Cambio de paradigma para los medios de comunicación
El vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, asegura que la relación entre el Gobierno federal y los medios de comunicación se modificó al reducirse los recursos para promover la imagen institucional, afirma que en México existen garantías absolutas para la libertad de expresión
Noemí GutiérrezEn México hay garantías absolutas para expresarse, asegura Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social y Vocero del Gobierno de la República.
En entrevista con Reporte Índigo, asevera que la relación del Gobierno federal con los medios de comunicación está cambiando de paradigma, ya que en otros sexenios se les pagaba para favorecer la imagen institucional y ahora eso no sucede con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No se ha despedido a un solo periodista o editorialista por razones políticas”, acota el vocero, a casi un mes de que más de 600 intelectuales y académicos firmaron un posicionamiento en el que señalaron que el jefe del Ejecutivo estigmatiza y difama a los que llama sus adversarios.
Dicho documento, abrió un debate sobre si en México existen o no las garantías para la libertad de expresión.
Ramírez Cuevas comenta que en la Cuarta Transformación es el mismo presidente el que comunica de manera directa a los ciudadanos en su conferencia de prensa matutina.
Explica que con la “mañanera” se tiene una “educación política”, una parte pedagógica porque se cita la historia y se expone un contexto para que el interlocutor que está frente a una pantalla o un celular tenga todos los elementos para construir su criterio.
Acerca de los juicios del mandatario sobre los medios de comunicación, periodistas o intelectuales, considera que no deben interpretarse como ataques, ya que el presidente solo muestra sus argumentos ante los sesgos editoriales e intereses de algunos medios.
Jesús Ramírez reconoce que existen los denominados “linchamientos digitales”. “Sí hay excesos de todos lados y tenemos que buscar que las redes sociales se conviertan en espacios de deliberación, de debate abierto y argumentados, hay que aprender a discutir y a veces cuesta”, menciona.
El juicio de las audiencias
El encargado de la Comunicación Social de la Presidencia apunta que por “primera vez también los medios están sometidos al juicio de las audiencias de los ciudadanos”, sostiene que ese es un indicador de la evolución democrática que vive el país.
Descarta que la “mañanera” sea un tribunal. “Creo que se exagera cuando se dice que son ataques a la libertad de expresión, es parte del debate”, añade.
A su criterio, el presidente escucha y discute, defendiendo siempre el interés de los mexicanos. “El gobierno es un actor público que tiene que estar bajo el escrutinio de los ciudadanos, y por supuesto debe estar sometido a la crítica feroz de los medios de comunicación, pero una crítica razonada, documentada con base y no una media verdad o un sesgo que lo que busca es desprestigiar o dar un golpeteo al presidente”.
A pesar de que en la mañanera se ha aprovechado el espacio para tocar temas que le corresponde investigar a la Fiscalía General de la República o definir a los jueces, Ramírez Cuevas aclara que muchos de los casos emblemáticos de corrupción que se cometieron en el país no son expuestos por cuestiones de seguridad y de gobernabilidad, “hay una responsabilidad como representantes del Estado mexicano de no generar encono”.
Oposición, producto de la democracia
De los grupos como el Frente Nacional Antiamlo (FRENA) o Sí por México, señala que es producto de una democracia viva en donde hay voces disidentes y con puntos de vista críticos.
“Tienen todo el derecho de expresarse, toda la libertad, y lo vamos cuidar para que no les pase nada. Somos el primer gobierno que no reprime”, asegura.
Ramírez Cuevas adelanta que en las próximas semanas se presentará el “índice de bienestar” una nueva metodología para medir los resultados de llamada Cuarta Transofrmación en donde se tomarán en cuenta elementos como el crecimiento económico, desarrollo social, acceso a alimentos, educación, salud y la felicidad.
Detalla que los encargados de este nuevo índice son la Secretaría de Bienestar y el Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (Coneval), junto con otros especialistas como intelectuales y filósofos, “bajo la idea de una economía moral, es decir que la economía debe tener valores morales, éticos y no solo cuantitativos”, enfatiza.
El coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia detalla que será el próximo año cuando se materialice la “constitución moral” o un “código de ética” ya que por la pandemia de coronavirus se “alentó” el proceso de consulta tras realizarse unos 400 foros con representantes de diversos sectores e pensamientos religiosos.
Comenta que el propósito es llegar -tras un debate- a un consenso social respecto a qué valores se deben promover, exaltar y reflexionar para tener una mejor sociedad sin imponer una religión o un pensamiento único.
“Hay una desvalorización de lo humano, del humanismo y se ha privilegiado una sociedad de lo material, de la ganancia fácil sin importar el costo, de la ganancia a toda costa sin tomar en cuenta a los demás, y en la sociedad actual está legalizado la ´ley del agandalle´ y hay que acabar con eso”, advierte.
Destaca que con el relanzamiento de la campaña para desalentar el consumo de drogas no se criminaliza ni se estigmatiza a los consumidores y por ser un tema de salud pública no debe ser atendido por las instancias encargadas de la seguridad.
Sin precisar una cifra, dijo con la información de los daños que causan las drogas y sus componentes como el veneno de rata, limpiadores, ahora más personas se acercan para tener atención médica, psicológica y familiar.
El encargado de Comunicación Social de la Presidencia adelantó que en las próximas semanas se anunciará la metodología para medir el ‘índice del bienestar’
Añade que en Ciudad Juárez, Chihuahua, ya se implementa la denominada “justicia terapéutica” en donde si no se cometió un delito grave se puede cambiar la sanción por un tratamiento. “El objetivo es bajar el consumo de las sustancias que generan más violencia y daño a la salud, el cristal, los inhalables y el fentanilo”, asegura.