Caso Cinépolis desata confusión

A primera hora del lunes 12 de noviembre, La Razón publicó la historia sobre la muerte de un niño de 10 años que había recibido un impacto de bala en la cabeza en plena función de cine, en las instalaciones del Cinépolis Ermita Iztapalapa, en el Distrito Federal.

Durante el transcurso de la mañana y la tarde, la noticia se viralizó en redes sociales, lo que se tradujo en dos Trending Topics que se mantuvieron populares en Twitter durante buena parte del día: con los hashtags #Cinepolis y #CinepolisAsesino. 

Con más preguntas que respuestas, la noticia generó confusión y asombro entre los usuarios de Twitter. A pesar de tratarse de la muerte de un menor de edad, no quedó excenta de bromas (algunas inapropiadas y de muy mal gusto). 

Lo que se sabe

Según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Hendrik Cuacuas, el menor de 10 años, recibió un disparo de frente y aproximadamente a un metro de distancia, el pasado 2 de noviembre.

El menor iba acompañado de su padre, Enrique Cuacuas Miranda, y su hermana de 12 años. Llevaban ya 30 minutos disfrutando de la película “Ralph, El Demoledor” en los asientos 15, 16 y 17 de la fila “G”, en una de las salas de Cinépolis. 

En entrevista radiofónica con W Radio, el padre dijo ayer a la conductora Fernanda Tapia que no escuchó ningún disparo en la sala y que solo había sentido que algo había pasado casi rosándole la oreja. Al voltear a ver a su hijo, el niño ya se estaba convulsionando y presentaba un poco de sangre en la cabeza.

Lo que siguió después, el manejo de la crisis de parte del personal de Cinépolis, es lo que ha desatado una serie de críticas por las contradicciones y la lenta respuesta oficial de la empresa.

Fue hasta las 14:24 horas  que en su cuenta oficial en Twitter dieron a conocer su postura. En un escueto comunicado, la empresa aclaró que sus empleados sí siguieron el protocolo de emergencia. Trascendió que la función fue interrumpida solo para desalojar al pequeño herido y después se reanudó. 

Se supo que el niño tenía alojada una bala en el cráneo hasta que fue atendido en el Hospital General Iztapalapa, a donde fue trasladado por personal del cine, según el comunicado de Cinépolis.

El pequeño Hendrik murió dos días después, el 4 de noviembre, por complicaciones después de la intervención a la que fue sometido. 

¿Accidente?

La información más reciente apunta a que la PGJDF tiene como principal hipótesis que la muerte del niño “se haya debido a un disparo accidental de una persona que acudió al cine portando una arma de fuego”, según dio a conocer La Razón.