El papel que las iglesias religiosas en México jueguen en las campañas electorales es muy importante, tanto para los aspirantes presidenciales como para las propias congregaciones religiosas, “porque llevarse bien con el gobierno que ostente el poder los próximos seis años no es mala idea”.
Lo anterior fue señalado a Reporte Indigo por el doctor Elio Masferrer Kan, antropólogo e investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y presidente de la Sociedad Latinoamericana para Estudios de las Religiones, quien consideró que la mayoría de las iglesias, tanto católicas como no católicas, están jugando ya un papel político muy activo.
De acuerdo al máximo investigador en religiones, la inmensa mayoría de las iglesias están tomando posición en esta etapa electoral; “de motu propio o por interpósitas personas, pero en definitiva, aquí la inmensa mayoría de las iglesias están reuniéndose con políticos, haciendo desayunos, reuniones con distintos sectores”, para tratar de estar del lado del ganador al término de la contienda.
Dijo que con la información que tiene hasta el momento, derivada del acceso a misas y servicios religiosos de diversos grupos, “en todos estos los ministros de culto que están al frente hacen alusiones bastante sencillas de imaginar, en el sentido de apoyar a uno u otro” de los candidatos en esta contienda.
Pero ¿tienen las iglesias en estos momentos definidos a sus candidatos? No. Dice tajante Masferrer, quien asegura que “la cosa es más complicada, pues en la iglesia católica no es lo mismo los obispos que los religiosos.
Por eso considera que hablar de un voto católico es poco significativo; “hay un segmento muy grande de ciudadanos que dicen: ‘yo soy creyente, pero la iglesia -la que sea- no tiene porqué meterse a darme recomendaciones políticas’. Ese es el voto laico, que ve con mala cara que sus líderes estén apostando a uno y otro candidato”.
Masferrer considera que a la fecha existe en nuestro país un 70 por ciento de feligreses “que su modelo de toma de decisiones no entra en una sugerencia de su líder, y hay otro 30 por ciento –que pueden ser católicos o evangé- licos- que estarían dispuesto a escuchar a su ministro de culto”, pero asegura que “eso no quiere decir que vayan a votar por lo que les dice su ministro, pero sí lo escucharían”.
Aun así, dijo, “los ministros se despechan con toda alegría en un sentido y otro: hablan un lenguaje críptico, pero a fin de cuentas hay una inducción hacia el voto, y eso se debe a que los ministros también son ciudadanos.
Pero que los feligreses vayan hacer lo que sus ministros dicen, eso es otra cosa”, pues estima que la gente actualmente tiene un criterio propio y que atrás se han quedado “los débiles de espíritu”.
La promoción al voto por parte de algunos líderes religiosos puede que no siempre este movida por la sola intención de la participación política fincada en el bienestar común, sino que pueden existir personajes que sólo utilicen sus posturas para negociar posiciones políticas. No se descarta.
“Estamos en una situación muy peculiar, donde no es tan fácil, porque aparecen una serie de líderes que dicen que traen detrás al 20, al 50, al 80 por ciento de la ciudadanía, pero eso es soñar. Y sólo sirve para negociar posiciones políticas. Es gente que vende ilusiones. Pero sí existen esos personajes”.
Ante la pregunta de si Anaya, López Obrador o Meade se identifican con algún sector religioso el doctor Masferrer asegura que sí.
“Es obvio que cuatro candidatos presidenciales, incluyendo a Margarita Zavala, han hecho buenas relaciones, han contactado con liderazgos religiosos, porque llevarse bien con el gobierno que quede en los próximos seis años, no es mala idea”.
Entre las pruebas de ese contacto se encuentra por ejemplo la postura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la que ha anunciado públicamente que se reunirá con todos los candidatos presidenciales.
Incluso Aguiar Retes, el Arzobispo Primado de México, explicó Masferrer, “ha sido muy prudente en decir que la iglesia trabaja con todo el mundo. Entonces en ese sentido, si ha habido acercamientos con los candidatos, eso es evidente, refiere el investigador.
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