A los 38 años, Alejandra Barrón comenzó a cuidarse y autoexplorarse. Periódicamente acudía con el especialista, se realizaba mastografías, ultrasonidos, papanicolaous y todos los estudios necesarios para poder descartar cualquier problema de salud. Sin embargo, a los 45 años el oncólogo le diagnosticó cáncer de mama metastásico.
“Mi vida cambió en ese instante. De pronto estás pidiendo que no sea un proceso muy doloroso y deseando que todo termine pronto. Te sientes terriblemente sola y con un sinfín de cuestionamientos que nadie puede resolver”, platica Barrón, quien terminó su tratamiento en 2015 en el Centro Oncológico Internacional y ahora es la directora de Voluntariado de Fundación COI.
Desde los 14 años, el cáncer impactó en la vida familiar de Alejandra, ya que una de sus tías murió de cáncer de mama y otra logró superar la enfermedad; sin embargo, lo más difícil y doloroso fue ver luchar a su mamá contra este padecimiento.
“Ahora en mis manos está brindar luz y felicidad todos los días a esas personas que luchan la batalla que yo logré vencer. Por eso me siento orgullosa de ser directora de Voluntariado. Es mi forma de agradecerle a la vida y a todos los que forman parte del Centro Oncológico Internacional, su dedicación y acompañamiento, pues recorrieron y siguen recorriendo conmigo este largo camino”, confiesa Barrón.
Datos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), ligada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador es una de las naciones con el aumento más alarmante de casos en el mundo, por lo que se cataloga como de alto riesgo.
El año pasado, 190 mil 667 mexicanos fueron diagnosticados con algún tipo de cáncer. En el caso de los hombres, la prevalencia mayor estuvo en el de próstata; mientras que en las mujeres, el más común fue el de seno.
Proyecciones de la OMS señalan que en México hay riesgo de que el 29.8 por ciento de los hombres y el 25.4 por ciento de mujeres desarrollen cáncer antes de los 75 años
La prevalencia de la enfermedad empeorará en el país con el recorte en el presupuesto de algunos programas de prevención y atención. Debido a eso, partidos de Oposición en la Cámara de Diputados han llamado a que la Secretaría de Salud impulse estrategias para la detección y el seguimiento del cáncer.
Martha Maiella Gómez Maldonado, diputada por Movimiento Ciudadano, presentó un punto de acuerdo para exigir medidas urgentes que permitan detener el avance imparable de la enfermedad.
La diputada argumentó que, actualmente, 16 por ciento de la población está en riesgo de morir por esta enfermedad, mientras el promedio a nivel mundial es de apenas el 6.5 por ciento. El año pasado, 83 mil 476 mexicanos fallecieron de cáncer.
Crisis sanitaria
En su reporte sobre México, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, indica que en 2018 los nuevos casos de esta enfermedad reportados muestran una prevalencia mayor de cáncer de mama en mujeres, con 27 mil 283 casos; y de próstata, con 25 mil 49 casos.
En tercer lugar se encuentra el cáncer colorectal, con 14 mil 900 casos; de tiroides, con 12 mil 122 pacientes; cérvicouterino, con 7 mil 869 víctimas; y de pulmón, con 7 mil 811.
En la mayoría de los casos, la enfermedad es detectada en fases avanzadas, lo que complica su tratamiento.
El asunto empeora cuando en un país desigual como México, no todos sus ciudadanos tienen el mismo acceso a servicios de salud y a buenas condiciones de vida que les permitan mantenerse alejados o enfrentar la enfermedad.
Para Martha Maiella Gómez Maldonado, las medidas de prevención no son suficientes por sí mismas, ya que todo el esquema debe ir acompañado de presupuesto suficiente para las acciones necesarias.
“Cualquier persona es susceptible de padecer cáncer; empero, las posibilidades de ser diagnosticado y tratado oportunamente varían en razón de las características socioeconómicas de la persona”.
El doctor Ricardo Mendioza Contreras, oncólogo especialista de Doctoralia, asegura que es difícil atender a los pacientes con cáncer a través del modelo de salud que tiene México, ya que no se puede abarcar a una población muy amplia.
También indica que la mayoría de los oncólogos se encuentran establecidos en la Ciudad de México, lo que representa otro reto.
“Lo ideal es que los especialistas estuvieran dispersos a lo largo de la República Mexicana, porque si tú estás en la Ciudad de México vas a encontrar una gran opción de médicos especialistas en cáncer, pero conforme te vas alejando de la ciudad se empieza a diluir la cantidad de expertos; entonces, también es necesario capacitar a más gente, pero que se mueva a donde no haya especialistas y que decidan quedarse ahí”, opina Mendioza Contreras.
“México tiene muy buen esquema en cuanto a las quimioterapias, la parte del seguro popular es buena, porque les cubre todo, o la mayoría a los diagnosticados con cáncer, pero creo que lo que podría mejorar es la infraestructura, los únicos centros de referencia que tenemos ya están muy saturados”, resalta el subespecialista.
Para Arzola, en todo México debería haber instituciones bien equipadas, como el Hospital Infantil de México, lugares que hacen falta en otros territorios.
“Tal vez los que viven en la Ciudad de México no lo ven tanto, porque tienen diferentes centros para atenderse, el de cancerología, el Hospital Infantil, pero luego vas a Guerrero o a Oaxaca y no hay nada, la gente que vive allá tiene que trasladarse y lo hacen, ya no sólo tienen que pagar los tratamientos, sino que también sus pasajes y hospedaje”, recalca el médico.
De acuerdo con la Academia Nacional de Medicina, a partir de junio de 2011 México se encuentra en el conjunto de Estados que acogieron en su Constitución el paradigma de los derechos humanos, y la salud o la protección a la salud entra en dicha categoría.
“El derecho a la protección a la salud requiere que el Estado adopte las medidas apropiadas para asegurar la plena efectividad de este derecho. Entre estas medidas se encuentra lo relativo al financiamiento del sistema de salud, que debe ser ético; es decir, congruente a la doctrina de derechos humanos: suficiente y equitativo”, se especifica en el texto.
Todo este panorama puede empeorar si además no se solucionan los recortes que fueron aplicados por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como parte de su política de austeridad.
El experto de Doctoralia considera que nunca será suficiente el presupuesto para atender completamente al sector salud, por lo que dice que más allá de verlo como una cuestión de austeridad, se deben optimizar los recursos que se tienen.
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Niños, el eslabón más débil
El cáncer no tiene preferencias, llega al cuerpo humano sin importar su edad y lo va desgastando con el paso de los días. Y aunque en los niños es poco frecuente, con sólo cinco por ciento de los casos, de acuerdo con la OMS, en México es la principal causa de muerte por enfermedad en los infantes.
De acuerdo datos de la OMS y con el oncólogo pediatra Manuel Arzola, el cáncer más común que encuentran en niños de edades escolares es la leucemia, con el 52 por ciento; linfomas, con el 10 por ciento y los tumores del Sistema Nervioso Central (SNC), con el mismo porcentaje.
Respecto a lo que causa el cáncer en los niños, el subespecialista explica que este padecimiento no se detecta de la misma manera que en los adultos, pues en los menores de edad no hay un factor predisponente.
“Por ejemplo, los adultos que están relacionados al tabaquismo, probablemente van a desarrollar cáncer de pulmón, en los niños es nulo”.
Lo que pasa con los infantes es que, según el médico, tienen trastornos genéticos que los pueden predisponer a dicha enfermedad, mutaciones nuevas que desarrolla su cuerpo sin una razón realmente puntual.
“Para decirlo de manera más coloquial, es como una lotería en la que los niños salen perjudicados.
“Sin embargo, algo que todos deberíamos saber es que un niño con cáncer no está condenando a morir, al contrario, tiene más posibilidades de curarse que un adulto. No hay que quedarnos encasillados en que un menor de edad con este padecimiento está condenado a muerte”, resalta el subespecialista.
A nivel internacional, curar cualquier tipo de cáncer infantil tiene entre el 86 y el 90 por ciento de éxito.
En Estados Unidos, por ejemplo, la leucemia tiene el 94 por ciento, pero en México, sólo se llega al 80 por ciento “porque tenemos limitantes que no habría en algún otro país de primer mundo”, explica el médico.
Respecto a los tratamientos, Manuel Arzola comenta que cada tipo de cáncer tiene un procedimiento de cuidado diferente.
Para la leucemia, que es la más común en menores, explica que se erradica con quimioterapias; pero si se habla de tumores sólidos, los especialistas deciden extirpar dicho mal del cuerpo para luego aplicar radioterapias.
En cuanto a los gastos que genera el cáncer pediátrico, el subespecialista destaca que es difícil tener una estimación bruta, pues los precios varían debido al tipo de cáncer diagnosticado, el centro de salud al que se acuda y los efectos secundarios que se lleguen a dar.
“En el hospital público, tú como médico indicas las quimioterapias y en realidad no sabes muy bien los costos, porque lo cubre el seguro popular o el IMSS. En el medio privado, por otro lado, una sesión de quimioterapia cuesta alrededor de tres mil pesos, pero si le agregas el honorario del oncólogo, más los medicamentos y la estancia hospitalaria, serían unos 10 o 15 mil pesos”, confiesa.
En cuanto al tiempo, el cáncer puede tardar en erradicarse de los infantes en cuestión de años o meses, dependiendo del tipo de tumor que se le diagnostique. La leucemia lleva en promedio dos años de tratamiento, mientas que un tumor en el abdomen, de Wilms, 15 semanas.
“La familias se fracturan completamente por la cuestión económica y emocional, porque no nada más es el tratamiento de quimioterapia, hay que cubrir también todas las posibles complicaciones secundarias que puede haber de la enfermedad, se tiene que curar la secuela, son tratamientos muy largos”, comenta Manuel Arzola.
Otro aspecto a tratar, recalca el subespecialista, es que hay muy pocos médicos que tratan este tipo de enfermedades.
“El último registró lanzó que sólo somos en todo el país 165 oncólogos pediatras, 35 hematólogos pediatras, 35 cirujanos oncólogo pediatras, 10 radioterapeutas pediatras y cinco psicooncólgos pediatras”.
Enfermedad que crece
En Latinoamérica, cada dos minutos se diagnostica a cinco personas con algún tipo de cáncer y cada año se reportan 1.4 millones de nuevos casos.
¿Por qué esta creciendo este grupo de enfermedades?
Además, el estilo de vida y la alimentación son más industrializadas y se vive en un ambiente mucho más contaminado; entonces, son factores que han influido para que aumente la incidencia, aunados a que los médicos se han vuelto cada vez más exactos al diagnosticarlo.
“Entonces, entre que diagnosticamos más, que la población está envejeciendo y que nuestro estilo de vida se está convirtiendo en el de un país primermundista con un presupuesto de un tercermundista, estamos creando el escenario ideal para que el cáncer se desarrolle”, afirma el oncólogo de Doctoralia.
En el siglo pasado, algo que hizo que disminuyera mucho la incidencia del cáncer de estómago fue el invento del refrigerador y que cambiara la manera en la que el ser humano estaba acostumbrado a conservar sus alimentos, por lo que cambiar de hábitos y acudir a revisiones constantes podría ayudar a disminuir la incidencia.
Si hay algo a lo que se le invierte dinero para desarrollo tecnológico médico en el mundo es para estudiar al cáncer, lo que hace que los avances sean constantes y que cada año exista algo nuevo.
En México la investigación realizada era muy poca por la falta de datos, pero con la aprobación del Registro Nacional de Cáncer, los expertos esperan que las cosas cambien.
“Es un esfuerzo que debe valorarse mucho porque hacia falta y era necesario, ahora el reto es mantenerlo al día. Cuando tú revisas la literatura y toda la información que existe sobre el cáncer, el 90 por ciento se origina en otros países y cuando uno quiere hacer medicina tiene que adaptar la mejor evidencia posible a su población, pero este registro de nuestra gente permite hacer una medicina más precisa”, asegura Mendioza Contreras.