Casetas de policía en abandono

Mientras la percepción de la inseguridad en la capital del País se incrementa cada día más, decenas de casetas de policía se encuentran totalmente abandonadas e incluso algunas son utilizadas para realizar actividades distintas.

Se trata de los Módulos de Vigilancia y Participación Ciudadana a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSPCDMX), de la que actualmente es titular Hiram Almeida. En total hay 409 inmuebles distribuidos de manera estratégica en las 16 delegaciones políticas y con un supuesto horario de atención de 24 horas.

De acuerdo con información de su sitio oficial, tales sitios están destinados a ser el primer vínculo entre vecinos y autoridades locales, no sólo con acciones de vigilancia, sino también de orientación para programas sociales, desarrollo y actualización tecnológica, así como el fomento de una educación cívica y una cultura sobre la prevención del delito, entre otros.

Para operar, estos centros deberían de estar conectados a los sistemas de cámaras de vigilancia de la capital, además de estar integrados por módulos zonales, de alto impacto, reciclaje, cibermódulos y participación ciudadana, para mitigar delitos como asalto a transeúnte, robo de vehículos o autopartes, daño a la propiedad ajena y lesiones dolosas.

Sin embargo, y tras recorridos en distintas demarcaciones de la capital, se constató que la mayoría de estos centros a cargo de la Policía de Proximidad ya no brindan servicio, están descuidados y vandalizados.

Rodeado de edificios multifamiliares del complejo urbano Tlatelolco, en la Delegación Cuauhtémoc, el módulo CUH09 está abandonado. Su fachada, pintada de blanco y azul con una insignia que dice Distrito Federal, se cae a pedazos por el deterioro.

“Desde que llegue acá, hace como tres años, este módulo ya no funcionaba. Quién sabe cuánto tiempo llevará así. Hace unos meses, cuando fui a un Oxxo que está cruzando la calle de Flores Magón, fui asaltado en este andador y no había ningún policía cerca… Ojalá rescataran estos lugares porque en la zona hay reportes de que asaltan, venden droga y de que incluso se mantienen encuentros sexuales y todo eso podría evitarse con la simple presencia de la policía”, señala Eduardo Rojas, vecino de la zona.

Antes casetas, hoy basureros

En la Colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, el centro de mando CUH01, en el área de estacionamiento del Mercado Francisco Sarabia, permanece cerrado. Un franelero vigila los vehículos y monta guardia bajo la marquesina de la caseta.

A escasos metros del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo, la UNAM, en la delegación Gustavo A. Madero, un módulo sin registro también se mantiene clausurado y es utilizado para montar una especie de bodega ajena a la corporación, donde yacen muebles, basura, artículos de limpieza y materiales para reciclar

“Hace un tiempo sí había policías, en moto y en patrulla, pero ya tiene como cuatro años que no se ve movimiento en la torre. Los únicos que luego andan por ahí son los que lavan los carros abajo del puente o los indigentes”, dijo Daniela Mendoza, vecina de la colonia Valle del Tepeyac.

En el cruce de la Avenida Canal de Miramontes y la Calle Álvaro Gálvez y Fuentes, en la delegación Coyoacán, el módulo COY18 cuenta con un candado que bloquea el acceso de la puerta, mientras que sus muros exhiben grafitis de distintos colores y unas escaleras llenas de bolsas de basura.

Miriam Cortés, residente de la colonia Educación, comenta que “hace como 5 o 6 años en este punto todavía se llegaban a ver policías, e incluso también en bicicleta, pero eso ya no pasa, porque a lo mucho luego se para por aquí una patrulla. Ahora estas torres ya nada más están de adorno y para que los grafiteros hagan de las suyas”.

Al interior de un parque público, ubicado en la colonia Prados de Coyoacán, destaca una construcción blanca y con rejas. Es el centro COY65, al cual le fue borrado toda evidencia de haber pertenecido a los complejos de la SSP capitalina. Sin embargo, actualmente está abandonado y con algunas pintas en su fachada.

Localizado entre la calle 28 de diciembre y la Avenida Canal de Miramontes, en la colonia Emiliano Zapata, el puesto COY65 muestra una sucia lámpara de policía averiada, así como un candado. De acuerdo con comerciantes de la zona, muy de vez en cuando llega a verse un uniformado por el sitio, pero sólo porque la caseta cuenta con un baño.

Entre comercios, accesos de transporte y remodelaciones de vía pública de la colonia Narvarte Poniente, en delegación Benito Juárez, la caseta BJU19, se mantiene con el acceso bloqueado, los vidrios rotos y la pintura descarapelada. En el interior del inmueble yace mobiliario oxidado, además de basura. Al respecto, taxistas de una base aledaña aseguraron que “esa cosa ya tiene años que nadie la ocupa”.

Con pintura reciente y los vidrios rotos, el módulo BJU06 ubicado en el cruce de las calles Heriberto Frías y Pilares, y en la misma delegación, también se encuentra olvidado.

Ante la falta de policías en el puesto, Jorge Vázquez, vecino de la zona que diariamente sale a correr al Parque Arboledas, comenta que “generalmente es seguro, aunque sí se han dado casos de asaltos dentro del parque en la noche; deberían de recuperar estos lugares, porque aparte de que parecen inversión fallida, a nadie le cae mal un poco de vigilancia”.

Estaciones promesa

En mayo de 2016 el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dio el banderazo de salida a la implementación de las nuevas estaciones de policía. Se trata de instalaciones tipo “Times Square, en Nueva York, donde la gente va caminando y se encuentran que tiene a su policía cercana”, dijo en ese entonces.

Con un costo total de tres millones de pesos por estación, a la fecha se han montado alrededor de 100 estaciones de las 110 prometidas por autoridades capitalinas para el 2017, de acuerdo con datos de la dependencia. Esto con el fin de brindar seguridad a más de 20 millones de personas y más 5 millones de vehículos que transitan a diario en la capital del país.