Ciudad desigual

Aunque su discurso como exalcalde de Guadalajara era reconciliar una ciudad fragmentada por la desigualdad, Enrique Alfaro, aspirante a gobernar la entidad, benefició con un mayor presupuesto en Obra Pública a la zona poniente sobre la oriente en 2017
Jonathan Ávila Jonathan Ávila Publicado el
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Las inversiones en el municipio de Guadalajara durante el último año de gobierno de Enrique Alfaro evidencian la añeja desigualdad que existe a la hora de construir una ciudad. Millones de pesos separan lo construido en el oriente y el poniente, a pesar de sus discursos por señalar que su gobierno disminuiría la brecha, también en términos urbanos.

Durante su pasado informe de gobierno, Alfaro destacaba la Obra Pública como uno de sus logros más relevantes de 2017, en cuanto al tema de la repavimentación y reparación de calles, predominantemente en el oriente y el poniente.

Históricamente, el oriente ha sido una zona marcada por la desigualdad en cuanto al tema de la Obra Pública se refiere. Y la presente administración no ha sido la excepción, una revisión a los montos en ese rubro dan muestra de que lo invertido para en esa zona es menor a lo que se gastó en el poniente de la Ciudad.

De los cerca de mil 242 millones 895 mil pesos que se destinaron en obra pública, según la página oficial del municipio, se ha podido detectar que 723 millones 721 mil 513 pesos fueron a obras realizadas en el poniente de la ciudad. Mientras que en el oriente, el monto fue de 519 millones 173 mil 583 pesos.

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Millones de pesos se gastaron en obra pública en la capital.

Esta diferencia no es mínima, a pesar de los altos gastos en esa materia, pues de lo dividido para ver la inversión en las distintas zonas se puede determinar que hay una diferencia de 204 millones 547 mil 929 pesos en los que se vio un mayor privilegio para las obras del poniente.

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Millones de pesos destinados a obras realizadas en el poniente de la ciudad

Guadalajara se encuentra dividida, en términos de obra pública, por siete diferentes zonas que fragmenta la ciudad, y que también sirven como método para determinar el oriente y el poniente de la misma.

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Millones de pesos correspondieron a obras ejecutadas en la zona oriente

De ese modo, la zona centro se encuentra entre las de mayor inversión en obras por parte del Ayuntamiento de Guadalajara, con un monto de 390 millones 718 mil 542 pesos; en tanto que la zona Cruz del Sur, del poniente, se benefició con 235 millones 668 mil 321 en obra, siendo la segunda zona de más gasto en este rubro.

La zona Huentitán es la de menor inversión, con obras que suman un total de 73 millones 160 mil 272 pesos; y la zona Tetlán, uno de los espacios más añejos y consumidos por la urbe, está en la sexta posición al haber tenido una inversión de apenas 96 millones 24 mil 195 pesos.

De modo que puede verse en las cifras una mayor determinación por el privilegio latente que siempre ha existido en la ciudad de Guadalajara, y que la misma fórmula se repitió para la administración de Alfaro Ramírez, pese a su discurso previo al gobierno en la ciudad.

Una ciudad dividida

“La Ciudad que queremos precisa del esfuerzo conjunto de ciudadanos comprometidos en participar y vigilar. Ya tomamos el camino. Lo siguiente es reconciliar una ciudad fragmentada por la desigualdad, acorralada por el miedo, saqueada por la corrupción y dolida por el abandono”, escribió Alfaro Ramírez a unos meses de tomar protesta como Alcalde de la capital tapatía.

La desigualdad urbana ha marcado de forma importante a la ciudad de Guadalajara. El impacto de obras de gran calidad, en contraste con el abandono de zonas marginadas o colonias cercanas a la periferia, dieron la pauta a los gobiernos para la actuación política en el tema de su construcción.

“Las ciudades no son sólo escenarios de encuentro e interacción en la diversidad, sino también lo son de las desigualdades y de las zanjas materiales y culturales que dividen y segregan dichas desigualdades”, se lee en el texto “Fragmentos urbanos de una misma ciudad: Guadalajara”, de Jorge E. Aceves, Renée de la Torre y Patricia Safa, académicos del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) en Occidente.

Es histórica y popularmente conocida la dicotomía que existen en Guadalajara con respecto a la separación del oriente y el poniente, por ser espacios preponderantes de estratificación de bajos y altos ingresos, respectivamente. Incluso una separación ya contemplada por los estudios que se realizan desde organismos internacionales, como los de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Lo siguiente es reconciliar una ciudad fragmentada por la desigualdad, acorralada por el miedo, saqueada por la corrupción y dolida por el abandono”
Enrique Alfaro Meses antes de tomar posesión como Alcalde de Guadalajara

“A través de los años, esta segregación espacial se ha acompañado de inversiones diferenciadas, al privilegiar una zona sobre la otra, como se presentan en la zona metropolitana de Guadalajara”, se destaca en el estudio El crecimiento urbano y las violencias en México, de la CEPAL. Además de que este organismo también muestra un interés en el desarrollo de las políticas públicas con respecto a los proyectos que son llevados a cabo por la autoridad, pues se hace mención de cómo la zona poniente ha sido preponderantemente privilegiada en las inversiones para establecer plazas públicas, avenidas e infraestructura.

“Con el crecimiento de la ciudad, esta segmentación histórica permanece y continúa la concentración de espacios educativos, recreativos y de oportunidades en un solo lado de la ciudad (…) con efectos marcadamente negativos entre la población de las zonas no favorecidas, generando sentimiento de exclusión, enojo y resentimiento”, se lee en el estudio de la CEPAL.

Vivienda marginal

La política de vivienda alfarista también busca crear vivienda económica, que impacte en las cifras de repoblamiento de la ciudad, que durante años han marcado la salida de personas a municipios vecinos, esto con la creación de vivienda de bajo costo en espacios como El Dean y la glorieta de La Normal, que han tenido fuertes críticas por parte de la sociedad civil y los expertos.

Los planes parciales de su gestión como Alcalde han quedado marcados por su beneficio a los proyectos inmobiliarios, con planteamientos que benefican la especulación inmobiliaria y que no resuelven la problemática de fragmentación en la ciudad, como lo expresó Jorge Fernández Acosta, arquitecto y académico de la Universidad de Guadalajara, en una entrevista con Radio UdeG.

“Han sido, y son ahora, planes (parciales) que han incentivado beneficios para los desarrolladores de vivienda, para desarrollar la ciudad del mercado sobre la ciudad de las personas y ese es el problema que hemos estado detectando”, expresó Fernández Acosta.

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