Chapultepec y su batalla contra la desconfianza

“¿Por qué creerles ahora?”, le pregunta Efrén Rivera, un vecino de la Delegación Cuauhtémoc, a Simón Levy, director de PROCDMX y promotor del polémico proyecto Corredor Cultural Chapultepec.

“Las autopistas urbanas han sido un fiasco… la Línea 12 del Metro fue un fiasco… Masaryk igual… ¿cómo creerles ahora si históricamente nos han fallado?”.

Levy intenta convencer al vecino de las diferencias que tiene esta obra con las mencionadas. 

En la regeneración de la avenida Chapultepec, le aclara, no habrá dinero público invertido, sino que se construirá con capital de riesgo aportado por un inversionista. 

Una situación que supone que obligará a los empresarios a cumplir con los plazos de la obra.

Y Levy agrega más en su defensa: habrá transparencia en el manejo del fideicomiso con la emisión de certificados bursátiles para que cualquier ciudadano pueda ser socio del negocio.

El ciudadano está en lo suyo.

“Es lo mismo que nos han dicho siempre”, le responde escéptico el inconforme al funcionario del gobierno que encabeza Miguel Ángel Mancera.

Transformar con dinero privado

La enorme desconfianza que tienen los capitalinos hacia las obras públicas de sus autoridades es el principal obstáculo que enfrenta el megaproyecto de construir un paseo peatonal elevado de más de 110 mil metros cuadrados sobre esta avenida.

En la Ciudad de México nadie se opone a la necesidad de intervenir esta caótica vía por el tránsito vehicular. Cruzar actualmente la avenida Chapultepec para el peatón y ciclista representa practicar un deporte extremo. 

Las banquetas –angostas y deterioradas- están invadidas por comercio informal. 

La mayor parte de los edificios habitacionales ubicados sobre la avenida están abandonados y hay pocos comercios operando.

“No puede haber centrifugación donde ya está todo abandonado”, dice Levy, director de PROCDMX, la empresa paraestatal creada para promover en la Ciudad de México proyectos de Asociación Públicas Privada.

La avenida Chapultepec requiere urgentemente someterse a un proceso de regeneración urbana para aumentar el espacio público e implementar un programa de movilidad sustentable que incluya ciclovías y adopte el sistema de transporte Metrobus.

El proyecto contempla intervenir la avenida Chapultepec, comprendido desde la calle de Lieja hasta la Rotonda de Insurgentes, donde se habilitará un anfiteatro público como un foro artístico.

Será un corredor de más de 1.5 kilómetros donde habrá un parque peatonal, ciclovía y más de un 70 por ciento de más árboles.

El proyecto fue diseñado por el arquitecto Fernando Romero, quien también participa en la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, junto con Norman Foster.

El esquema financiero del Corredor Cultural Chapultepec –uno de los temas más polémicos de la obra- pretende que la obra no se lleve a cabo con recursos públicos, sino exclusivamente dinero privado.

La obra tiene un costo de mil millones de pesos, que serán aportados por el Banco Invex y sus socios, que ganaron el contrato otorgado por el gobierno capitalino.

Además, Invex aportará mil 700 millones de pesos más para el mantenimiento del proyecto durante los 40 años que durará la sociedad con el Gobierno capitalino.

Invex no lo hará gratis, por supuesto.

El banco construirá dentro del corredor peatonal un centro comercial de 14 mil metros cuadrados en el espacio donde actualmente opera el estacionamiento de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

“Estos 14 mil metros permiten financiar el 100 por ciento de la obra, que no se utilice un solo peso de dinero público, que no se utilice deuda y no se contrate financiamiento que a la gente le cueste”, aclara Levy.

A diferencia de los esquemas públicos privados en México, el que se utilizará en Chapultepec exige de entrada que el inversionista aporte capital de riesgo para la obra con la intención de que los retrasos en la obra -en caso de que ocurran- sean en perjuicio también para los inversionistas.

La otra innovación que propone el plan financiero es que el Gobierno capitalino sea socio del proyecto, lo que le permitirá recibir una parte de los ingresos cuando inicie la operación del centro comercial.

‘Escucharemos, pero la obra va’

La obra ha provocado críticas y cuestionamientos por parte de algunos comités vecinales que se oponen al proyecto y de legisladores de la Asamblea capitalina, principalmente los que pertenecen a Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador.

El próximo 26 de septiembre el Gobierno de la Ciudad de México llevará a cabo un ejercicio de participación –que no tendrá carácter de consulta pública y no será vinculante- en la cual se preguntará a los habitantes de la delegación Cuauhtémoc si el parque lineal lo quieren elevado o a nivel de calle.

No se consultará si la obra se construirá o no.

“La obra va”, asegura Levy.

“Escucharemos a la gente. Pero no se preguntará si se hace o no se hace. El gobierno está decidido a intervenir la avenida y aumentar el espacio público, pero vamos a escuchar las propuestas y sugerencias de la gente”.

Levy reconoce que el proyecto está pagando por la desconfianza que tienen los capitalinos por las obras públicas que han llevado a cabo las administraciones de la Ciudad de México, como el segundo piso del Periférico, Línea 12 del Metro y la remodelación de la calle Masaryk en Polanco.

“La gente está muy molesta porque no confía en el Gobierno por las tardanzas de las obras públicas”, admite Levy, “como se dice: la burra no era arisca”. 

La regeneración urbana

> El proyecto del Corredor Cultural Chapultepec contempla intervenir la avenida Chapultepec, desde la calle de Lieja hasta la Rotonda de Insurgentes.

> Será un corredor de más de 1.5 kilómetros donde habrá un parque peatonal, ciclovía y un 70 por ciento de más árboles.

> Se habilitará un anfiteatro público como foro artístico.

> El esquema financiero del Corredor Cultural Chapultepec pretende que la obra no utilice recursos públicos, sino exclusivamente dinero privado.

> La obra costará mil millones de pesos, que serán aportados por el Banco Invex y sus socios, ganadores del contrato otorgado por el Gobierno de la Ciudad de México.

> Invex aportará mil 700 millones de pesos más para el mantenimiento del proyecto durante los 40 años que durará la sociedad con el GDF.