Caso Jorge y Javier: ‘Tunden’ al Tec de Monterrey por presunto hostigamiento

Miembros del colectivo ‘Txdos somos Jorge y Javier’ afirman que fueron víctimas de acoso por parte de la institución a causa de su activismo
Jorge Eduardo Villagómez Aréchiga Jorge Eduardo Villagómez Aréchiga Publicado el
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Tras confirmarse que cinco militares implicados en el asesinato de Jorge Mercado y Javier Arredondo fueron condenados a 90 años de prisión por parte de un Juez de Distrito, el Tecnológico de Monterrey, institución donde estudiaban los jóvenes, fue objeto de duras críticas por parte de integrantes del colectivo ‘Txdos somos Jorge y Javier‘, quienes aseguraron ser víctimas de hostigamiento, amenazas y censura por su activismo.

A temprana hora, el Tecnológico de Monterrey, a través de sus redes sociales, lanzó un comunicado en donde se ‘congratulaba’ por la sentencia lograda el día de ayer, alabando la tenacidad de familiares y amigos durante el proceso y asegurando que seguirán inculcando a sus alumnos los ‘mismos valores’ que hicieron de Jorge y Javier personas ‘dignas de admiración’.

“Reiteramos nuestro cariño, solidaridad y admiración a sus padres, familiares y amigos por su persistencia, resiliencia y fortaleza; el Tecnológico de Monterrey siempre será su casa“, puede leerse en el mensaje.

Aunque el tono del comunicado fue de celebración, decenas de usuarios aprovecharon la ‘plataforma’ para denunciar una presunta falta de interés por parte de la institución por aclarar el caso, acusándoles de ‘encubrimiento‘ y de ‘minimizar la situación‘.

Otras acusaciones fueron, incluso, más fuertes

 

Denuncian amenazas, hostigamiento e interrogatorios

En Twitter, la cuenta oficial del colectivo ‘Txdos somos Jorge y Javier’ acusó a la institución educativa de hostigamiento y amenazas, mismas que habrían comenzado desde que se constituyeron como grupo estudiantil y habrían tenido como objetivo ‘silenciar’ los reclamos de la comunidad en torno al caso.

El grupo afirmó que, desde su fundación, sólo pretendían acompañar a los familiares de las víctimas y ‘limpiar’ el nombre de los estudiantes, a quienes les fueron sembradas armas por parte de elementos del Ejército para hacerlos pasar por miembros del crimen organizado.

Posterior a los asesinatos, afirmaron, diversas instituciones pretendieron manejar la misma versión, siendo una de ellas el propio Tecnológico de Monterrey.

…también encubrimiento

“Después de su ejecución se alteró la escena del crimen, se desaparecieron sus cuerpos, se les sembró armas, se robó su identidad y se les construyó una verdad histórica en dónde ellos eran sicarios armados hasta los dientes (…) Muchas instituciones estuvieron coludidas en esos delitos posteriores, incluyendo el mismo Tecnológico de Monterrey“, acusaron.

En su ‘hilo’, la cuenta afirma que la institución siempre ‘puso trabas’ a la hora de construir memoria del caso entre la comunidad, llegando a denunciar interrogatorios y acoso selectivo a quienes exigían una mayor responsabilidad por parte de las autoridades estudiantiles, quienes nunca aludieron al Ejército ni al Estado como responsables colaterales de la tragedia.

“Por 13 años nos dijeron que Jorge y Javier ‘murieron’ o ‘fallecieron’ por ‘cosas de la vida’; hoy por primera vez en 13 años, el Tec de Monterrey utilizó la palabra ‘asesinato’ en un comunicado frío, que esconde una historia que les debería dar vergüenza”, afirmaron.

Una usuaria llamada Paola González, integrante del colectivo, afirmó que las autoridades educativas incluso amagaron con ‘demandarlos’ al enterarse que tenían pensado protestar durante la visita al campus de Felipe Calderón, presidente de México al tiempo de los asesinatos.

De la misma forma, aseguró que detrás de la invitación al exmandatario se encontraban ‘políticos e hijos de políticos de muy alto rango‘, por lo que les convenía guardar silencio.

El reclamo fue seguido por otros usuarios, quienes contaron diversas historias en torno a la opacidad con la que se manejó el caso y la presunta complicidad del Tecnológico de Monterrey con autoridades que buscaban imponer la ‘verdad histórica’ sembrada por el Ejército y el Gobierno Federal.

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