La PGR busca a Rafael Aranda Ramos como probable responsable de la falsificación del estudio ambiental que presentó la empresa Sukarne a la Semarnat.
El objetivo de la empresa ganadera fue conseguir los permisos de su polémico proyecto agropecuario en la zona citrícola de Nuevo León.
Aranda Ramos aparece como responsable técnico del dictamen que la compañía productora de carnícos anexó a la Manifestación de Impacto Ambiental, entregada en abril a las autoridades federales para obtener el cambio de uso de suelo en un predio ubicado en el municipio de Montemorelos.
Con en este documento Sukarne intentó acreditar que el suelo de El Rancho San Fernando, localizado en el ejido Estación Huertas, estaba completamente recuperado de un incendio que sufrió en abril de 2011.
La PGR comenzó por esta denuncia contra la falsedad la averiguación previa AP/PGR/NL/ESC-vi/1371/D/2012 abierta en mayo, y desde entonces el Ministerio Público federal ha tratado localizar a Aranda Ramos para que comparezca.
Este ingeniero es el representante legal de la empresa Sistemas de Innovación y Desarrollo Ambiental, firma que elaboró el estudio técnico para Sukarne.
La dirección que Aranda Ramos pone en su estudio se ubica en la colonia Churubusco, en el municipio de Monterrey.
La elaboración de este dictamen era determinante en el proceso que comenzó Sukarne para conseguir los permisos ambientales para su rancho ganadero en Montemorelos.
La Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente establece que no se podrá otorgar autorización de cambio de uso de suelo en un terreno incendiado sin que hayan pasado 20 años, a menos que se acredite fehacientemente a la Secretaría que el ecosistema se ha regenerado totalmente.
En entrevista con Reporte Indigo, el investigador Fernando N. González Saldívar aceptó que las conclusiones de su estudio sobre el terreno del rancho San Fernando fueron alteradas.
El profesor de la Facultad de Ciencias Forestales de la UANL aseguró que en su estudio se reportaba que el suelo de este predio estaba en proceso de remediación y aún no se había recuperado, como establecía el informe que presentó Sukarne a la Semarnat para conseguir los permisos ambientales.
“Está modificado completamente. Alguien lo modificó diciendo que ya estaba recuperada el área, pero no está recuperada”, aclaró González Saldívar.
La Universidad de Nuevo León también desconoció por escrito, a través de su abogado general, la autenticidad de este estudio y denunció que las conclusiones del dictamen habían sido alteradas.
El martes Reporte Indigo publicó que la empresa Sukarne reactivó el polémico proyecto de construir un megarancho de engorda de ganado bovino en el municipio de Montemorelos, muy cerca del Río Pilón.
El pasado 1 de noviembre la empresa ganadera solicitó a la Semarnat –por cuarta ocasión en el último año– los permisos de cambio de uso de suelo que requiere este proyecto que está bajo la lupa por el impacto ambiental que provocará en la zona citrícola de Nuevo León.
Pero resultó que el estudio que entregó es falso.
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