La crisis que viven hoy el PRI y el PVEM en Chiapas es la de un rompimiento anunciado.
La imposición del senador Roberto Albores Gleason como precandidato a la gubernatura por el PRI hizo estallar un conflicto que llevaba meses incubándose, entre el tricolor y el Verde y al interior del propio PVEM.
Ese rompimiento ha llevado a que decenas de militantes del PVEM, algunos con fuertes estructuras de base, abandonen el partido y se lleven con ellos a quienes los apoyan.
Los pevemistas que renunciaron a sus cargos como diputados locales y a su militancia en el partido, son cercanos al gobernador Manuel Velasco, único mandatario del PVEM en el país.
Tras la asignación de Albores, 14 de los 16 diputados locales del Verde se declararon como bancada independiente en el Congreso de Chiapas
La presión para no concretar esta coalición podría venir de la casa de gobierno de Chiapas.
Este martes se vence el plazo para registrar las coaliciones rumbo a la gubernatura y, aunque el pacto PRI-PVEM ya se pactó en el centro del país, podría no concretarse en el último momento.
Esto pone en riesgo el éxito de la campaña no solo de Albores Gleason, sino del presidenciable del tricolor José Antonio Meade, porque ahora tendrán como adversarios no solo a la Oposición, sino a quienes antes eran sus aliados.
Las deserciones del PVEM podrían beneficiar directamente a los partidos opositores; con algunos, incluso, estos pevemistas rebeldes ya han tenido acercamientos.
Manuel Velasco es el único gobernador del PVEM en el país.
Para fungir como operador electoral en Chiapas, la entidad más pobre del país, el PRI nacional envió como delegado del tricolor a Luis Enrique Miranda, quien hasta el 10 de enero pasado era secretario de Desarrollo Social, dependencia que maneja los programas de combate a la pobreza.
PVEM se desgaja
La precandidatura de Roberto Albores Gleason pegó no solo en la relación del PVEM con el PRI, sino que fracturó al propio Partido Verde.
El pacto de coalición del PRI y el PVEM para las elecciones de Chiapas se hizo en la capital del país, entre las cúpulas de ambos partidos, sin antes pasar el acuerdo a los militantes en el estado para que lo palomearan.
Sin embargo, esta coalición todavía no se registra ante las autoridades electorales.
La imposición de Albores provocó que el presidente estatal del Verde, el diputado local Eduardo Ramírez Aguilar, conocido como el “Jaguar Negro”, renunciara a la dirección del partido y a su militancia.
La amenaza de la renuncia de los alcaldes emanados del PVEM también está latente.
En julio pasado, diputados, alcaldes y militantes del PVEM en Chiapas pidieron a su partido que tomara conciencia de su fuerza en la entidad para competir solos en el 2018, incluso en la elección presidencial.
“Llegó la hora del Verde (…) Así como el Verde en el estado de Chiapas ha demostrado tener sensibilidad para postular candidatos competitivos e identificados con las causas populares, pasando de gobernar tan solo 4 municipios en 2001 a ganar la gubernatura en 2012 y obtener la victoria en 59 municipios en 2015 que representan 3 millones 500 mil chiapanecos”, pidieron los pevemistas.
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Contrario a lo que sus militantes pedían, los liderazgos nacionales del PVEM, encabezados por su vocero nacional, el senador Carlos Alberto Puente, y Jorge Emilio González, el “Niño Verde”, amarraron la coalición con el PRI a nivel nacional y también a nivel estatal.
Después de la desbandada de militantes del Verde, el vocero nacional de ese partido, Carlos Alberto Puente, negó que ya estuviera definida la candidatura al Gobierno estatal.
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“El Partido Verde va a construir un acuerdo de coalición con reglas claras de participación para quienes quieran inscribirse dentro de nuestro instituto político, del Revolucionario Institucional y de los demás partidos que estén interesados.
“No va a haber una decisión unilateral de parte de nadie, sino que va a ser la inclusión y a través de la definición que estamos construyendo en estos momentos por todos los involucrados”
Puente dijo no aceptar la renuncia de los diputados y del dirigente estatal. Un día antes, sin embargo, Ramírez Aguilar encabezó un mitin al que acudieron cientos de personas, en el que rechazó lo que llamó “la imposición desde el centro”.
Se acomodan las piezas
A pesar de las fricciones que hay entre los aliados, ayer Roberto Albores Gleason se registró como precandidato del PRI a la gubernatura.
Después de registrarse, Albores dijo que buscará a quienes renunciaron al Verde para concretar la alianza porque él mismo ha ido con ellos en sus cargos públicos.
“Tengo un profundo aprecio por la militancia verde; he sido diputado federal del PRI y el Verde; senador suplente por el PRI-Verde; soy senador por el PRI-Verde”, recordó.
Este martes se vence el plazo para que los partidos registren su solicitud de coalición para la gubernatura y también arrancan las precampañas a la gubernatura.
Los otros partidos también ya han tomado definiciones sobre quiénes serán sus candidatos al gobierno estatal.
Por la coalición de Morena-PT-PES se registró Rutilio Escandón, magistrado presidente del Poder Judicial de Chiapas.
En el caso de la coalición PAN-PRD-MC todavía no se registra, pero ya tiene a varios aspirantes para encabezarla.
Se trata de María Elena Orantes, quien se registró como precandidata por Movimiento Ciudadano; el expriista José Antonio Aguilar Bodegas; y quizá el propio Eduardo Ramírez Aguilar, quien acaba de dejar el Verde este fin de semana.
