La llegada de la caravana migrante a la Ciudad de México abarrotó las inmediaciones de la Magdalena Mixhuca, especialmente en el albergue del estadio “Jesús Martínez Palillo”.
Uno de los migrantes, Humberto Acosta, quien es originario de San Pedro Sula en Honduras, explicó que el tramo más difícil de cruzar fue la frontera Guatemala-México.
De acuerdo con el integrante de la caravana, hasta el momento ha gastado dos pares de zapatos durante todo el trayecto; pero, no pierde la esperanza de llegar a los Estados Unidos.
Acosta también explicó que su objetivo es llegar al país del norte y enviar dinero a su familia para que construyan una casa, por lo que no piensa rendirse pese al gran tramo que aún falta.
Cree fervientemente en que la mano de Dios no lo abandonará y más temprano que tarde conseguirá, al igual que muchos de los que caminan con él su objetivo, “primeramente Dios llegaremos hasta la frontera”.
Las autoridades de la Ciudad de México informaron que a pesar del protocolo iniciado para recibir a la caravana, el albergue se encuentra saturado, así como las carpas y los sanitarios; mientras que los tinacos de agua resultan insuficientes.
