Entre el año 2012 y el 2016 la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJE) registró 178 casos de feminicidios. Solamente en 43 de ellos hubo una sentencia condenatoria contra el culpable; es decir, en dos de cada 10.
Los datos anteriores, fueron dados a conocer por el ‘Diagnóstico de la violencia contra las mujeres en razón de género en el estado de Chiapas’, elaborado por el Consorcio de Organizaciones por la Vida y la Libertad de las Mujeres y las Niñas (Covimyn), el cual destaca que la entidad fronteriza se caracteriza por el poco crecimiento económico, además del uso clientelar de los recursos y la administración de la pobreza para usos políticos, bajo contextos de corrupción e impunidad.
Justamente la impunidad es la palabra que impera en los casos de feminicidios en ese estado, debido a que la mayoría de las personas responsables de los asesinatos por razón de género no reciben castigo.
De acuerdo con el estudio del Covimyn, entre del 2012 al 2016 la PGJE enlistó 330 mujeres víctimas de homicidios dolosos y en el 53.9 por ciento inició su investigación tipificada como feminicidio.
Pese a ese porcentaje, superior a la mitad, de los casos totales de asesinato de personas del género femenino, el Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas asegura que pudieron haber sido más feminicidios, y atribuye esa falta de aplicación del protocolo para su indagatoria a las carencias de capacitación en la atención de ese delito y que las autoridades “son mesuradas al afirmar que en la entidad están incrementando los casos, todo ello cobijado por una ideología misógina y patriarcal”, señala el diagnóstico.
El Observatorio reportó que tan solo en el 2016 ocurrieron 81 feminicidios en territorio chiapaneco.
Según la propia base de datos de la PGJE, los municipios en donde más peligra la vida de las mujeres son Frontera Hidalgo, donde la tasa de feminicidios por cada 100 mil personas es de 14.4 casos, le sigue Suchiate con 13.5, Cacahoatán con 12.9, Escuintla con 12.5 y Solosuchiapa con 11.9-
Perfil de las víctimas y vínculo con agresores
Las víctimas de feminicidios registrados en Chiapas, entre 2012 y 2016 tenían en su mayoría entre 25 y 39 años. De los 178 casos, 64 pertenecían a este rango de edad, por lo que representan el 36 por ciento.
El grupo de edad de 15 a 24 años representó el segundo grupo con más casos de feminicidio en el mismo periodo; fueron 59 casos; es decir, el 33 por ciento del total.
En mujeres menores de 15 años ocurrieron 7 feminicidios. Mientras que de 40 a 59 años fueron 30 casos y de 60 o más años fueron 18, por lo que ambos grupos representaron el 17 y 10 por ciento del total, respectivamente.
La mayoría de las víctimas de feminicidio, en el 35.3 por ciento de los 178 casos, según el diagnóstico, solamente habían estudiado la primaria. El 18 por ciento no tuvo ningún tipo de instrucción educativa. El 15.7 por ciento terminó la secundaria, un 10.7 por ciento el bachillerato y un 8.5 por ciento la licenciatura. Del 11.8 por ciento restante, no se obtuvieron datos de sus estudios.
En la clasificación de feminicidios por ocupación, el 47.8 por ciento de mujeres víctimas era ama de casa, el 18.5 por ciento se desempeñaba como empleada y el 8.4 por ciento como estudiante. El resto, se distribuye entre comerciante, profesora, campesina, jubilada, vendedora ambulante, servidora pública o desempleada.
En el caso de los agresores identificados por la PGJE en cuanto al vínculo o parentesco de la víctima con el responsable, en el 34.2 por ciento de los casos fue la pareja sentimental, en el 14.6 por ciento era un conocido o vecino, en el 13.5 por ciento no se obtuvieron datos, en el 11.2 por ciento era su cónyuge, en el 10.1 por ciento fue un familiar y en el 9 por ciento fue su expareja sentimental o exesposo.
