“Hay menores en México que son sometidos a las peores formas de trabajo infantil, entre ellas la explotación sexual con fines comerciales, a veces como consecuencia de la trata de personas, y la producción y el tráfico de drogas.
“Los niños también realizan tareas peligrosas en la agricultura, por ejemplo, en la producción de chile, café, caña de azúcar y tomates”, menciona el informe “2023 Findings on the Worst Forms of Child Labor: Mexico”, del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
De acuerdo con este documento, el 20.1 por ciento de los menores de 15 a 17 años de edad ejercen labores consideradas peligrosas. Del total de adolescentes que se dedican a estas labores, 27.3 por ciento son niños y 12.8 niñas.
Es precisamente en este último rubro en el que la organización World Vision México trabaja directamente para erradicar las labores infantiles a través de la iniciativa Campos de Esperanza.
Cinthya Galicia, gerente de Campos de Esperanza, explica a Reporte Índigo que este proyecto, a través del cual se busca erradicar el trabajo infantil en campos de caña de azúcar y café es financiado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
“Este proyecto en particular tiene como objetivo fundamental prevenir el trabajo infantil y promover mejores condiciones de trabajo en los campos de caña de azúcar y café preponderantemente en los estados de Oaxaca y Veracruz, como estados de origen de los trabajadores y de las trabajadoras.
“Pero también Campos de Esperanza está presente en los estados de Chihuahua, Baja California, Sinaloa y Jalisco como destino a dónde van las y los trabajadores a desempeñar otras actividades”, menciona.
A ocho años del inicio de esta estrategia, Galicia afirma que se encuentran en fase de cierre, pues han conseguido buenos resultados.
Impacto del proyecto Campos de Esperanza
“Es un proyecto muy importante. Estamos en la fase ya prácticamente final del mismo, pero ha dado, afortunadamente, muy buenos resultados y estamos trabajando hasta el último momento para llevar muy claramente este objetivo que tenemos.
“Que es informar debidamente a la población sobre lo que implica los riesgos del trabajo infantil, la sensibilización a las autoridades de lo importante que es hacer campañas de difusión campañas informativas y poder prevenirlo en la medida de lo posible”, explica la gerente de la iniciativa.
Respecto a la incidencia de este programa en la vida cotidiana de las comunidades, Cinthya explica que han logrado que, incluso, en algunos campos, este tipo de trabajo infantil se encuentre en proceso de ser totalmente erradicado.
“Nosotros hemos trabajado con productores y trabajadores agrícolas que anteriormente no tenían vislumbrado los riesgos ni tenían tampoco ubicado qué implicaba el llevar a niñas y niños al campo como parte de su cotidiano social, no lo tenían ubicado como trabajo infantil propiamente.
“Entonces, claro que hemos incidido, como política de trabajo de ciertos campos agrícolas en donde el tema ya forma parte de una cuestión, primero, de conocimiento, de los alcances que pueden tener los riesgos y sobre todo que ya se está trabajando para abatirlo”, concluye.