Casa del Migrante, bajo amenaza
La agresión realizada a la Casa del Migrante El Refugio hace unos días en la metrópoli de Guadalajara podría tratarse de una medida intimidatoria para inhibir su labor en defensa de los migrantes, advierten la CNDH y la CEDHJ
Luis HerreraLa reciente agresión que sufrió el personal de la Casa del Migrante El Refugio en la metrópoli de Guadalajara podría tratarse de algo más grave que un simple robo, como aparenta ser.
Lo más probable es que sea parte de una estrategia de intimidación con miras a que cese sus acciones a favor de los migrantes.
Así lo advirtieron la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ).
Para los organismos, la Casa del Migrante El Refugio, que dirige el sacerdote diocesano Alberto Ruiz Pérez, es un centro dedicado a la protección de los derechos y la dignidad de la población migrante que transita por Jalisco.
Los hechos en cuestión ocurrieron el 24 de octubre cuando un grupo de sujetos armados irrumpió en el refugio localizado en la colonia Cerro del Cuatro, en el municipio de Tlaquepaque, y atacó a su director Alberto Ruiz Pérez.
“Lo amagaron con armas de fuego, lo golpearon y robaron la cantidad de veinte mil pesos”, señalan las comisiones.
La versión del robo, sin embargo, parece no ser del todo convincente para la CNDH y la CEDHJ.
“Desde hace muchos años, dicho albergue para migrantes y refugiados y el padre Alberto, junto con otras personas y organizaciones de la sociedad civil, han brindado ayuda humanitaria a miles de migrantes que transitan por el Estado de Jalisco.
A decir de estos órganos defensores de los derechos humanos en el país, el allanamiento del refugio cometido por los sujetos armados amerita que la Fiscalía del Estado lo investigue con una perspectiva especializada, antes que como un simple robo.
“Ante la flagrante acción a que se ha hecho referencia, la CNDH y la CEDHJ solicitamos a las autoridades competentes que se implementen las medidas cautelares para salvaguardar la vida y seguridad de los colaboradores del albergue, así como sus instalaciones.
“Además, que se indaguen tales hechos con un enfoque diferenciado, atendiendo protocolos y directrices de investigación de las agresiones a defensores y defensoras de derechos humanos”.
Los dos organismos hicieron recordar además que las personas y organizaciones que están dedicadas a la defensa y promoción de los derechos humanos, como en este caso la Casa del Migrante, “requieren condiciones de seguridad, pues cualquier afectación en su contra vulnera no solamente sus derechos, sino también de todas aquellas personas y temáticas que representan”.
De ahí que advirtieran que estarán atentas al desarrollo de las investigaciones.
El tiempo de las caravanas
La Casa del Migrante El Refugio adquirió una gran visibilidad en el 2018, cuando se volvió una de las principales instancias de apoyo para las caravanas migrantes masivas que cruzaron por Jalisco, en su trayecto hacia los Estados Unidos.
El espacio dirigido por el sacerdote Ruiz Pérez mantuvo siempre sus puertas abiertas a las caravanas de migrantes, incluso luego de que el gobierno de Jalisco, entonces encabezado por el gobernador priista Aristóteles Sandoval Díaz, determinara el cierre intempestivo del albergue que había instalado en el Auditorio Benito Juárez..
En diciembre pasado Ruiz Pérez conversó con Reporte Indigo y dijo que durante las caravanas migrantes que se organizaron en el año 2018, el refugio llegó a recibir a más de 700 personas en un solo día, a pesar de las complejas condiciones de financiamiento que enfrenta
La labor que realiza la Casa del Migrante El Refugio se dimensiona mejor al saber que su operación se sustenta básicamente en dos pilares: las donaciones de las personas y el voluntariado de los vecinos de los alrededores, pues el sitio no recibe ningún tipo de subsidio público proveniente de alguna instancia de gobierno.
En aquella entrevista el sacerdote narró que fundó el refugio para migrantes la Noche Buena del 2011, luego de oficiar la misa de la 10 de la noche y ya cuando se disponía a trasladarse a Tonalá, para cenar con su familia.
“Pero en esa ocasión había aquí ya mucha gente, muchos migrantes y drogadictos en rehabilitación, chavos, y entonces me llegó una familia cuando ya terminé la bendición.
“Ya iba a cerrar el templo, sube las escalinatas del templo una familia, un señor, me acuerdo, con un hijo en su mano izquierda, un niño como de unos tres, cuatro años, y la mamá con un niño como de un año o menos, en los brazos.
“Bueno, yo había estado predicando eso y dije ‘¿cómo voy a dejarlos aquí?’, y pues para mí fue un signo, una señal de Dios que me dijo ‘dedícate a ellos’. En ese momento ya no fui a mi casa, ya no fui a darles el abrazo ni a cenar. Se convirtieron prácticamente en mi familia los migrantes, dije, ‘pues aquí nace la Casa del Migrante’” (“El párroco de los marginados”, 21 de diciembre de 2018).
Medidas de protección para Casa del Migrante pendientes
Aunque la CNDH y la CEDHJ son claras en solicitar medidas cautelares y de protección inmediatas en favor de la Casa del Migrante El Refugio y su personal, hasta el momento no ha habido una respuesta definitiva de las autoridades estatales ni municipales en este sentido.
El posicionamiento de los organismos del 29 de octubre pide que se garantice la seguridad del sacerdote y su equipo de trabajo, para que hechos como los ocurridos no vuelvan a cometerse con el fin de que puedan seguir realizando sus actividades en la defensa y protección de las personas migrantes y refugiadas.
El lugar funciona tanto el refugio para la población migrante, que atiende todos los días a 40 viajeros en promedio, como un comedor para niños y ancianos que están en situación de pobreza, donde se brindan alimentos para 120 personas también diariamente, sin depender de fondos gubernamentales.