CDMX registró más de 50 situaciones de emergencia por huachicoleo en este sexenio

Las tomas clandestinas de combustible ponen en riesgo a la población de la Ciudad de México, donde las actividades de huachicol se han concentrado en seis alcaldías durante la presente administración
José Luis Ramos José Luis Ramos Publicado el
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Los ductos de combustible en la Ciudad de México (CDMX) son blanco del robo de distintos tipos de hidrocarburos, mejor conocido como huachicol, situación que en lo que va de 2024 ha prendido las alarmas en varias alcaldías, y alertó a las autoridades de Protección Civil de la capital.

Según datos proporcionados vía transparencia a Reporte Índigo por Petróleos de México (Pemex), la paraestatal encontró más de 170 tomas clandestinas en la CDMX durante los últimos seis años, siendo 2018 y 2023 los lapsos con mayores hallazgos.

A pesar del combate que se planteó la administración federal contra el huachicoleo al inicio del actual Gobierno, los ductos que transportan el combustible representan un jugoso botín para organizaciones delictivas que operan, incluso, con redes de túneles que usan a domicilios particulares como fachada.

Solo en 2024, el riesgo por fugas y tomas clandestinas de combustibles como gasolina y turbosina se puso de manifiesto en alcaldías como Iztacalco y Gustavo A. Madero (GAM), donde los capitalinos han reportado explosiones y fuertes olores a hidrocarburos en el drenaje.

De acuerdo con los registros de Pemex y la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SEGIRPC), el robo de combustible en la CDMX se concentra en seis alcaldías: Azcapotzalco, Venustiano Carranza, GAM, Iztacalco, Tlalpan y Miguel Hidalgo.

Más de 50 emergencias

Desde el 2018, la Dirección General Táctico Operativa de la SEGIRPC, ha registrado 54 situaciones de emergencia relacionadas con el robo de combustibles como gasolina, diesel y turbosina en la capital, de las cuales, el 37 por ciento (20 incidentes) ocurrieron en demarcaciones como Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Iztacalco y Gustavo A. Madero en 2023.

Le siguen 2022 y 2020 con nueve registros , respectivamente; 2019, con seis; 2018 y 2021,  con tres situaciones de emergencia; y 2024, con cuatro hasta el mes de mayo, de acuerdo con la respuesta que la dependencia capitalina dio a la solicitud de información 090163224000590.

Entre las emergencias atendidas por las autoridades de Protección Civil locales durante el año en curso, destaca lo denunciado por habitantes de las colonias Aragón y Cuchilla del Tesoro, que a inicios de junio reportaron un fuerte olor a combustible en las coladeras y agua turbia en sus hogares.

Las autoridades atendieron la emergencia solo después de que los vecinos de la zona bloquearan vialidades por el olor que se propagó en diversas colonias desde semanas atrás.

Luego de acudir a la zona y sostener una reunión con los colonos, Myriam Urzúa, titular de la SEGIRPC, confirmó el hallazgo de tomas clandestinas, descartó el riesgo de explosión y anunció acciones de limpieza acompañadas de la inhabilitación de los ductos perforados.

Como resultado de esto, las autoridades encontraron túneles y al menos nueve tomas clandestinas en el ducto de Pemex, una de las cuales estaba al interior de un domicilio en la colonia San Juan de Aragón.

Sin embargo, en las primeras horas de julio, una explosión  por acumulación de combustible en los linderos de la alcaldía GAM con el Estado de México, justo en la colonia Ciudad Lago del municipio de Nezahualcóyotl, sorprendió a los habitantes de la zona, afectó al menos a 30 viviendas y puso en entredicho la garantía de las autoridades de la CDMX, quienes descartaron previamente el riesgo de explosión.

Los registros que Pemex compartió a este diario a través de la solicitud de transparencia 330023824005364, señalan que Azcapotzalco y Tlalpan son las demarcaciones en las que más han hallado tomas clandestinas en los últimos seis años, con 44 y 77, respectivamente.

Después le sigue la  GAM con 18;13 en Miguel Hidalgo, 11 en Venustiano Carranza y ocho en Iztacalco.

Por otra parte, la Unidad de Estadística Jurídica de Pemex registró 166 denuncias entre 2018 y mayo de 2024 por el delito de robo de hidrocarburo en su modalidad de toma clandestina, de las que el 46 por ciento corresponden al robo de gasolina; el 49 por ciento se registraron únicamente como “hidrocarburo”; y el resto responden al robo de gas, diesel, crudo y turbosina. Cabe aclarar que una denuncia puede estar integrada por el hallazgo de varias tomas clandestinas.

Riesgo inminente

Especialistas como Rodolfo Raúl Cobos, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana (UP), señalan que la concentración de las tomas clandestinas en algunas zonas de la CDMX, corresponde a la distribución de los ductos que transportan diferentes combustibles como el gas natural, la gasolina y el diésel.

Aunque, el ingeniero explicó a este medio que realizar las tomas clandestinas no requiere grandes capacidades técnicas, más que máquinas para perforaciones en tuberia cargada, también conocidas como tapping, recalcó que es una actividad sumamente peligrosa que, de algún modo, requiere información especializada sobre los ductos y lo que transportan.

“Para hacerlo, evidentemente se requiere mucha información, quiénes realizan esta actividad no van a  ir a perforar un ducto y que les salga  petróleo crudo, no les sirve para nada, como los productos con cierta refinación, como son las gasolinas, el diésel y la turbosina”, detalló el académico.

Cobos Téllez indicó que es aventurado determinar de dónde obtienen los huachicoleros dicha información, pues esta podría ser vendida o proporcionada por el mismo personal de Pemex que realiza excavaciones para la paraestatal.

El especialista abundó en que Pemex cuenta con tecnología capaz de detectar la pérdida de presión en los ductos por la ordeña de la tubería o posibles fugas derivadas del huachicoleo.

“Como operadores de los oleoductos, gasoductos o de todas estas tuberías, deben cerrar válvula y, entonces, en ese momento deja de fluir y del combustible, ya no habría posibilidad de que suceda el huachicol; sin embargo, no sé por qué siguen dejando las válvulas abiertas”, subrayó el académico.

El especialista de la UP, indicó que lo más preocupante es el riesgo al que se expone la población y recordó las tragedias de Tlahuelilpan en 2019, donde cerca de 137 personas perdieron la vida por la explosión de una toma clandestina; y la de Analco que ocurrió en 1992 en Guadalajara, que dejó un saldo de más de 200 muertos por la acumulación de combustible en el drenaje.

En este sentido, Cobos Téllez subrayó la importancia de que las autoridades atiendan a la población cuando reporta olores a combustible como ocurrió con la fuga de turbosina en la GAM durante este año, o en casos como los de la contaminación del agua en la alcaldía Benito Juárez, donde miles de personas reportaron la presencia de hidrocarburos en el suministro local.

“No acusamos a nadie, pero el que la autoridad no haga caso cuando alguien detecta olor a combustible es una omisión, es una falta tremenda de ética, de valores, no tengo calificativos, eso se debe investigar rápidamente”, sostuvo.

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