“Es un honor estar con Obrador, es un honor estar con Obrador”, cantan las personas que se encuentran formadas para visitar la Casa Miguel Alemán, dentro de Los Pinos, residencia que por más de 84 años permaneció cerrada al público.
El ambiente es de fiesta, de celebración. Para muchos de los asistentes es un hecho histórico poder ingresar a este lugar. Para otros, es la prueba de que Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México, cumplirá sus promesas de campaña.
Pancartas en contra del PRI y en apoyo de Morena, gorras y máscaras de AMLO portan los visitantes para festejar “este triunfo”.
“Todo se lo llevó el desgraciado”, dijo una de las visitantes al ver la casa vacía en dónde vivió la familia “Peña Rivera” vivió seis años. La construcción estilo francés solo cuenta con algunos muebles, como un sala, un comedor para 24 personas, una biblioteca con escritorios y una pintura de Luis Nishizawa.
La aparente opulencia con la que vivían lo ex presidentes de México ha molestado a los asistentes.
“No te pases, la habitación de Peña Nieto y La Gaviota es más grande que todo mi casa” aseguró Luis, visitante de 35 años que decidió venir hoy por “pura curiosidad”.
Ensambles de jóvenes y niños, de Fomento Musical, amenizan la tarde. Interpretan piezas clásicas para que los visitantes disfruten su recorrido.
Las filas son grandes y cómo va avanzando el tiempo crecen más. “Esto parece una tarde en Chapultepec”, dice una de las visitantes mientras espera ingresar a la Casa Lázaro Cárdenas, lugar que durante el anterior sexenio se ocupó como oficinas.
Ana Alicia Díaz vino desde Pachuca para poder entrar a Los Pinos y así celebrar la cuarta transformación. Ella cargaba un cartel que decía: “Al fin se fue el PRI”, y lo mostraba con orgullo.
“Como ciudadana voy a trabajar duro por él, porque Andrés Manuel fue primero el presidente legítimo, después fue el presidente electo, ahora es el presidente constitucional y estoy segura que se convertirá en el presidente de los corazones de todos los mexicanos”, indicó la “chaira fifi”, apodo con el que se autonombra Ana Alicia.
“Lo logramos, lo logramos. Ya llegamos y no nos iremos”, grita la gente al entrar. La emoción en sus rostros es evidente. Atrás quedaron las vallas y el Estado Mayor Presidencial, ahora, dicen, se respira libertad y apertura.
La señora Refugio tuvo que esperar 80 años para entrar. “Este lugar es de los mexicanos y para los mexicanos y ahora nos toca disfrutarlo”.
De acuerdo con cifras del equipo de la Secretaria de Cultura federal, hasta las 15:00 horas, alrededor de 20 mil personas habían visitado el lugar.
Mañana al mediodía se espera la visita de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto. El presidente Andrés Manuel López Obrador aún no ha visitado el lugar y no se tiene una fecha de cuando lo hará.
