César Hank, el político músico y rastafari de Baja California
César Hank, líder estatal del PES en Baja California, platica con Reporte Índigo sobre la importancia de su partido como oposición, las decepciones de la actual administración y cómo combina su vida de músico y político
Rubén ZermeñoCésar Eduardo Hank Inzunza es el heredero de una tradición política que comenzó con el histórico líder del Grupo Atlacomulco, su abuelo Carlos Hank González. Al igual que su padre, el expresidente municipal de Tijuana, Jorge Hank Rhon, el actual líder del PES confiesa que es muy fan de lo único y que está orgulloso de no ser un político tradicional de traje, corbata y zapatos.
Viste de morado, casi siempre con turbante en honor al movimiento rastafari etíope que comenzó en 1958 Emmanuel Charles Edwards, conocido como el “Cristo Negro”. En su ajuar no hay joyas ni prendas lujosas a pesar de que su herencia también incluye la solvencia económica.
César es músico, rastafari, activista, gestor cultural y político.
Su discurso, no es un discurso político. Las palabras que salen por su boca, enmarcada por una barba sin límites ni controles, tienen su origen en la improvisación de una mente ágil y el ritmo de un compositor. El mensaje es claro: conmigo se habla de justicia social, protesta e inclusión.
“Muchas veces me han cuestionado por qué no va el arte con la política, pero si escuchas mis canciones de hace 20 años, de mi primer disco, te darás cuenta que hablo de legalizar la mariguana, de denuncias sociales por los asesinatos, toda una variedad de temas sociales y políticos.
“Y escuchas mi discurso de hace un mes o hace una semana y son bastantes similares, seguimos en la misma línea y haciendo lo mismo”, confiesa el político.
Como músico, una de las máximas influencias de Hank es la banda emblema del “flower power” en California de los sesentas, Grateful Dead.
“La música siempre ha reflejado los movimientos históricos, los movimientos políticos, los sociopolíticos. Grateful Dead marcó un cambio en la contracultura de los sesentas y en toda una generación de ‘flowerchilds’. Soy muy fan, me llama mucho la atención que siempre están sincronizados con los temas políticos, además de que musicalmente son un fenómeno como ningún otro”, comenta.
Su otra columna musical es el reggae y su bandera la resistencia rastafari.
-Los sesentas estuvieron marcados, además de por una fructífera innovación musical, por ser una década de revoluciones sociales e idealistas. Actualmente, muchas de esas ideas se reciclan y no hay líderes con esa fuerza. ¿Sueñas con ser uno?
“Me he estado convirtiendo en esa figura y esa responsabilidad he estado tomando. Estoy bastante orgulloso de poder ser la voz de muchos gremios que históricamente no han tenido voz en la política.
-Muchos de los temas de tu agenda se pensaba en 2018 que se materializarían con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, pero no ha sido así, ¿Qué opinas al respecto?
“Cuatro T, nos pusieron un cuatrote. Efectivamente, votamos por él, me incluyo, por los posicionamientos que hizo, pero nos dimos cuenta que usurpaba ser un movimiento progresista de izquierda, anticonservador y resultó ser un conservador anticonservador, es decir, un discurso anticonservador pero con acciones y posicionamientos 100 por ciento conservadores en todas sus formas.
“Estamos viviendo un gobierno conservador preditactorial, a un pasito de ser una dictadura autoritaria en la que ‘no se habla de Bruno, no, no, no’, no se puede hablar de Bruno, no se puede hablar de la verdad”, ironiza.
La primera decepción con la actual administración para César Hank vino cuando el Gobierno federal redujo el presupuesto para la cultura en Baja California y las demás entidades.
“Desde que entró el Cuatro T se fue el presupuesto de 15 millones de pesos a 10, luego a seis millones de pesos, uno y a cero. Cuando el presidente era candidato y nos dijo que iba a doblar el apoyo a la cultura porque un ‘pueblo sin cultura no tenía evolución’, yo entendí que nos iba a dar el doble, no doblar a la mitad y luego a la mitad hasta que quedara toda doblada y no hubiera nada”, acusa.
El caso de Baja California para César Hank
Durante las elecciones estatales de Baja California del 2021, el Partido Encuentro Solidario (PES) se convirtió en la principal fuerza de oposición a Morena en la entidad tras conseguir casi 350 mil votos.
“Para mi los partidos tradicionales (PAN, PRI y PRD) ya perdieron toda credibilidad por su alianza, aparte de su historia. El Verde y el PT no tienen razón de ser, no tienen decencia y no tienen nada. El Verde es el partido más hipócrita de la historia porque de ecologistas tienen lo que yo de astronauta y yo soy mil veces más verde que ellos.
“Competimos directamente por la gubernatura contra Morena y desaparecimos a todos los demás del mapa. (…) Fue una elección de Estado, me parece muy raro que nosotros llegamos casi a nuestra meta y ellos de la nada doblaron todas las elecciones históricas de Baja California. ‘No lo sé Rick, me parece muy raro’. Ahora el reto es consolidarnos como primera fuerza de oposición en Baja California, que lo somos, y prepararnos para el 2024 para ser una opción real y derrocar a Morena”.
-César, ¿Qué canción le dedicarías al presidente?
“Lo más grave en este México del Cuatro T es la violación diaria a todos los derechos humanos. Por eso el PES en Baja California estamos en defensa de todos los derechos de todos los humanos. Le dedicaría una canción de Morodo, que es un rastaman español, y dice así: ‘Yo también quiero ser presidente, es un negocio que hoy en día es muy pudiente, solamente tengo que engañar a la gente y no preocuparme de que el mundo es diferente’.
“Pareciera la canción del presidente, porque existen dos realidades, una en la mañanera, pero en cuanto termina comienza la realidad que vive el resto de México en donde todo lo que dijo no es cierto”, concluye.