Buscan ganarle tiempo a la Hora Cero con captadores de agua de lluvia en la CDMX

La capital del país cuenta con un programa para cosechar agua de lluvia; sin embargo, es insuficiente, por lo que diseñadores desarrollaron un captador para viviendas verticales
Roberto Hernández Roberto Hernández Publicado el
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Cuando Brizeth García y Aaron López decidieron aprovechar su conocimiento y desarrollar un proyecto con impacto social se encontraron con un dato que los alarmó: de seguir las condiciones actuales de consumo de agua en la Ciudad de México, la entidad llegaría a la Hora Cero antes de 2050.

Por lo que coincidieron en que, por la edad que tienen, vivirán ese problema.

Recientemente, los dos diseñadores industriales, ella egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y él de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), obtuvieron el premio James Dyson México 2022 por desarrollar un sistema de ahorro de agua urbano para viviendas verticales: ATL-59.

ATL, en náhuatl, significa agua, y el 59 lo pusimos haciendo alusión a esa cuenta regresiva de que, un día, la Ciudad de México se puede quedar sin el líquido; además, refiere a un reloj corriendo hacia atrás.  Queremos mantenerlo en el 59, sin que llegue a cero”, afirma Aaron en entrevista con Reporte Índigo.

La Ciudad de México enfrenta una escasez de agua que la ha orillado a reducir el nivel de suministro y que el líquido llegue a cuentagotas en al menos 12 de las 16 alcaldías.

Para hacer frente a esta situación, actualmente existen 60 alternativas en la ciudad para cosechar la lluvia y evitar que el recurso se desperdicie, de acuerdo con información de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina.

Las autoridades cuentan con un directorio que concentra 10 empresas y 50 personas especializadas en la instalación de sistemas de captación pluvial. Todas se basan en un tinaco y la necesidad de un espacio amplio.

“La intención es trabajar en conjunto con programas como el de la Ciudad de México, porque realmente no hay soluciones simples interesadas en viviendas verticales, todo está pensado en casas con techos inclinados o si tu desarrollo inmobiliario hizo una instalación en todo el edificio para captar el agua.

“Son opciones que no están al alcance de todos. El ATL-59 plantea darle acceso a todas las personas que no pueden adherirse a ese tipo de programas”, señala Brizeth García.

Características del proyecto de agua de lluvia

Datos de la Procuraduría Social de la Ciudad de México señalan que más de tres millones de personas viven en unidades habitacionales en la capital del país, lo que hace significativa y práctica la propuesta de los diseñadores industriales.

Aunque aún están en desarrollo los últimos prototipos del ATL-59, éste ya ha sido probado con la lluvia de la Ciudad de México y consiste en tres componentes.

El primero es un colector de lluvia que utiliza un filtro de tres capas y permite que el agua se pueda utilizar en el inodoro, regar las plantas o limpiar la casa o el coche.

Asimismo, consta de un sistema de ahorro en la regadera para evitar el desperdicio de agua fría mientras se alcanza la temperatura deseada, captándola con una superficie y redirigiéndola a un contenedor.

El tercer componente son contenedores de ahorro para almacenar y transportar el agua recogida. Su diseño apilable tiene capacidad para seis litros, la cantidad que se necesita para una descarga del inodoro.

Según los desarrolladores, el captador de lluvia, que se puede instalar tanto en ventanas como en balcones, puede ayudar a una familia de cuatro personas a ahorrar hasta 20 mil litros en un año.

Etapa de desarrollo

Brizeth García cuenta que durante el proceso de la investigación le llamó la atención imaginar un escenario en el que se involucraran los 12 mil departamentos de la Unidad Habitacional Tlatelolco: “Si durante cuatro días de la época de lluvia en la Ciudad de México se captara el agua con los ATL-59, podríamos llenar un Estadio Azteca”.

Menciona que para evitar que este tipo de sistemas hagan que la sociedad caiga en una zona de confort y deje de lado la importancia del cuidado de los recursos naturales, se necesita tener cultura y educación en medio ambiente.

“El captador de agua de lluvia sí es un complemento, pero seguiremos teniendo crisis de falta de agua, la solución es comenzar a cambiar la ideología de las personas. Lo importante es educar a las nuevas generaciones, pues las mentalidades y los contextos cambian”, afirma.

En opinión de Aaron López, el sistema podría estar disponible el próximo año, aunque aún falta concretar algunos detalles para que pueda ser utilizado en diferentes partes de la capital del país.

“Estamos cerrando cosas como rentabilidad y elección de materiales. También estamos enfocados en procesos industriales que nos permitan precios bajos y así lo podemos acercar a la mayor población posible, para que el precio no sea un impedimento y podamos fomentar un hábito sin importar las condiciones económicas”, concluye.

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