Ciclista vulnerable
Los elevados índices de violencia en la ciudad ya afectan a una de las comunidades más organizadas de la ciudad: Los ciclistas.
Desde hace más de seis años, este grupo que se ha vuelto cada vez más numeroso, ha luchado por revindicar su derecho a la ciudad y a una movilidad sustentable.
La inseguridad en todas sus formas llegó a espacios conquistados previamente por los ciclistas: las calles, los bosques, los parques.
Paloma Robleshttp://www.youtube.com/watch?v=yCtRPGUgmnA
Los elevados índices de violencia en la ciudad ya afectan a una de las comunidades más organizadas de la ciudad: Los ciclistas.
Desde hace más de seis años, este grupo que se ha vuelto cada vez más numeroso, ha luchado por revindicar su derecho a la ciudad y a una movilidad sustentable.
La inseguridad en todas sus formas llegó a espacios conquistados previamente por los ciclistas: las calles, los bosques, los parques.
A los accidentes viales por falta de rutas exclusivas para bicis, se suman los cada vez más frecuentes robos y hasta asesinatos que han causado gran indignación entre activistas.
Y aunque el fenómeno de la violencia se ha multiplicado en todos los sectores de la ciudad, identificar el delito en una comunidad específica ayuda a visibilizar una problemática.
A principios de abril, la noticia sobre el asesinato de Alejandro Gómez Guerra, de 45 años de edad, causó gran indignación en la comunidad ciclista. A plena luz del día, el ciclista fue baleado en el bosque El Centinela por un sujeto que sin mayor apuro huyó del lugar a pie.
Tras algunas movilizaciones de parte de grupos ciclistas, las autoridades zapopanas se comprometieron con la viuda a mejorar las condiciones de seguridad en el bosque. Pero las agresiones no han cesado.
Al salir a la calle, el ciclista se enfrenta a los vehículos de motor, a las imprudencias de los conductores y a los robos de bicis.
Entre los robos a ciclistas documentados por Reporte Indigo, la mayoría de las víctimas señaló que fueron en lugares cerrados, oficinas y departamentos.
Algunos más refieren que les ocurrió en plazas públicas del Centro, Chapultepec y Federalismo.
Robos a la alza
La consigna despectiva de que Guadalajara es un “pueblo bicicletero” pasó de ser un asunto sin importancia a un tema de incidencia política y económica.
La venta de bicicletas se multiplicó en los últimos siete años al tiempo que el robo de las mismas aumentó, explica Yeriel Salcedo, de la organización GDL en Bici.
Salcedo explica que a diferencia de hace algunos años el robo de bicicletas se ha exponenciado.
“De un año para acá (…) en la perspectiva que tenemos sí ha aumentado, yo calculo que aumentó siete veces el robo de bicis que hace tres o cuatro años”.
El mercado negro aumentó tanto en mercados como El Baratillo como en las páginas de Internet, en donde se ofertan bicicletas sin que exista registro alguno de si es o no una pieza robada.
Es también en las redes en donde los usuarios ciclistas logran avisar a la comunidad que fueron despojados de sus pertenencias y es también ahí en donde, en algunos casos, logran recuperar sus bicis. Le denominan la “Red Bici”.
Denunciar ante las autoridades no es opción. Al menos eso refirieron siete ciclistas que fueron asaltados en el mes de abril y consultados por Reporte Indigo.
Pues señalan que es un trámite engorroso e innecesario, pues la autoridad estatal no va a investigar un asunto de ese tipo.
El robo de bicis no está tipificado, se registra en la Fiscalía General del Estado (FGE) como robo simple y eso dificulta su investigación.
Además que no existe la forma de recuperar un vehículo así, pues no hay un registro formal de las bicis que se venden en el estado, como el que existe para vehículos de motor.
Un padrón de ciclistas es opción para evitar pérdidas, pero la propuesta pone en la mesa de la discusión si la bici debe ser considerada como un vehículo formal y matriculado.
Y es que la autoridad podría elaborar la base de datos, generar una placa y con ellos hacer un archivo de los vehículos, pero eso implicaría cobrar un impuesto, obligación que en general la comunidad ciclista se niega a pagar.
En Chile, algunas organizaciones ciclistas lograron armar un padrón de usuarios con el que se lleva registro de accidentes y robos. El modelo es estudiado por las agrupaciones locales de ciclistas a fin de generar un sistema similar.
Tener un registro ciclista permitiría a los usuarios recuperar su vehículo en cualquier dependencia pública.
Pero a dicho de Yeriel Salcedo “la gente no está acostumbrada a guardar sus notas de compra”.
Aunque en la factura debe venir inscrito un número de serie, el problema es que no todas las bicis tienen número de serie. La situación se complica cuando el vehículo es viejo.
Es común, por ejemplo, que la policía municipal haga detenciones y retenga vehículos y bicicletas que no pueden ser recuperados por sus dueños a falta de una identificación oficial de la bicicleta.
Los vehículos terminan abandonados en los separos del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) como arte del protocolo municipal.
El fenómeno es tal que en el último mes el IJAS tenía un inventario de 400 bicicletas abandonas en sus instalaciones, según información proveída por la dependencia.
Para solventar lo robos, tras el boom ciclista en la Ciudad de México, algunas aseguradoras, como Seguros S, optaron por ofertar un nuevo producto.
Se trata de un seguro que abarca robo, daños a terceros y pérdida total.
Por un monto de 33 pesos anuales, el usuario tiene derecho a cobrar su póliza en caso de ser robada (con violencia) o en caos de accidente. La cobertura no ha llegado a Guadalajara.
Memoria y ciclismo
A la violencia coyuntural que viven los ciclistas persiste la violencia vial. Un total de 121 ciclistas han sido muertos en accidentes viales desde 2009 a la fecha.
Según registros de la organización Bicicleta Blanca, tan solo en lo que va del 2013 se tiene registro de 14 ciclistas muertos
El transporte público es el vehículo que mayor accidentes causa. El 95 por ciento de los ciclistas muertos son hombres.
El 35 por ciento de los casos de muerte están vinculados a las rutas de camión, le sigue los autos particulares y la camionetas, que se llevan el 29 por ciento de los accidentes registrados.
La ruta 45 es la que reúne el mayor número de casos de accidentes en donde mueren ciclistas; le sigue la ruta 142.
El mayor registro de daños se da en el municipio de Guadalajara, ahí ocurrieron el 41 por ciento de lo accidentes, seguido de Zapopan, en donde ocurrió 21 por ciento de los casos, y Tonalá con el 13 por ciento.