Ser candidato en estas elecciones se ha convertido en una actividad de alto riesgo. De septiembre a la fecha, al menos 34 candidatos o aspirantes a un puesto en el gobierno han sido asesinados.
Los métodos de los asesinos son diversos: balas, cuchillos y fuego son sus predilectos.
El partido más golpeado durante estas elecciones es el Revolucionario Institucional con al menos 11 víctimas de asesinato. La entidad más violenta y peligrosa para ser candidato es Guerrero, lugar donde murieron la tercera parte de los aspirantes.
La violencia en contra de los candidatos no respeta partido, color, edad, experiencia ni región. Representantes de todas las fuerzas políticas y hasta aspirantes independientes conforman la lista de homicidios.
Para Juan Francisco Torres Landa Ruffo, especialista en temas de seguridad y Consejero de la asociación Mexicanos Unidos contra la Delincuencia, la violencia que viven los candidatos es proporcional a la que viven los ciudadanos, y si estamos teniendo el año más violento en la historia actual, es lógico que este proceso electoral sea el más sangriento.
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“Es el proceso más complicado, más costoso, más numeroso. Lamentablemente tenemos que es también el más violento (…) El proceso electoral debería de concluir como un proceso democrático, como una fiesta ciudadana, pero está empañada por todos estos acontecimientos”, comentó el especialista.
Claudio Merino Pérez no alcanzó ni siquiera a llegar al proceso electoral que arrancó el pasado 9 de septiembre. Dos días antes del inicio, el precandidato a la alcaldía de Santiago Jamiltepec, Oaxaca, por Movimiento Ciudadano, fue acribillado de 23 balazos en la estética de su esposa.
Su muerte fue un presagio del presente proceso electoral. Al menos otros 33 candidatos más fueron fueron privados de la vida hasta el día de ayer.
“Nosotros la referencia que tenemos es que había más de 93 personas que habían perdido la vida desde septiembre a la fecha, personas que estuvieron vinculadas justo con alguna candidatura, en algún lugar o por algún tipo de cargo; son muchísimas. Otra cifra que tampoco ha salido a la luz es que ya hay más de mil personas que han renunciado a ser parte del proceso electoral por amenazas”, comentó Torres Landa Ruffo, quien dio cifras más altas que las oficiales.
Alfonso Navarrete Prida, Secretario de Gobernación dijo recientemente que la mayoría de estos homicidios fueron en manos de la delincuencia organizada.
“Otra buena parte fue por temas de índole personal y familiar, y no ha habido un caso que pueda ser vinculado en este momento por razón ideológica o con motivo de la competencia de un aspirante o candidato a cargo de elección popular por sí mismo. Pero esto, desde luego, lo tendrán que responder las autoridades locales”, argumentó Navarrete Prida sin dar nombres, cargos o colores de partido.
En un recuento realizado por Reporte Indigo se descubrió que la entidad más golpeada por la violencia en contra de los políticos fue Guerrero, con 11 casos, seguida por el Estado de México, Puebla y Jalisco con 4 asesinatos cada uno; Chihuahua, Oaxaca y Guanajuato con 2; Michoacán, Veracruz y San Luis Potosí con un caso.
Representantes de todas las fuerzas políticas y hasta aspirantes por la vía independiente conforman la lista de homicidios registrados de septiembre de 2017 a la fecha
Para Torres Landa, la penetración del crimen organizado en el proceso electoral es potencial, real y no termina con el asesinato del candidato, ya que la persona que lo sustituya también podría estar amenazado y el crimen organizado lo intentaría matar.
Entre los candidatos y aspirantes asesinados, 11 pertenecían al Partido Revolucionario Institucional, 6 abanderaban al PRD, 5 a Movimiento Ciudadano, 5 a Morena, 3 formaban parte de las filas de Acción Nacional, 2 de ellos eran independientes y tanto al Verde Ecologista de México como al Partido del Trabajo y Encuentro Social, les asesinaron a un candidato.
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El especialista de Mexicanos Unidos contra la Delincuencia dijo que los crímenes no van dirigidos hacia un partido, sino que golpean proporcionalmente a la presencia que tienen en territorio nacional. Esto significa que el crimen golpea a todas las fuerzas políticas y los gobiernos de los tres niveles tienen la misma responsabilidad para erradicarlo y blindar a la ciudadanía.
“Hemos pedido a las autoridades que no suelten las riendas, ellos tienen responsabilidades hasta su último día de mandato, y lo digo en los niveles municipal, estatal y federal, parece que están más preocupados por dónde agarrar el hueso que por controlar el fenómeno delictivo”, concluyó el especialista.
Los 34 casos golpearon a gobiernos locales, es decir que los candidatos asesinados aspiraban a gobernar una presidencia municipal, formar parte de congresos locales o a ser regidores en sus localidades.
Guerrero en llamas
El asesinato de Ranferi Hernández Acevedo golpeó a la política local y sacudió a la sociedad de Guerrero y a las filas de Morena.
El activista era de los hombres cercanos a Andrés Manuel López Obrador en Guerrero y buscaba una curul en el congreso. Hernández Acevedo murió calcinado junto a su esposa, su suegra y su chofer en una carretera de esa entidad.
La entidad del sur es donde más asesinatos contra candidatos se han cometido, de todos los casos registrados en el país en ese estado ocurrió el 30 por ciento de las ejecuciones
El vehículo en llamas fue encontrado en la entrada de la comunidad de Nejapa, y aunque brigadistas y miembros de Protección Civil intentaron sofocarlo, los cuerpos fueron rescatados horas después.
En tres meses tres aspirantes a gobernar la alcaldía de Zihuatanejo fueron asesinados. Homero Bravo Espino, precandidato por el PRD fue asesinado a balazos el pasado 3 de marzo.
En noviembre pasado, el exregidor del PRD y aspirante independiente al mismo ayuntamiento, Miguel Solorio Figueroa fue asesinado de igual manera. El último día del 2017, Mariano Catalán Ocampo, quien buscaba participar en la próxima contienda interna del PRD fue atacado a tiros cuando circulaba en su camioneta por el centro de Zihuatanejo.
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El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, reveló que incluso varios candidatos le pidieron su intervención con los grupos criminales en Tierra Caliente.
“Ahorita estoy en ese trabajo (…) a ver si logramos que haya un ‘poquito’ de más tranquilidad, sobre todo en este periodo electoral, porque algunos candidatos me pidieron abiertamente que hablara con estos personajes del narcotráfico”, dijo a medios locales el obispo en días pasados.
Mientras el país se incendia y algunos candidatos siguen siendo blanco de la delincuencia, el responsable de la seguridad en el país, Alfonso Navarrete Prida insiste en que este proceso electoral será pacífico, transparente y ejemplar.
En tres meses, tres aspirantes a gobernar el municipio de Zihuatanejo fueron víctimas de homicidio
“Hay que recordar que son 18 mil cargos los que están en juego, contando regidores, cargos de elección popular, y que esto implica un despliegue muy importante y estamos atentos para que sea un proceso electoral pacífico y una jornada electoral transparente y ejemplar”, manifestó en conferencia de prensa el titular de la Secretaría de Gobernación.
Mientras los candidatos en los municipios viven la campaña política en la línea de fuego, los órganos electorales y las autoridades vigentes tendrán su gran prueba el próximo primero de julio.
