Los circos en México están sumergidos en una profunda crisis desde hace varios años. La baja asistencia a estos espectáculos de entretenimiento y situaciones como la emergencia sanitaria tienen en números rojos a más de 450 empresas circenses que sobreviven en el país.
Las carpas que se llegan a instalar en algunos estados de la República mexicana logran tener una taquilla del 30 por ciento en el mejor de los casos y en otros ni siquiera logran recuperar la inversión que gastan en montar un espectáculo de estas características.
Incluso, varios dueños de estos espectáculos se han visto obligados a cambiar su estrategia y contratar los servicios de payasos famosos o de youtubers para atraer público a sus carpas.
También, en un intento de paliar costos operativos, han reducido la plantilla de trabajadores y han abaratado los boletos que se venden en las carpas.
📍Afortunadamente las reformas a la Ley General de Vida Silvestre y a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente que se realizaron en 2015, prohíben el uso de animales salvajes en los circos en México #SabiasQue #circo #animales #datoscuriosos 😉 pic.twitter.com/0sQgt292lX
— CEPE-Taxco UNAM (@cepetaxco) March 16, 2021
Dos duros golpes
Por si fuera poco, la emergencia sanitaria por COVID-19 terminó por quebrar a estos negocios, pues el confinamiento forzó a que cerca del 30 por ciento de las empresas circenses cerraran de manera definitiva.
Y es que a ocho años de que entrara en vigor la Ley General de Vida Silvestre, que prohibió la utilización de animales en los espectáculos a nivel nacional, puso en crisis a este sector, que alegó que justo eran estos ejemplares su principal atractivo en los estados que visitaban para ofrecer funciones.
En la actualidad, diversos circos transformaron el espectáculo que brindan y se han enfocado en armar rutinas con payasos, acróbatas, equilibristas y en fechas recientes dinámicas con creadores de contenido o youtubers.
Pese a ello, varias compañías circenses han tenido que cerrar de forma definitiva ante la falta de capacidad para cubrir el salario de los artistas y mantener el gasto operativo que significa instalar una carpa.
Los negocios que sobreviven apostaron por montar sus carpas de forma permanente en varias zonas del país para aminorar costos; mientras que otros recorren ciudades y municipios de México en busca de ingresos.
El primer antecedente de estos espectáculos en México data desde 1841 con el Circo Olímpico de José Soledad Aycardo, el cual sentó las bases para la aparición de más carpas en los años posteriores.
Hacen malabares para sobrevivir
La Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circos (UNEAC) estima que las pérdidas económicas por la prohibición de animales en espectáculos desde 2015 y la parálisis que generó la pandemia en 2020 y 2021 ascienden a miles de millones de pesos.
Empresarios de los circos más importantes del país afirmaron a Reporte Índigo que redujeron costos considerablemente ante la baja asistencia que se registra en estos espectáculos desde hace varios años.
Andrea Peláez, codirectora y cofundadora de la agrupación Cirko Demente, (espectáculo distinto a la rutina de los circos tradicionales), compartió en entrevista con Reporte Índigo que si bien el circo vive un momento de complejidad, también ha servido para que muchas carpas transformen su modelo de negocio.
🎪 Gran Éxito en Hermosillo del circo de 3 pistas de Los Hnos Vazquez 🎪
Con su mágico espectáculo y presentando a su máxima atracción “La Texas Armadillo” la Monster Truck más potente de México.
enseguida del Mercado el Sahuaro por el Solidaridad.
Funciones 6:30 y 8:30 Pm pic.twitter.com/NzGlA0NpPK— Farandula Chevere (@FarandulaCHMX) May 20, 2023
“Nuestro origen son las artes escénicas y desde ahí empezamos a trabajar muy fuertemente en herramientas del humor, el malabarismo y nuestra línea de acción es ofrecer una propuesta diferente desde hace 20 años. Definitivamente la pandemia y la ley que prohibió a los animales fueron un golpe muy fuerte para este sector”, sostuvo.
Peláez detalló que, a diferencia de otros países de América Latina, en México aún se conservan tradiciones muy arraigadas como la de ir a un circo, por lo que ve difícil su desaparición.
“Muchos circos mantienen vigencia, sobre todo en municipios y zonas del país donde la oferta de entretenimiento es limitada. El circo es arte y parte de la esencia humana. No hay tecnología capaz de superar lo que crea el ser humano. De ahí la importancia de mantener esta tradición que ha traspasado generaciones”, precisó.
Nuevas estrategias
Armando Cedeño, dueño del circo Hermanos Cedeño, señaló que desde 2015 ha tenido que recurrir a diversas estrategias para atraer al público, debido a que cada vez es más difícil llenar una taquilla.
“La situación es complicada desde hace años, hemos tenido que contratar payasos de renombre para tratar de que la gente venga al circo, aunque a veces funciona y a veces no. La hemos pasado muy difícil porque la gente gusta de venir al circo menos”, precisó el empresario.
Mientras tanto, el Circo Atayde Hermanos, una de las últimas grandes empresas de este giro a nivel nacional también ha tenido que sortear diversas dificultades para sobrevivir a estos cambios.
¡En el circo todo es posible! Desde volar por los aires, hacer reír a toda una multitud hasta equilibrarse en una bicicleta sobre una cuerda floja. ¡Vive la magia del Circo Atayde Hermanos! Síguenos y entérate de nuestras presentaciones y circos oficiales en México. #RT #Atayde pic.twitter.com/7KfmkbutgR
— Atayde Oficial (@AtaydeOficial) May 17, 2023
La compañía, que se encuentra integrada por más de 40 trabajadores en la actualidad y que van desde artistas, trabajadores operativos, hasta encargados de la venta de boletos y mantenimiento, busca innovar constantemente en el espectáculo que ofrece al público en general.
Pese a ello, la empresa familiar se ha sumado a los circos que se sujetan a estrictas medidas de austeridad como reducir costos operativos en traslados a nivel nacional o incluso buscar otras sedes temporales de mayor proyección para compensar el paro de actividades que tuvieron por la emergencia sanitaria.