http://youtu.be/Ua0JnWmWICU
La lucha de Antonio Rendón y su pequeña empresa Intel Bureau contra Intel Corporation no es la primera que enfrenta el gigante de la computación.
La compañía norteamericana ha llevado litigios a nivel nacional e internacional contra marcas que llevan en sus nombres la partícula “Intel”, acrónimo de la palabra “inteligencia”.
En México, Intel ha ganado demandas contra cinco empresas nacionales que no están relacionadas con la fabricación de microprocesadores.
Sin embargo, la compañía líder también ha sufrido serios descalabros.
En julio del 2012, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) falló a favor de dos pequeñas firmas mexicanas que se enfrentaron al gigante corporativo Intel para defender sus nombres de dominio en Internet.
El Centro de Mediación y Arbitraje de la OMPI, con sede en Ginebra, Suiza, dictaminó que las compañías Intelcompras e Intelsitio México tenían derecho a retener y usar sus dominios en la red: Intelcompras.com e Intelsitio.com, que incluyen la palabra Intel.
Sin embargo, el golpe más doloroso –o al menos el más costoso- fue en mayo del 2009, cuando la Comisión Europea le impuso una multa por mil 060 millones de euros por por abusar de su posición dominante con el objetivo de tratar de expulsar a sus rivales.
En esa ocasión, la batalla que le costó la mayor multa en la historia de la Unión Europea fue contra Advanced Micro Devices (AMD).
“Intel perjudicó a millones de consumidores europeos al actuar deliberadamente durante muchos años para excluir a sus competidores”, afirmó en ese entonces la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, según reportó The Financial Times.
Esto es lo que en términos empresariales se conoce como trademark bullying o el acoso que utilizan las grandes empresas para realizar “una limpia” del mercado y eliminar otras marcas que se relacionen con su nombre, aunque nada tengan que ver con su actividad.
La premisa del trademark bullying es hacer que otras marcas pierdan su registro para evitar así una confusión con el nombre de las grandes empresas.
“Lo que es más, las empresas utilizan sus extensas arcas para forzar a las pequeñas empresas a renunciar a los nombres –y los derechos- o enfrentar años de litigios y gastos por millones de dólares en honorarios legales”, señala en su sitio la organización Trademarkbullying.org.
Cada año, decenas de empresas mexicanas enfrentan litigios para defender su marca del ataque de otra, por lo regular más grande, que reclama los derechos sobre su nombre o parte de este.
El acoso comienza con una táctica de “cese y desista”: mediante una carta, se pide a la pequeña empresa que cese de usar el nombre y desista de continuar con el uso de su marca.
Si la pequeña empresa se niega, la gran marca comienza entonces un procedimiento administrativo para intentar que se declare la nulidad de la otra marca.
Inicia entonces el calvario para las pequeñas y medianas empresas que deben contratar despachos de abogados para defender su registro, que ya había sido otorgado por las autoridades.
“Es limpiar ciertos mercados. Hay empresas que quieren tener la hegemonía de ciertas clases de productos o de servicios y no toleran que existan marcas iguales en grado de confusión”, comentó Sergio de Alva.
El abogado especialista en temas de propiedad intelectual asegura que enfrentar estos litigios es una contingencia para las empresas, porque tienen que hacer gastos que no tenían contemplados.
“Se obstruye así el desarrollo de las pequeñas empresas, pero no depende del IMPI, depende de los titulares de estas marcas que destinan cierto presupuesto a limpiar mercados y, de alguna manera, hacerle la vida imposible a otras empresas que no están en las mismas condiciones económicas de litigio”, comentó.
Ayer, Reporte Indigo publicó la batalla legal que enfrenta InterBoureau – empresa dedicada a realizar estudios e investigaciones de coyuntura- en contra de Inter Corporation por el uso del término “Intel”.
La transnacional le pide a la compañía de Rendón cancelar de forma voluntaria su registro, cesar el uso de su dominio en Internet y modificar el diseño y toda la documentación relacionada con ese nombre bajo el argumento de que el uso de esa marca puede confundir a los consumidores con Intel Corporation.
Los triunfos de Intel
Intel Corporation ganó el caso contra Serintel y Diseño, una empresa dedicada a las telecomunicaciones, la cual perdió su registro.
El gigante de la computación también se impuso ante Intelloffice y Diseño, compañía dedicada a la instalación de aulas inteligentes, redes, computadoras, butacas, muebles de oficina y butacas para estadios, a quien incluso se le multó por utilizar dicho nombre.
Ganó también contra Intelseg y Diseño, dedicados a la colocación de sistemas para seguridad, y cuyo registro se declaró nulo.
Otra empresa que perdió ante la transnacional es Interlink y Diseño, a quien también le fue notificada la nulidad de su marca.
Intelfiscc Inteligencia Fiscal y Contable y Diseño, dedicados a la contabilidad, también sucumbió ante el gigante y se le fue retirada la marca.
La labor del IMPI
Cuando una empresa se inconforma con otra por lo que considera el uso de su marca, inicia un procedimiento de su ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Este es el organismo encargado de dar los registros de marca a las compañías legalmente constituidas en México.
Sin embargo, ese mismo Instituto otorga registros de “marcas reconocidas” a empresas destacadas en su ámbito, lo que abre la puerta para que éstas comiencen litigios contra otras más pequeñas, en espera de que se declare la nulidad de sus marcas.
Los poderosos
Algunas de las que más procedimientos inician a nivel mundial contra empresas más pequeñas.
> McDonalds
> Kellog´s
> Apple
> Facebook
Sigue leyendo…
> IMPI: No hay conflicto de interés Por Imelda García