El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, advirtió que celebrar de manera presencia el Día de la Virgen el 12 de diciembre podría representar una experiencia explosiva de contagios de COVID-19.
Durante la conferencia de las 19:00 horas, el funcionario señaló que millones de personas se desplazan desde distintos estados hacia la capital del país, las cuales podrían regresar enfermas a sus casas y aumentar la propagación del virus.
“Se estima que hasta seis o siete millones de personas se desplazan de todos los rincones del país, es un evento de altísimo riesgo de contagio, puede convertirse en una experiencia explosiva de propagación a todo el país.
“Que lamentablemente podría revertir el éxito que se tiene en 20 entidades federativas que ya se encuentran en una fase de descenso”, señaló López-Gatell y precisó que la Iglesia Católica ya trabaja en la manera de hacer la celebración sin aglomeraciones.
Esto luego que este miércoles cientos de personas se dieron cita desde temprano en la iglesia de San Hipólito en la Ciudad de México para venerar el día de San Judas Tadeo, pese a todas las advertencias por un posible repunte de la epidemia.
Respecto al Buen Fin, el subsecretario advirtió que los contagios pueden aumentar si un gran número de personas se aglomera en las plazas comerciales o en los espacios públicos donde se lleve a cabo venta de artículos.
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“De acuerdo con el semáforo naranja, que es lo que en este momento tiene la Ciudad de México, no corresponde tener este tipo de eventos masivos, tendría que hacerse de una manera regulada.
“Apoyamos lo que está haciendo la Dra. Sheinbaum para mantener una participación social en las distintas actividades públicas de forma organizada”, agregó el subsecretario desde Palacio Nacional.
López-Gatell insistió que el Gobierno de México no utilizará medidas coercitivas para que la población cumpla las medidas de seguridad, por lo que se limita a hacer recomendaciones.
Insistió que es falsa la afirmación que si todas las personas usarán cubrebocas, en seis semanas terminaría la epidemia, pues no existe una base científica para sustentar dicha hipótesis.
