, en comparación a países con economías similares, ha limitado la nota crediticia de México, tal como lo ha dictaminado Standard & Poor’s.

“Sin embargo, muchos años de inversión insuficiente, especialmente en infraestructura (como en energía y electricidad), limitan el lado de la oferta de la economía. La deficiente infraestructura física, la escasez de agua en algunas zonas y las limitaciones de la capacidad para generar electricidad (especialmente de fuentes no térmicas) limitan las expectativas de crecimiento de México”, alertó la agencia calificadora.

Incluso, preparar al entrante gobierno para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá en 2026, además de enfrentar los resultados de las elecciones en el país vecino del norte, también figuran como temas pendientes por resolver por parte de Claudia Sheinbaum y su gabinete, todo en el marco del nearshoring, vale destacar.

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