Carreteras en México: peligro en todo el territorio

Además de registrar un incremento en el robo de mercancías, transportistas y automovilistas manifestaron su temor a ser extorsionados en los retenes que se ubican en todo lo largo y ancho del país
Ernesto Santillán y Joshua Hernández Ernesto Santillán y Joshua Hernández Publicado el
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De 2023 a 2024 el robo a autotransporte en las carreteras de México creció casi un 10%, delatando la vulnerabilidad en la que circulan miles de transportistas en la república; asimismo, tras consultar a trabajadores del sector, manifestaron un temor que elude el registro oficial: el miedo por ser extorsionados durante un retén.

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Los peligros en carreteras mexicanas

Conforme a lo señalado por AI 27, compañía dedicada a medir los riesgos para transportistas, en el último año se incrementaron los robos en carreteras un 9.15%; dicha cifra se basa en las denuncias presentadas por el sector y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNS).

Asimismo, la agencia señala que las entidades con mayor número de robos registrados son el Estado de México (Edomex), con el 25%; Puebla, con 21%; y San Luis Potosí (SLP), con 12%, es decir, tres entidades concentran el 58% de los robos.

Los criminales ya encontraron el modo de eludir los retenes, pues la corrupción entre los diferentes cuerpos policiacos delata la posición de los mismos.

También, destaca, de los 15 mil 937 robos registrados en carreteras en lo que va de 2024, los más robados fueron los tráiler, full y camioneta  de 5 toneladas; las horas más peligrosas fueron de las 06:00 pm a medianoche; y el insumo más robado fueron los cargamentos de víveres.

Motivo por el cual, Reporte Índigo (RI) consultó a camioneros, transportistas de 3.5 toneladas, fleteros y a conductores, así como a la propia AI27 y a un especialista en seguridad nacional para poder entender el crimen que va en aumento. En consecuencia, además de tener diversas visiones del fenómeno, se plantearon alternativas a los retenes como mecanismo favorito del Estado para resolver los problemas de seguridad en carreteras.

Testimonios de víctimas

Entre las primeras personas que brindaron un testimonio, se encuentra Adrián, de 36 años, quien ha trabajado como taxista en Edomex y ahora se dedica al autotransporte de cargas medianas en la Megalópolis (CDMX, Edomex, Puebla, Querétaro, Morelos, Hidalgo y Tlaxcala). Afortunadamente, sostiene, no ha sido víctima de la delincuencia organizada; sin embargo, no escapó de la extorsión por parte de la Policía Municipal de Ixtapaluca, misma que en un retén lo violentó y lo despojó del poco dinero que se gana como transportista.

De acuerdo con su versión de los hechos, policías del municipio de Ixtapaluca montaron un retén en el municipio de Chalco, algo que contraviene su jurisdicción, pues se instalaron fuera de la demarcación donde los uniformados deberían tener agencia. Después de detener la camioneta de Adrián, un elemento se subió al asiento del copiloto y comenzó a amedrentar al chofer, quien, al estar acompañado de su hija (una menor con autismo), cedió a la coerción y le dio 400 pesos para poder continuar circulando.

Los transportes más robados fueron los tráiler, full y camioneta ≤ 5 toneladas y las horas más peligrosas fueron de las 06:00 pm a medianoche; mientras que el insumo más robado fueron los cargamentos de víveres.

Otro caso es el de Abraham, quien asume que por cada viaje que realiza, mínimo, debe apartar 400 o 600 pesos en su cartera para sobornos, pues los policías constantemente ejercen presión durante los retenes para sacarle dinero. Los señalamientos, menciona, rayan en lo absurdo, pues, a pesar de tener toda la documentación al corriente, los uniformados siempre le dicen que no es cierto, que los papeles están vencidos o buscan alguna supuesta irregularidad inexistente en algún reglamento de tránsito.

Para no perder tiempo en la entrega de sus mercancías, el operador opta por acceder a la “mordida” que tanto le piden los policías; sin embargo, al ser un prestador de servicios, señala que esta rutina entorpece su trabajo y demuestra que la Policía no busca reducir la criminalidad en carreteras, sino que nada más busca extorsionar a la gente decente que circula por estas vías.

Los transportistas denuncian que a pesar de tener toda la documentación al corriente, los uniformados siempre les dicen que incumplen con algo.

Finalmente, está “Juan”, quien pidió anonimato en su relato, pues su padre fue violentado durante un atraco perpetrado por el crimen organizado. Lo que señala es que su papá transportaba cajetillas de cigarros en una carretera federal cuando fue emboscado por un grupo de hombres armados, quienes lo obligaron a desviarse de su ruta, sometido y golpeado. Como consecuencia, el padre de Juan quedó ciego, pues uno de los golpes que recibió, con la culata de un rifle, le desprendió las córneas. Ahora, Juan se dedica al autotransporte y señaló que la indemnización que recibió su papá por parte de la empresa para la que trabajaba es insuficiente para solucionar sus gastos corrientes.

Retenes: la falsa solución

En entrevista exclusiva para RI, Raúl Betancourt, director de Ciencia de Datos en AI27; y Alejandro Martínez, maestro de tiempo completo en la Facultad de Derecho de La Salle y profesor de asignatura en la UNAM, explicaron que, para hacer de las carreteras mexicanas más seguras, no nada más deben establecerse como medida preventiva los retenes, sino que se debe robustecer los mecanismos de vigilancia con más y mejores cámaras de seguridad, así como contar con más personal carretero que patrulle y custodie los caminos en México.

Además, advirtieron que los criminales ya encontraron el modo de eludir los retenes, pues la corrupción entre los diferentes cuerpos policiacos delata la posición de los retenes, de tal modo que los delincuentes evitan cruzar por donde están instalados estos dispositivos.

Para hacer las carreteras más seguras, se debe robustecer los mecanismos de vigilancia con más y mejores cámaras de seguridad, así como contar con más personal carretero que patrulle y custodie los caminos.

Por ese motivo, Betancourt destacó el trabajo de la empresa para la que trabaja, pues se apoya en un sistema avanzado de monitoreo respaldado por Inteligencia Artificial (IA) y personal humano que potencializan sus capacidades de seguimiento, ello para detectar cargamentos vulnerables y prestarles atención en los momentos más peligrosos, con lo que consiguieron una reducción considerable en los asaltos y una mayor recuperación de mercancías robadas a transportes custodiados por AI27.

Finalmente, los transportistas insistieron en que los retenes donde más los extorsionan son los que conforman las policías municipales y estatales, ello porque los establecidos por la Guardia Nacional (GN) han resultado, además de más confiables, respetuosos con el trato a choferes.

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