Más allá de la confrontación con el Gobierno de López Obrador, el reposicionamiento socialdemócrata del PRI y del PRD significa un rompimiento con el pasado reciente de ambas instituciones, las cuales estuvieron marcadas por el neoliberalismo y la tecnocracia, en el caso del tricolor, y por la izquierda radical y el populismo, en el del Sol Azteca.
El giro al centro del PRD vino acompañado de una denuncia al “viejo nacionalismo revolucionario” con la advertencia de que se opondrán a “cualquier modelo de gobierno dictatorial, despótico y autoritario”, anunciando además su salida del Foro de Sao Paulo, el cual conforma la alianza de partidos latinoamericanos de “izquierda revolucionaria”.
Esto sucede pese a que en la fundación del PRD el nacionalismo revolucionario fue la ideología central promovida por Cuauhtémoc Cárdenas y la Corriente Democrática. Además de que acrecienta su enfrentamiento con López Obrador, quien encabezó las dos votaciones más amplias en la historia del partido -2006 y 2012- con más de 11 millones de sufragios en ambas.
Verónica Juárez, coordinadora nacional de Nueva Izquierda, dice a Reporte Índigo que “todos los institutos políticos van cumpliendo ciertas etapas. El PRD ha cumplido con una, que ha sido histórica”, refiriéndose a las conquistas logradas durante sus años de pugnar por elecciones libres, instituciones democráticas y la defensa del Estado de Derecho.
Sin embargo, contrasta afirmando que “afuera, en nuestra sociedad, existen miles de ciudadanos que coinciden con nuestras ideas y reclaman una opción democrática, liberal y progresista. Una opción que deje los resabios nacionalistas revolucionarios y abrace la modernidad política”.
Por su parte, el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, aseguró que “le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”. Esto al celebrar que su partido dejó su histórica “tercera posición”para asumirse una fuerza de centro izquierda de corte socialdemócrata, feminista, ambientalista y progresista.
El comentario de Moreira resuena debido a que los últimos cuatro presidentes emanados del PRI -Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto- surgieron de la oleada tecnocrática que dominó el partido desde finales de los 70. Durante esta época, el tricolor entregó dos veces la Presidencia de la República a la oposición.
José Encarnación Alfaro, exsecretario de Organización del PRI, discrepa con Moreira al recordar en entrevista con Reporte Índigo que en 1993 -a finales del sexenio de Salinasse adoptó el liberalismo social como ideología. Sustituyendo, precisamente, al nacionalismo revolucionario. Sin embargo, en 1996, volvieron a su ideología fundacional.
“Durante la dirigencia de Beatriz Paredes en 2007, menciona, se trató de posicionar al partido como de “izquierda democrática”, pero fue rechazado para evitar confusiones, “y es en 2008 cuando el PRI asume el alineamiento ideológico a la socialdemocracia. Hasta ahí llega la historia del nacionalismo revolucionario”
