Los cauces desaparecidos de Guadalajara: desaprovechamiento de agua pluvial e inundaciones

El Programa de Desarrollo Metropolitano de Guadalajara, actualmente bajo consulta pública, establece en su diagnóstico que cientos de kilómetros de cauces han desaparecido en la ciudad durante las últimas décadas
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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La desaparición masiva de cauces y otros cuerpos de agua en la metrópoli de Guadalajara durante las últimas décadas, ha derivado en un desperdicio sistemático del agua pluvial que cae cada año sobre la ciudad, así como en una menor capacidad de recarga para los acuíferos, y en la creación de zonas de inundación con grandes riesgos para sus habitantes.

En esta conclusión han coincidido tanto el Programa de Desarrollo Metropolitano de Guadalajara que se encuentra actualmente bajo consulta pública, como especialistas de la Universidad de Guadalajara quienes recientemente advirtieron sobre las enormes cantidades de agua de lluvia que la metrópoli continúa desaprovechando todos los años.

En dicho Programa de Desarrollo Metropolitano, elaborado por el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (Imeplan), la eliminación de los cauces y otros cuerpos de agua que anteriormente existían en la ciudad, así como la alteración urbanística de aquellos que aún sobreviven, fue diagnosticada con datos precisos.

En el apartado titulado “Estado de las microcuencas, cauces y cuerpos de agua” se puntualiza que para conocer su estado se llevó a cabo una identificación de cauces y cuerpos de agua que han experimentado alteraciones o incluso desapariciones.

“Este proceso se basó en la fotointerpretación y digitalización de estos, mediante la cual se compararon sus trazos y superficies en un periodo desde las décadas de los años 40 hasta los 60, utilizando ortofotos e imágenes de satélite y se contrastaron con las condiciones actuales de los mismos”.

Los hallazgos obtenidos fueron los siguientes: “Como resultado, se identificó que aproximadamente 512 kilómetros (km) de cauces y cerca de 726 hectáreas (ha) de cuerpos de agua han desaparecido. Cerca de 383 km de cauces cuentan con algún nivel de intervención y alrededor de 60 cuerpos de agua con disminución de su superficie“.

Apenas este 15 de julio, especialistas de la Universidad de Guadalajara alertaban sobre el desaprovechamiento del agua de lluvia en la metrópoli, y exponían que una de las medidas que deberían implementarse para corregir esa situación era justamente la recuperación de los cauces que se eliminaron años atrás, considerando que algunos de estos fueron entubados.

“Convertir los suelos naturales en planchas de concreto ha provocado que el agua que no se infiltra en las tres cuencas del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) se vaya directo al drenaje; para ser específicos, se desperdician alrededor de 526 millones de metros cúbicos al año de agua, que equivale a llenar 272 veces el estadio Jalisco”, comunicó la casa de estudios.

El diagnóstico del Programa de Desarrollo Metropolitano refiere que la eliminación de los cauces para cubrirlos con planchas de concreto es una problemática particular de las áreas céntricas de la metrópoli.

“La mayor cantidad de cauces desaparecidos se concentra en la parte central del AMG, correspondiente a los municipios de Guadalajara, San Pedro Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan derivado del proceso de urbanización, mientras que en la periferia se mantienen en su estado natural o tienen algún tipo de intervención”.

Además, en los talleres participativos organizados por el Imeplan, los ciudadanos plantearon como una problemática que no se aprovecha el agua pluvial.

Río entubado

Una de las principales propuestas que hicieron los especialistas de la Universidad de Guadalajara para aumentar la captación y aprovechamiento del agua de lluvia en la metrópoli de Guadalajara fue precisamente rescatar el río San Juan de Dios, mismo que se encuentra entubado por debajo de la Calzada Independencia, en el Centro Histórico tapatío.

“desde el Cerro del Cuatro hasta la Barranca de Huentitán, (…) son 25 kilómetros. (…) es muchísima agua la que se está tirando”, expuso el académico José Arturo Gleason Espíndola.

El objetivo, por lo tanto, sería: “Que el Río San Juan de Dios vuelva correr al aire libre y limpio”, precisó la Universidad.

Las propuestas de los especialistas incluyen la creación de corredores verdes a lo largo de las riberas de los ríos principales de las tres subcuencas del Valle de Atemajac: los ríos Atemajac, San Juan de Dios y Osorio, así como la instalación de sistemas de abastecimiento de agua de lluvia en los hogares.

Sin cambios como estos, aseguraron, la ciudad continuará con el siguiente escenario descrito por Gleason Espíndola: “En Guadalajara caen alrededor de 800 y mil milímetros de agua al año. Haciendo un cálculo de lo que llueve en las tres cuencas, equivaldría a 454 estadios Jalisco al año, 877 metros cúbicos de agua. De eso, 60 por ciento, 565 millones de metros cúbicos, que son 272 estadios Jalisco, se va a los drenajes”.

Esta problemática debe ser atendida, consideran los académicos, pues dicha agua no sólo es desaprovechada, además, las inundaciones que provoca han costado pérdidas materiales y vidas humanas en los dos últimos temporales.

Arroyos borrados

El río San Juan de Dios cuyo rescate ha sido recomendado por los especialistas aparece destacado también en el Programa de Desarrollo Metropolitano, por tratarse de uno de los mayores afluentes citadinos actualmente entubado.

“Las intervenciones más relevantes se relacionan con el entubamiento del río San Juan de Dios, el cual recibe una parte de las aguas negras del área urbana de Guadalajara combinadas con aguas pluviales a través del Arroyo El Chicalote, que conserva una pequeña sección a cielo abierto en el lado sur del parque Trasloma; y con el Río Atemajac, entubado en la sección ubicada entre la Avenida de las Américas y Ávila Camacho y el resto convertido en un canal.

“Como estos casos, se identifican otros cauces y cuerpos de agua donde una gran parte de sus trazos o superficie se encuentra parcialmente intervenido o desaparecido, como son: el arroyo Osorio, San Andrés, San Ramón, El Seco, La Federacha, Presa de El Cuatro, Presa Osorio entre otros. Esta condición está estrechamente relacionada con las inundaciones y la contaminación del agua de estos”.

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