Durante tres años Sergi Pedro Ros se involucró con el pueblo Yaqui y de esta relación nació su documental, hoy en fase de post-producción
En el desierto de Sonora, desde el amanecer los latidos del corazón acompasan un baile que lleva la tradición dela zona, es en la sangre de los Yaquis, que la danza del venado curte tradiciones desde la época colonial.
Bajo la lente de Sergi Pedro Ros es que se rescata el legado de la tribu sonorense, pero además también se hace denuncia de dos situaciones que aquejan gravemente a esta comunidad que apenas rebasa los 30 mil habitantes.
La sequía del Río Yaqui es un problema desde la construcción del Acueducto Independencia en 2010 más la drogadicción del cristal, que llegó a la zona entre los mismos años.
“Lo que se interroga el documental es si estas dos cosas tienen que ver la una con la otra, porque además el cristal entra en territorio yaqui y pega fuerte más o menos allá del 2007 o 2008, dos años antes de que este Acueducto Independencia se construya”, explica Ros en entrevista para Reporte Indigo.
Desde hace tres años el joven de 27 años se ha dedicado de lleno a retratar la incertidumbre de esta comunidad, y con un presupuesto de un millón 100 mil pesos se ha financiado el documental “Laberinto yoéme”, que actualmente se encuentra en post-producción y espera estrenarse a una década del inicio de esta decadencia sonorense.
Empatía sin fronteras
Ros tuvo empatía por los Yaqui debido a que su condición de español proveniente de Valencia, le segrega por su idioma en su propio país, de ahí el interés de ayudar a la tribu que también se ha destacado por ser aguerrida y defender sus raíces, inclusive al borde de las armas.
“La gente con la que he trabajado de la tribu Yaqui, ya sea autoridades, voceros, líderes, gente de a pie, nos entendemos y nos comunicamos muy bien, porque uno se reconoce constantemente en defender su manera de ser, esto es una lucha existencial”, agrega.
Del consumo de la droga y cómo es que esta ha llegado a la etnia, Ros desconoce cómo es que el cristal ha llegado a manos Yaqui, pero él atribuye que la carretera que conduce a Nogales y que cruza por los asentamientos de la comunidad han hecho que el tránsito del estupefaciente esté ahora en los sonorenses, ya que no pasa la frontera con los Estados Unidos.
“Mucha gente piensa que las drogas están ahí para destruir a la tribu Yaqui, que llegaron ahí para hacerles daño, para convertirlos en adictos y que ya no luchen más por su agua y por su tierra”, comenta el realizador.
Apoya al proyecto
Actualmente “Laberinto yoéme” se encuentra recabando financiamiento para terminar de producirse, solo faltan 300 mil pesos los cuales se recolectan en la plataforma de Kickstarter.
Basta con buscar el documental en el sitio web y las contribuciones inician desde los 100 pesos, el proyecto cierra el 30 de diciembre.