El caos de los residuos sólidos y los rellenos sanitarios en la CDMX

La Ciudad de México es un reflejo del caos que existe en el manejo de los residuos sólidos en el país, y que representa un problema que contamina el mar, el suelo y el aire
David Martínez David Martínez Publicado el
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La Ciudad de México (CDMX) es una de las entidades que más acciones ha emprendido a nivel nacional para disminuir la generación de residuos sólidos; sin embargo, también es la entidad que más desechos aporta al caos que existe a nivel nacional en el tema.

Por ejemplo, la capital del país cuenta con un programa de reciclaje, así como una planta de tratamiento de residuos orgánicos y un Inventario de Residuos Sólidos, que permite conocer la situación de los desechos a nivel local.

Especialistas consideran que en la CDMX se ha fortalecido el reciclaje y las políticas de economía circular, pero todavía hay rezagos: la implementación de los rellenos sanitarios, que son importantes focos de contaminación, así como la falta de educación ambiental, lo que se suma al problema que existe a nivel nacional.

Datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), revelan que la CDMX aporta, al año, 4 millones 359 mil 400 toneladas de desechos, lo que a nivel nacional representa el 11 por ciento de residuos sólidos que se generan en el país, cuya cantidad asciende a 34 millones de toneladas.

Además, datos del Inventario de Residuos Sólidos de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), señalan que en la capital se generan 12 mil 404 toneladas de residuos sólidos.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Naciones Unidas, afirma que los hogares, pequeñas empresas y proveedores públicos generan al año un aproximado de dos mil 100 a dos mil 300 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos.

La mala gestión de estos es un problema importante, la Semarnat afirma que los rellenos sanitarios generan contaminación en el suelo y también emisiones que contaminan al aire como el metano y el bióxido de carbono, mientras que los que se producen en cantidades muy pequeñas son el nitrógeno, sulfuro de hidrógeno, hidrógeno y oxígeno, y en cantidades traza, monóxido de carbono, amoniaco, hidrocarburos aromáticos y cíclicos y un grupo de gases conocidos como compuestos orgánicos volátiles.

“Muchos Residuos Sólidos Urbanos generan líquidos durante su proceso de descomposición, los cuales se conocen con el nombre de lixiviados. Su composición puede ser muy diversa, y está directamente relacionada con la naturaleza de los residuos de los que provienen; de esta manera, los desechos orgánicos producirán lixiviados de características muy diferentes a aquellos que se generan por la fuga de los materiales con que se elaboran las pilas, por ejemplo”, detalla la Semarnat.

¿Qué problemas tiene la CDMX para la separación de residuos?

El Gobierno de la CDMX, desde  que inició la administración 2018-2024, ha implementado el programa “Basura Cero”, con el fin de fortalecer el reciclaje a través de la separación diferenciada, con base en lo establecido en la Norma Ambiental NADF-024-AMBT-2013 para favorecer su aprovechamiento y valorización.

Sin embargo, dice Martín Alfredo Alegría Jacter, asesor de Organización en Favor de la Economía Circular (OFEC), que pese al programa referido, existen retrocesos en la gestión de los residuos porque cuando Marcelo Ebrard fue jefe de Gobierno en el sexenio de 2006 a 2012, se convirtió en obligatorio la separación de la basura, pero, actualmente, se ha ido perdiendo la cultura de la separación en los hogares.

“Esto es muy importante, porque se debe separar lo orgánico que produce jugos ácidos muy agresivos y eso no se debe mezclar con los inorgánicos reciclables”, comentó Alegría Jacter a Reporte Índigo.

El especialista explica que otro factor que contribuye a la no separación de residuos, es la prohibición de bolsas de plástico, que data del 2020.

“Se prohibió dar bolsas de plástico con el fin de no contaminar los mares y prevenir el uso de plásticos de un solo uso, pero esto es parte del problema, porque es difícil contener los residuos orgánicos que entre 60 y 70 por ciento son agua, entonces la gente no separa porque no tiene bolsas”, sostuvo el  asesor de la OFEC.

En este sentido, Alegría Jacter agregó que “muy pocas personas compran bolsas que sean compostables”, y explicó que  “lo que hacen las personas es echar todo en un bote y luego tirarlo al camión”.

Posteriormente, el asesor de la OFEC indicó que los jugos lixiviados (generados de la mezcla de residuos orgánicos e inorgánicos) en camiones recolectores, no sellados, se van escurriendo, se secan y se volatizan; proceso que genera contaminación al suelo y al aire.

“Una parte del problema es que no tenemos cómo separar residuos, desde el tema de la educación, porque un ciudadano responsable debería separar en dos fracciones sus residuos, una vez que llega al camión lo deposita y ese el primer paso para la gestión de residuos, el camión recolector lo toma y se lleva al centro de transferencia, pero en la realidad no sucede así en la ciudad”, recalcó.

La situación descrita, afirmó Alegría Jacter, genera que, a nivel nacional solo se recolecte el 80 por ciento de los residuos y el otro 20 por ciento vaya a los suelos, mares y bosques.

Otra consecuencia de la mala gestión de los residuos, según comentó el especialista, es que la calidad del aire empeora porque los rellenos sanitarios están alrededor de la Ciudad de México.

Es importante mencionar que la OFEC realiza campañas de concientización, ofrece cursos de cuidados básicos al medio ambiente a políticos y jóvenes; impulsa y apoya la creación de iniciativas de ley sobre economía circular de los residuos para estados, municipios  y alcaldías de la CDMX y el Estado de México.

Asimismo, dicha organización apoya la creación de la Ley Federal de Economía Circular, que se encuentra en análisis en la Cámara de Diputados.

¿Cómo puede mejorar la gestión de residuos en México?

El ser humano genera residuos cada segundo de su vida, desde pañales, toallitas, por lo que es necesario mejorar su manejo, sostuvo en entrevista  con este medio el especialista y consultor ambiental, Carlos Álvarez Flores.

“Sí se puede generar menos basura, pero tendríamos que regresar al vidrio y a los textiles, lo que es más caro, no solo económicamente, sino ambientalmente en consumo de agua y emisiones contaminantes”, detalló.

Además, Álvarez mencionó que, por sí solos, los plásticos no son el problema de la contaminación por residuos sólidos.

“Los plásticos son buenos, el problema es que no hemos establecido una verdadera política de manejo de residuos sólidos urbanos, y el otro problema es la conciencia, el término técnico es educación ambiental, pero no existe porque el Gobierno federal, desde que existe la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, no lo ha inculcado”, subrayó.

Álvarez Flores abundó en que parte de la solución, es que se imparta la materia de educación ambiental en todos los niveles escolares.

“Deberíamos tener una materia llamada medio ambiente. Desde kínder hasta el último grado de la facultad se debería llevar esa materia, y desde entonces sabríamos del manejo de los residuos, el uso eficiente del agua, el uso eficiente de la energía”, aseveró.

El consultor ambiental refirió que otra parte del problema, es que el nivel gubernamental encargado de barrer, recolectar, separar y aprovechar los residuos, son los municipios o alcaldías.

“La federación debe intervenir, quitarle la responsabilidad de la basura a los municipios, porque la federación tiene que dirigir estos centros de composta y reciclaje”, indicó Álvarez, quien agregó que otro problema que aqueja al país es la existencia de los rellenos sanitarios, que ya no se deberían usar como una opción para el confinamiento de desechos.

“Lo que tenemos que hacer es separar, cuando menos, esos inorgánicos y orgánicos, para que lo que es reciclable se pueda aprovechar, y lo demás confinar, pero no en rellenos sanitarios, es absurdo que tengamos esa falta de conciencia”, enfatizó.

El consultor añadió  que en  nuestro país  “solo tiramos los residuos, sí se pepena, pero lo que hacemos es tirar, y hay una pequeña pre-pepena” y, además, indicó que, nivel intencionalidad, “México es muy mal visto porque seguimos teniendo rellenos sanitarios”.

Además de la contaminación en el aire y el suelo por los rellenos sanitarios, Álvarez Flores explicó que los químicos ocasionados por la volatilización de los lixiviados de la basura y el calor, generan incendios altamente tóxicos.

“Hay residuos peligrosos, y entonces cómo no están cubiertos, están al rayo del sol, se calientan y  han generado 184 incendios en tiraderos”, afirmó.

Aunado a esto, Álvarez Flores reiteró  que el Estado debe promover la separación de residuos diferenciada y que los plásticos, PVC, así como el polietileno se  deben acopiar en tiendas de conveniencia para su correcto tratamiento.

¿A dónde va la basura que se genera en CDMX?

Desde 1976 hasta el 2006, el Bordo de Xochiaca, municipio de Nezahualcóyotl en el Estado de México, fue uno de los principales rellenos sanitarios de la Ciudad de México y la zona conurbada.

Datos de la Fundación Carlos Slim señalan que el Bordo de Xochiaca recibía mil 200 toneladas de residuos al día, e incluso, llegó al punto de tener 16 toneladas de basura en cada metro cuadrado de extensión.

Para el año 2006, los tiraderos 1 y 2 del Bordo de Xochiaca, un total de 150 hectáreas, fueron clausurados por el nivel de saturación que presentaban.

No obstante, con el cierre parcial del Bordo, los problemas no fueron resueltos, detalló en entrevista con Reporte Índigo, Gabriela Jiménez Casas, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Estamos llenando todos nuestros espacios de basura y se están dejando al aire libre. Mucha de la basura la van a dejar a otros estados y se están generando problemas en otras entidades con basura de la ciudad”, señaló la investigadora de la UNAM.

De acuerdo con el Inventario de Residuos Sólidos de la Sedema, las Plantas de Selección de Residuos de San Juan de Aragón Fase II y Planta Santa Catarina son las que recuperan la mayor proporción de residuos reciclables en comparación con la cantidad recibida, mientras que la planta que recupera las menores cantidades de residuos reciclables es la de Vallejo.

Ambas plantas de selección reciben un total de mil 686 toneladas de residuos al año, de las cuales, 62.96 por ciento, mil 61 toneladas, van a rellenos sanitarios.

De las mil 61 toneladas que van a rellenos sanitarios, como lo indican datos de la Sedema, 870 toneladas van a los rellenos sanitarios de La Cañada y el Milagro, Ixtapaluca, así como el de Cuautitlán, todos en el Estado de México.

¿Hay microplásticos en los mariscos?

Otra consecuencia de la mala gestión de los residuos sólidos, mencionño Jiménez Casas, es la enorme cantidad de islas de plásticos que hay en los océanos. Lo que, a su vez, genera que los productos que se consumen del mar, estén contaminados por estos desechos.

Según organizaciones como Greenpeace, anualmente 13 millones de toneladas de plástico van a dar a los océanos, contaminación que provoca daños ambientales y económicos que trascienden fronteras y que afectan a más de 700 especies marinas.

Por otra parte,  Greenpeace sostiene que, aunque el consumo de pescado con microplásticos, no representa una exposición directa al humano, sí existe riesgo.

“El riesgo de ingerirlos es bajo debido a que en la mayoría de los mariscos se elimina el tracto gastrointestinal. Sin embargo, hay otras especies que se comen enteros como algunos moluscos y crustáceos, peces como sardinas, o camarones pelados, lo que sí puede conducir al consumo de dichos contaminantes”, afirma la organización ecologista internacional.

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