La medida anunciada por la Secretaría de Economía de eliminar el arancel para la libre importación de huevo, emergente pero tardía, solo favoreció a los especuladores.
Y es que la respuesta debió darse hace 70 días cuando se detectó el brote de gripe aviar en la zona donde se concentra el 15 por ciento de la producción de huevo.
Era de elemental deducción económica que, ante la muerte accidental de 11 millones de aves, sería imposible cubrir la demanda de huevo que hoy arrastra un déficit del 20 por ciento.
Bruno Ferrari “operó como vochito”; no sabe que una gallina ponedora tarda 16 semanas en empollar un huevo”, confiesa a Reporte Indigo el economista y catedrático del TEC Raymundo Tenorio Aguilar.
Sus asesores y economistas no le dijeron que la oferta disminuiría y que solo las importaciones sustituirían la demanda.
La tardanza en la toma de decisiones, advierte, solo favoreció a los especuladores, que tienen que enfrentar el incremento en los costos de producción vía soya y maíz.
En su opinion, el déficit se va a contrarrestar pero no saldrá sino hasta dentro de 14 semanas cuando vuelva a abastecerse el mercado.
Sin embargo, anticipa que el precio de este producto ya no regresa a 18 pesos por kilogramo, cuando mucho se puede estabilizarse en 25 pesos.
Y era de esperarse, la coyuntura tomó por sorpresa a los productotres que tienen que absorber el incremento en el precio de importación de alimento balanceado (maíz), comida base de las galinas.
Se trata de un problema mundial, dice, aunque un productor de gallinas ponedoras puede enfrentar más costos directos a la alza.
Lo que no se puede es bajar de golpe los precios, éstos disminuirán de manera paulatina hasta quedarse en 25 pesos por kilo, reitera el investigador.
Es un hecho que los especuladores, en cuanto se dio el brote de fiebre aviar, tenían inventario para tres semanas para abastecer, de alguna manera, la demanda.
Pero ante la tardanza de las autoridades para tomar decisiones, sobrevino el repunte de precios que llegó a elevar el precio de los blanquillos hasta 100 por ciento.
Confía en que las autoridades no tengan omisiones y se acuerden de aplicar nuevamente el arancel correspondiente a la importación de huevo para noviembre próximo.
“Así como tuvieron omisiones para aplicar la importación de inmediato, también las pueden tener para regresar el arancel al huevo en noviembre próximo”.
No hacerlo, advierte, podría afectar a toda la industria e incluso enfrentar una situación similar a la que se registró en la rama juguetera o del acero.
Estas ramas industriales enfrentan la entrada masiva de productos con tasa de cero arancel, acabando casi por completo con los productores nacionales que terminan en distribuidores de los importadores.
Ojalá y esto deje enseñanzas para la Secretaría de Economía y Agricultura que teniendo expertos en análisis de mercado y producción, “vean más por los intereses de la sociedad y no por su sueldo quincenal”.
“Como economista me da verguenza que teniendo tantos expertos en esas dos Secretarías, no hayan sabido tomar decisiones a tiempo de elemental microeconomía que se enseña en el segundo semester de la carrera.
“El señor Ferrari no se va por la puerta grande, tendrá que salir por donde salen los vochitos, con la verguenza”.
Ni pollo ni huevo
Y es que una gripe vino a desvelar la situación real de la industria avícola en México.
Aunque somos el quinto productor mundial de pollo y huevo con 2.55 millones de toneladas al año, con un valor de 38 millones de dólares, el país no ha podido detonar un esquema de exportación viable.
Pero eso no es todo, a pesar de ser el principal consumidor de pollo a nivel global, tiene que comprar este alimento en Estados Unidos porque es deficitario.
Solo Jalisco produce el 50 por ciento de lo que se demanda a nivel nacional y cuenta con 90 millones de aves.
El incremento de más de 100 por ciento en el precio del huevo obedeció al sacrificio de casi 11 millones de aves provocado por el brote de influenza aviar H7N3 en Tepatitlán y Acatic, Jalisco.
El incremento en el huevo y otros productos agropecuarios provocaron que se rebasara el objetivo de inflación estimado por Banco de México.
Incluso, el propio instituto central ha tenido que modificar sus expectativas inflacionarias.
El sector avícola representa el 0.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, el 23 del agropecuario y más del 40 por ciento del pecuario.