También conocida como la Masacre de Tamaulipas, el asesinato de 72 inmigrantes –14 mujeres y 58 hombres–, en su mayoría provenientes de Centro y Sudamérica (Guatemala, Ecuador y Brasil), y atribuido al cártel de Los Zetas, cumple once años de impunidad.
“4 mil 15 días han pasado desde que el 24 de agosto de 2010, 72 personas migrantes fueron encontradas asesinadas en San Fernando. Son 4 mil 15 días sin justicia, de dolor, de promesas rotas”, escribió la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho al difundir un comunicado que firmó en conjunto con otras organizaciones.
Agrupadas en el movimiento #72NadaNuevo, las 34 asociaciones firmantes, entre ellas, Casa del Migrante Saltillo, Artículo 19, Asylum Acces México, Casa Monarca, y Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho, denunciaron que, hasta la fecha, los avances son mínimos.
“En poco más de una década, los avances son mínimos: restan nueve personas sin identificar, lo que significa nueve familias que siguen sin tener los cuerpos de sus seres queridos, aun cuando sus restos fueron localizados en 2010; falta la reparación del daño y las garantías de no repetición (mientras tanto, las masacres contra personas migrantes continuaron: Cadereyta, Güemez, Camargo)”, indica el documento.
Asimismo, recopilaron los testimonios de algunos familiares de las víctimas, quienes pidieron justicia y advirtieron que, pese al tiempo que ha transcurrido, la memoria de sus seres queridos se mantiene vigente.
Finalmente, reiteraron la exigencia: “Voluntad política para que esta y otras masacres de personas migrantes pueda ser investigada por una Comisión Especial con el apoyo de organismos internacionales; una Comisión Especial e independiente que pueda atender todas las deudas con estas familias, en materia de verdad, justicia y reparación”.
Cabe recordar que dicha masacre se dio en el ejido de El Huizachal del municipio de San Fernando, ahí las víctimas fueron encerradas, maniatadas, y asesinadas con disparos de armas de fuego. Ocurrió durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa.
De los 77 migrantes reportados, 72 fueron asesinados, tres desaparecieron y dos lograron escapar, entre ellos el ecuatoriano Luis Freddy Lala Pomavilla.
Monterrey, escenario de otra masacre
El 25 de agosto de 2011, a las 15:15 horas, un comando irrumpió en el Casino Royale en Monterrey e incendió el lugar. El multihomicidio dejó un saldo de 52 muertos.
A una década de lo ocurrido, de los 15 presuntos atacantes –supuestos miembros del Cártel de Los Zetas–, tres están con sentencia y los demás continúan con procesos abiertos y obstruidos por amparos; alegan supuestas violaciones a sus derechos humanos sobre cómo fueron arrestados y argumentan que fueron torturados.
De acuerdo con el entonces gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, el ataque se llevó a cabo para asustar a los dueños, pues estos no querían pagar una cuota semanal de 130 mil pesos para poder operar y contar con protección.