Chiapas: la infancia desplazada por la violencia

Los hechos de violencia que se han suscitado en el estado de Chiapas durante este año, causados por las actividades de distintos grupos armados, incluyendo tanto organizaciones paramilitares como cárteles de la droga, han derivado en un incremento de la cantidad de niñas, niños y adolescentes desplazados de sus comunidades para salvaguardar sus vidas.

Aunque tanto el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, ambos del partido Morena, han intentado minimizar las dinámicas de violencia que se están presentando en ese estado, su sociedad civil está advirtiendo que los impactos que está sufriendo la infancia chiapaneca son graves.

La organización denominada Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias), por ejemplo, ha señalado en sus reportes que tan solo durante este año alrededor de mil niñas, niños y adolescentes del estado pudieron haberse sumado a la población chiapaneca que ha tenido que abandonar sus hogares para huir de la violencia.

En su posicionamiento del 6 de junio de 2023, la Red expresó su profunda preocupación por el escalamiento de la violencia armada en la entidad y sus impactos en niñas, niños y adolescentes; particularmente en torno a los hechos más recientes en la Frontera Sur y Chenalhó.

“En estas situaciones de violencia extrema, niñas, niños y adolescentes están expuestos a perder la vida y sufrir daños irreparables a su salud, integridad, vivienda y patrimonio. El temor y desplazamiento impide su regreso a las escuelas, y la falta de actuación de las instituciones para prevenir y atender estas situaciones les coloca en riesgo de ser utilizados por grupos criminales”.

Al menos una parte de la espiral de violencia que está afectando al estado que gobierna Escandón Cadenas, se ha atribuido a una disputa que se ha desatado entre las dos organizaciones criminales más poderosas de México: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mismas que estarían buscando hacerse del control territorial en esa entidad, particularmente en su frontera sur.

En su posicionamiento, la organización Redias precisa estas consecuencias para la infancia chiapaneca.

“De acuerdo al registro de la organización Melel Xojobal, se han incrementado los homicidios hacia niñas, niños y adolescentes por armas de fuego en Chiapas pasando de dos en 2021 a cuatro en 2023. Asimismo, el registro del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, reporta que existen más de 6 mil niñas, niños y adolescentes desplazados por la violencia de 2010 a la fecha y con estos hechos la cifra se eleva a más de 7 mil”.

Estado “pacífico”

El 23 de junio de 2023, desde su conferencia matutina que realizó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el presidente, López Obrador, describió a la entidad como una pacífica.

“Hay mucho respeto entre la gente, no se han perdido costumbres, tradiciones; no se ha roto el tejido social, hay vida comunitaria, hay mucha cultura, y esto mantiene a Chiapas como un estado tranquilo, pacífico y muy bello”.

Ese día, el presidente también señaló que Chiapas presenta “avances” en seguridad porque el gobernador asiste continuamente a las reuniones en esa temática.

“Los avances en materia de seguridad en Chiapas, también tiene que ver con la participación del gobernador.  (…) Miren, de mil 78 reuniones, mil 152, han sido conducidas por el gobernador, o sea, tiene una asistencia del 94 por ciento”.

Lejos de la perspectiva presidencial, la organización Redias ha identificado puntualmente víctimas menores de edad entre los sucesos de violencia que se están presentando en Chiapas. Por ejemplo, en Frontera Comalapa, donde en mayo pasado grupos criminales realizaron detonaciones de bombas, disparos a la población, reclutamiento forzado de hombres jóvenes y destrucción de viviendas en las comunidades Lajerío y Candelaria.

Esto ocasionó que los habitantes huyeran de sus hogares. En total fueron desplazadas al menos 3 mil 500 personas y un adolescente de 15 años falleció por una bala perdida.

Además, en los Altos de Chiapas, donde la violencia sigue recrudeciéndose y afectando la vida de personas desplazadas en el municipio de Chenalhó, Redias precisó que el 2 de junio se denunció un ataque perpetrado por un grupo armado en Polhó que tuvo como resultado un total de siete muertos y tres personas heridas de bala, entre ellos un niño de 3 años que fue asesinado y una niña de 11 años con heridas de arma de fuego en el tórax.

Casas incendiadas

Apenas este 26 de julio se informó también que miembros del grupo armado “Los Herreras”, le prendieron fuego a dos viviendas que estarían vinculadas con una organización antagónica también de corte paramilitar: “El Machete”, en el municipio de Pantelhó, en la región de los Altos de Chiapas.

El 23 de junio, cuando se le preguntó al presidente sobre la violencia que denuncia la sociedad civil de Chiapas particularmente en la “zona zapatista”, respondió que esta oleada se debe a que las organizaciones no quieren aceptar los “cambios”.

“Hay dirigentes de la llamada sociedad civil, e incluso de las organizaciones de defensa de derechos humanos, que no nos ven con buenos ojos, así de claro. (…) No quieren aceptar de que ya hubo cambios, por eso son estas denuncias.

“Es que se convirtió también en un modus de vida el tener una organización social, había organizaciones sociales en Chiapas, como arroz. Y recibían financiamiento supuestamente para ayudar a la gente y no llegaba el apoyo abajo, se quedaba en las estructuras intermedia, en los asesores, en los intermediarios”.

En respuesta a estas declaraciones, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) lamentó esta “difamación”.

“Vulnera nuestro trabajo en medio de una profunda violencia que se ha agudizado en los últimos años en el estado, y que sigue creciendo, consolidándose como un elemento estructural en los territorios de los pueblos de los Altos, Costa, la grave violencia en la Frontera Sur, Norte y Selva del estado”.