Centros de acopio para damnificados de Acapulco, sin transparencia ni vigilancia

La mayoría de los lugares de recolección ciudadanos que se han habilitado carecen de supervisión, infraestructura y personal para distribuir los productos, lo que abre la posibilidad de un mal manejo de los víveres que se obsequian
Daniel Flores Daniel Flores Publicado el
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El llamado a donar alimentos de primera necesidad para los miles de damnificados que dejó el huracán Otis tras su paso por Acapulco ocasionó que se habilitaran decenas de centros de acopio en todo el territorio nacional para ayudar a las víctimas del desastre natural.

A la par de lugares de recolección instalados por la Cruz Roja Mexicana e instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), se han abierto otros que carecen de mecanismos de control y vigilancia.

La euforia por ayudar propició que empresas, organizaciones civiles y hasta ciudadanos de varias partes del país coloquen carteles que llaman a la entrega de víveres de todo tipo para la población guerrerense sin que necesariamente cuenten con la capacidad o logística para distribuir estos productos.

A diferencia de la Cruz Roja o de las universidades públicas, estos espacios son temporales y no cuentan con protocolos de supervisión, clasificación y, mucho menos, tienen la capacidad para distribuir los alimentos que reciben como ayuda humanitaria.

Reporte Índigo corroboró la falta de mecanismos de rendición de cuentas y transparencia en al menos 10 centros de acopio que se han instalado en diferentes puntos de la Ciudad de México y el Estado de México.

Aunque la mayoría de ellos no cuentan ni con el espacio para resguardar la ayuda, en el municipio de Texcoco, Estado de México, se han habilitado por lo menos tres centros de acopio particulares ajenos al de la Presidencia Municipal.

Con cartulinas y una redacción confusa, se llama a donar alimentos, agua, ropa, artículos de higiene, así como suministros médicos y otros recursos que son necesarios cuando se vive un desastre natural.

“Lo que puedas traer es bien recibido, de preferencia se aceptan artículos de primera necesidad como comida enlatada, agua y algunos medicamentos, pero si solo tienes ropa es bien recibida. Con gusto serán enviados a Guerrero”, dice uno de los encargados de estos centros de acopio.

Al visitar otros establecimientos que se promocionan como “centros de acopio” en otros municipios mexiquenses, se pudo confirmar que no hay ninguna especie de clasificación y embalaje de los productos que se entregan. Solo se guardan en bolsas de plástico transparente.

Las personas que reciben los víveres únicamente se comprometen a que serán distribuidos –en algún momento– en la zona afectada y que de ninguna manera serán utilizados para otros fines.

La incertidumbre de ayudar

Mientras tanto, en la Ciudad de México, se comprobó que múltiples centros de acopio son gestionados primordialmente por voluntarios y organizaciones no gubernamentales, quienes aceptan donaciones todos los días de alimentos no perecederos como agua, productos de limpieza e higiene y otros artículos considerados esenciales.

No obstante, aquí también predomina la falta de supervisión y transparencia de estos suministros, lo que ha generado inquietud entre las personas que asisten a donar, pues no saben a ciencia cierta qué manejo y almacenamiento se les brinda a estos artículos o productos y si en verdad son entregados a quienes más lo necesitan.

Tampoco se especifica si estos alimentos se entregan a la Cruz Roja o alguno de los centros de acopio oficiales de forma eventual.

A nivel nacional también se contactó a otros diez lugares que se promocionan en redes sociales, los cuales solo brindaron una lista de los productos que se pueden donar y la promesa de que serán enviados a Acapulco.

Hasta el momento, el Gobierno federal, organizaciones civiles e instituciones educativas han habilitado 52 centros de acopio a lo largo y ancho del territorio nacional para la recepción de víveres para la zona costera de Acapulco.

Piden donar a instituciones de confianza

A medida que se entregan víveres en los centros de acopio y la emergencia en Acapulco se prolonga, ciudadanos y organizaciones civiles piden que se garantice que los recursos se utilicen de manera efectiva y lleguen a su destino.

Carlos Freaner Figueroa, presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, una de las principales instituciones dedicadas a la gestión de ayuda humanitaria en la última década, sostiene que cuentan con protocolos rigurosos de recepción y clasificación de los alimentos que reciben.

El directivo insiste en que el sistema con el que trabajan permite que se entreguen, de forma infalible, cada uno de los víveres que ha donado la ciudadanía para los damnificados de la costa.

“Todo se empaqueta en despensas y se manda en transporte directamente a un punto específico, en este caso: Acapulco. Hemos comenzado a distribuir ayuda a comunidades y colonias de toda la costera”, precisa.

52 centros de acopio se han aperturado por dependencias gubernamentales, instituciones educativas, gobiernos estatales, el Congreso de la Unión y organizaciones civiles tras el paso de Otis en Acapulco. Foto: Especial
52 centros de acopio se han aperturado por dependencias gubernamentales, instituciones educativas, gobiernos estatales, el Congreso de la Unión y organizaciones civiles tras el paso de Otis en Acapulco. Foto: Especial

El presidente de la Cruz Roja reconoce que, si bien varias empresas de prestigio se han pronunciado para ayudar a las personas que resultaron afectadas por el paso del huracán Otis, también hay otras que no cuentan con identificación social y puede ser riesgoso que participen en esta dinámica.

“Por eso es importante que la gente done en instituciones ampliamente reconocidas. Lo que no tienen las otras es la estrategia y el protocolo adecuado para llevar a cabo esta labor”, sostiene Carlos Freaner.

De acuerdo con el protocolo de la Cruz Roja Mexicana, todo alimento donado para una emergencia o desastre natural debe ser empaquetado en cajas de cartón de las mismas dimensiones y deben contar con la leyenda: “Ayuda humanitaria” y “Prohibido su venta”.

Además, desde que se reciben los víveres, los voluntarios revisan el estado de los alimentos que se obsequian, los cuales deben estar en óptimas condiciones.

Posteriormente se clasifican por alimento o artículo de limpieza los productos y son guardados en cajas de cartón y trasladados en camiones que tienen como ruta el estado de Guerrero.

Desdén a partidos y dependencias

Al llamado de ayuda se han sumado dependencias gubernamentales, alcaldías y hasta partidos políticos que también han adaptado lugares que sirven para la recepción de alimentos de primera necesidad.

Todas las dependencias del gobierno de México se sumaron a esta iniciativa de recaudación; sin embargo, a dos semanas de este fenómeno meteorológico, las áreas de donación lucen vacías y, en otros casos, la ciudadanía que ha llegado a preguntar cuáles son los productos que se pueden donar, no reciben respuesta oportuna.

Las sedes de los partidos políticos son un claro ejemplo de la mala organización que impera y la falta de convocatoria que tienen. En el edificio del Partido del Trabajo (PT), solo algunas personas han llegado a pedir información.

La ciudadanía ha rechazado el llamado de los diversos institutos políticos y del Gobierno federal para que les entreguen sus donaciones por cuestiones de desconfianza e incertidumbre. Foto: Especial
La ciudadanía ha rechazado el llamado de los diversos institutos políticos y del Gobierno federal para que les entreguen sus donaciones por cuestiones de desconfianza e incertidumbre. Foto: Especial

“Pedimos informes porque nos queda más cerca de nuestro domicilio venir aquí, pero no había nadie y la puerta estaba cerrada. El de seguridad nos comentó que regresáramos más tarde”, cuenta Alejandra Martínez, vecina de la colonia Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.

Un escenario similar viven las sedes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), lugares que lucen semi vacíos y con poca convocatoria.

En tanto, el edificio que alberga al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Ciudad de México, tampoco ha tenido una respuesta favorable por parte de la ciudadanía, pues el albergue que instalaron no ha recibido donativos constantes por parte de los vecinos.

Únicamente algunos militantes resguardan el inmueble y se mantienen por algunas horas para ofrecer información sobre los productos que se pueden regalar para la zona devastada de Guerrero.

“#NoDones”, el llamado a no regalar alimentos

A través del hashtag “No Dones”, usuarios de redes sociales lanzaron esta petición para que la ciudadanía no regale alimentos a los centros de acopio que instalaron la administración federal y los partidos políticos.

Bajo la leyenda: “Marca tus donaciones y hazlo directamente con la Cruz Roja”, decenas de usuarios en X se han volcado a denunciar la falta de confianza que existe sobre el destino de las donaciones que se realizan en especie.

Incluso recriminan a las autoridades locales, estatales y federales la falta de claridad sobre el destino de los productos que ha donado anteriormente la ciudadanía en emergencias como el sismo del 19 de septiembre de 2017 y otros desastres naturales en años pasados.

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