El confinamiento global rebasó toda expectativa, más de un año de encierro ha hecho colapsar a las macroeconomías del globo, y el entretenimiento y el cine se sostienen de alfileres que nadie sabe cuándo tiempo más resistirán, lo que definitivamente pondría en peligro millones de empleos, incluso en México.
Pese a esto, las producciones audiovisuales continúan, tanto en las series como películas, con extremas medidas sanitarias; y seguramente a más de a un espectador le ha dado temor o paranoia, ver que en las pantallas no se refleje la crisis sanitaria, que todo sigue siendo “normal” en la ficción, que la distancia social es inexistente en el cine, pero real ante más casos de covid.
“Todavía lo vemos como algo que va a pasar, todos tenemos la esperanza de que así sea, y creo que de manera inconsciente, los creativos están evitando eso, y también tiene que ver con el perfil de las producciones, los responsables de todo este tipo de propuestas, piensan que la gente no tiene ganas de ver esas cosas reflejadas en la pantalla”, describe el crítico de cine Jesús Chavarría.
Al igual que Chavarría, más expertos en la industria cinematográfica, suman su comentario a Reporte Indigo, indicando que todavía tendrá que pasar el duelo del covid19, para hablar de esto en pantallas, lo que importa ahora, es mitigar la pandemia.
“Creo que tiene que pasar bastante tiempo todavía para que se tengan más datos certeros, y por lo tanto la investigación sea más correcta para sacar algo así. Pero sí lo pueden hacer desde el chiste, un ejemplo es South Park, sacó su episodio del covid, fue buenísimo, yo me morí de la risa, pero creo que es la única manera de sacarlo, medio en ironía y en sátira y no en algo realista”, comparte la periodista Doly Mallet.
Por su parte, Enrique Solorzano, mejor conocido como Stivi de Tivi, observa que esta pandemia es equiparable a los hechos del pasado que han transformado al mundo, y de los cuales todavía se sigue hablando y analizando hasta el presente en producciones audiovisuales.
“Esto se va a convertir en la nueva Segunda Guerra Mundial, que seguimos teniendo películas sobre ello, este tema se va a tocar de distintas maneras, pero no ahorita, se va a hablar desde las películas de terror, a la comedia, a los dramas y todo en un momento va a girar alrededor de esto”, dice el experto fílmico.
Para sacar al séptimo arte adelante, los estudios han recurrido a estrenar sus películas en plataformas digitales casi simultáneamente que en cines, esto es algo que le ha funcionado a Disney+ y Warner Bros con HBO MAX, tanto Mallet como Chavarría coinciden que este modelo híbrido, es el negocio redituable, al menos por ahora.
“Creo que es un modelo que llegó para quedarse, porque a la gente le está gustando y ya se está viendo cómo hacer dinero desde ahí, sin pasar por la caja a la que se le tenía que pagar que eran los exhibidores y ese es otro tema ¿qué van a hacer los exhibidores para que la gente vaya?”, comparte la también autora del libro Mordiendo Manzanas y Besando Sapos, que estudia a las princesas animadas.
Chavarría previno que este formato híbrido, sería la punta de lanza desde hace años, ahora que es una realidad, él observa que se le da gusto a todos los públicos, ya que todavía hay cinéfilos que prefieren ver contenidos desde casa, sin tener que exponerse a salir a salas y plazas comerciales.
“Lo que va a prevalecer es este sistema híbrido, es hacia dónde va caminando todo, y como lo he dicho, la contingencia sanitaria solo lo aceleró y con esta enorme versatilidad que ofrece”, expresa el también director del sitio dedicado al entretenimiento YOURocket.
Stivi comparte la opinión de sus colegas y además añade, que esta competencia de salas versus streamings, traerá democracia e igualdad al público, porque al final, el espectador decide cómo ver sus contenidos preferidos.
“Si existirá esto híbrido, ahora en cuestión cines–plataformas, seamos honestos, los que aman el cine, van a ir a ver las películas al cine, punto. Nosotros, tú y yo vamos a luchar, porque sabemos y tenemos la idea de que se ve mejor, pero mucha gente, sobre todo las nuevas generaciones que nacen con un iPad en la mano, es de ‘pues lo veo y lo puedo ver donde sea’”, aboga Solorzano.
Otra interrogante es, si es que los estudios podrán sostenerse y hacer su negocio rentable, con la taquilla que apenas arroja números negros, más las suscripciones constantes a las plataformas que cada vez más inundan el mercado de consumo audiovisual desde casa.