En una sesión histórica, la Ley General de Víctimas fue aprobada en lo general y en lo particular en la Cámara alta.
Por unanimidad, con 103 votos en lo general a favor la iniciativa impulsada por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) y diversas organizaciones de la sociedad civil salió airosa.
Considerada un instrumento civil que en su origen no tuvo una creación legislativa, refrendó un triunfo de la sociedad mexicana.
Se consolidó como una legislación ciudadana que fue acogida por el Senado y que, a partir de ayer, sigue su camino hacia la Cámara de Diputados.
El senador Alejandro Encinas sostuvo que el valor más importante de esta ley “es que recoge el sentir de las víctimas”. Y que el Senado respaldaba su demanda ante la incapacidad mostrada hasta hace poco por el Estado mexicano.
En tanto que la priista Arely Gómez reconoció que era producto “de una demanda dolida y agotada”. Y que prosperó por la convicción del presidente Enrique Peña Nieto y la Cámara alta de atender una realidad que ya no se podía ignorar.
Pese a que el PAN reservó los artículos 7, 46, 82, 132, 140 bis y 4o. transitorio para hacer modificaciones, éstas no prosperaron.
Las reservas no pasaron por ser consideradas no pertinentes.
Julio Hernández Barros, coautor de la Ley de Víctimas, calificó incluso a algunas de ellas como “atroces”.
El abogado refirió a Reporte Índigo la relativa a limitar a un año el tiempo en que las víctimas pudieran reclamar a la Comisión Ejecutiva atención, ayuda o reparación integral.
A la mayoría de víctimas, calculadas en la actualidad en más de 70 mil, solo en el rubro de homicidios en el ámbito nacional, se les pretendía dar un año a partir de que entró en vigor la ley –el 9 de febrero pasado– para hacer su reclamación.
El PRI pidió dar un plazo suficiente a todas las víctimas sin colapsar al Sistema Nacional de Víctimas. En vez de cinco, ahora se cuenta con 15 días.
La propuesta fue bienvenida por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Silvano Cantú reconoció “la apertura del PRI, y su concepción de dar más efectividad a las víctimas de los estados”.
