Casas de apoyo a migrantes en NL no cuentan con apoyo; solicitan ayuda gubernamental

Refugios de migrantes en la Zona Metropolitana de Monterrey acusan falta de ayuda por parte de las autoridades, lo que hace más difícil su labor en pro de los cientos de personas que se encuentran en tránsito
Daniel Anguiano Daniel Anguiano Publicado el
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La cantidad de migrantes que llegan a Nuevo León se ha incrementado notoriamente durante los últimos años; tan sólo de enero a noviembre de 2023 alrededor de 15 mil personas en situación migratoria irregular habrían llegado a la entidad.

A pesar de la situación, el refugio Casa INDI, el más grande en cuanto a capacidad de asistencia en la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM), denunció que el apoyo de autoridades municipales y estatales ha sido escaso e insuficiente.

En entrevista con Reporte Índigo Monterrey, el padre Felipe de Jesús Sánchez, director del refugio, señaló que, al tratarse de un obra social, el Gobierno de Nuevo León tendría que mostrar un mayor compromiso con la situación, destinando incluso una partida presupuestal que les permita solventar sus gastos de operación.

“Es una obra social, deja tú lo espiritual; es una obra social, y como tal, el Gobierno tiene que cooperar y cooperar bien, no dando dádivas”, afirmó el párroco.

Al respecto, Sánchez agregó que ya existió un acercamiento con la Secretaría de Igualdad e Inclusión, dependencia que encabeza Martha Herrera, así como con el gobernador Samuel García, reuniones en las que se analizó la posibilidad de destinar un apoyo mensual a las casas de migrantes.

Aunque la reunión fue el año pasado, Sánchez afirmó que la entrega del apoyo no fue concretada.

“Yo le pediría a la Secretaría de Inclusión y al Gobierno que haya una partida, porque sí la hay para otras casas de migrantes, donde también se sientan con la obligación de apoyar a las nuestras con, pienso yo, 120 mil pesos mensuales para aliviar los gastos (…) También podría ser que nos priven de gastos de agua, de luz, teléfono, pero sí debería haber un punto de apoyo para las casas de migrantes”, agregó.

Con respecto al municipio de Monterrey, el párroco afirmó que la colaboración ha sido escasa.

“Con Colosio (Luis Donaldo, alcalde de Monterrey), no trabajamos suficientemente, me da pena decirlo; él fue educado en una escuela católica antes de ser presidente municipal, y una vez siendo presidente, vino y nos dio productos, pero dinero, no. Nos falta más apoyo, sinceramente”, comentó.

Casa INDI es el más grande de los tres centros de atención a migrantes que encabeza la asociación; los otros dos son el albergue “Buen Samaritano”, en la colonia Nuevo Morelos, y la “Casa Santa Martha”, ubicada en la colonia Industrial, también en Monterrey; entre los tres refugios hay una capacidad máxima de atención para mil migrantes. 

‘Es un infierno’

Por su parte, Luis Eduardo Villarreal, director de Casanicolás, refugio con capacidad para 130 personas, señaló que las distintas instancias de gobierno deben enfocarse en desarrollar políticas ayuden a que el cruce de los migrantes por México deje de ser tan riesgoso.

“Por desgracia, el migrante vive un infierno en territorio mexicano; la migración no va a parar, lo que esperamos es que el gobierno tenga una política migratoria más acorde a los derechos humanos”, manifestó.

Comentó que, en su caso, han recibido atención y apoyos por parte de las autoridades de los distintos órdenes de gobierno cuando se ha requerido, incluso, con la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM).

Urge vivienda

En el caso de Casa Monarca, con capacidad de atención de 120 personas, el esquema de financiamiento para la atención al migrante proviene de diversas fuentes, mismas que no necesariamente son gubernamentales; el refugio mantiene diversos convenios, entre los que destaca el que sostienen con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Sin embargo, Luis Eduardo Zavala, director de la institución, detalló que, más allá de la asistencia y los recursos, el enfoque que debería manejarse es el de la integración de los migrantes a la localidad a través de un esfuerzo en el que participen no sólo los tres niveles de gobierno, sino el sector académico, la inversión privada y la sociedad civil.

En su caso, detalló, la urgencia es que se desarrollen políticas que permitan al migrante que se queda a acceder a una vivienda digna.

“El reto enorme que tenemos es la vivienda; estamos viendo con el municipio, a través de Fomerrey, casas que se han abandonado, tratando que a partir del gobierno local se pueda tener acceso a vivienda (…) Estamos esperando que el municipio se ponga las pilas”, dijo.

Crecen peticiones de asilo

De acuerdo a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), el número de migrantes que solicitaron refugio en Nuevo León se ha incrementado en los últimos tres años; en 2021, fueron mil 764 personas; en 2022, 2 mil 408, y para al cierre del año pasado, creció hasta a 2 mil 416 migrantes.

Con esta cifra, Nuevo León se convierte en la sexta entidad con mayor cantidad de solicitantes de refugio, número que ascendió a 140 mil a nivel nacional durante 2023.

El pasado 27 de diciembre, el Gobierno del Estado publicó el Protocolo de Atención en Flujos Migratorios y Desplazamientos Mixtos; ahí, se reconoce a la ciudad de Monterrey como una opción para las personas que requieren protección internacional.

“En el trayecto o retorno hacia y desde Estados Unidos, así como para las personas que requieren de la protección internacional, Nuevo León y el área metropolitana de Monterrey representan una opción por su dimensión geográfica, oferta laboral, capacidad económica y servicios ofrecidos”, señala el documento.

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