Al ser el instituto que encabeza el bloque opositor tras los resultados del pasado 6 de junio, la elección interna de Acción Nacional (PAN) tendrá repercusiones en la estrategia que se ha venido implementando para hacer frente al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Particularmente en lo que respecta a la alianza con el PRI y el PRD en la LXV Legislatura de cara a los procesos electorales locales de los próximos dos años y, eventualmente, a la contienda presidencial de 2024.
Durante su dirigencia, Marko Cortés se volvió uno de los impulsores del bloque opositor propuesto por la organización Sí Por México, dando origen a la alianza tripartita con el tricolor y el Sol Azteca.
Esto teniendo como antecedente directo la presidencia de Ricardo Anaya, la cual también concretó una coalición con el PRD y Movimiento Ciudadano para los comicios de 2018, en los que él mismo fue postulado como candidato de unidad a la Presidencia de la República.
Francisco Domínguez ha sido una de las figuras más críticas a la estrategia implementada por la dirigencia de Cortés.
Tras las elecciones del 6 de junio, el aún gobernador de Querétaro calificó el proceso como “un desastre” para el PAN. Esto si bien el partido se mantuvo como la primera fuerza política en su estado, reteniendo la gubernatura y la mayoría en el Congreso y los ayuntamientos, siendo que rechazó contender en alianza con el PRI y el PRD a nivel local.
Adriana Dávila alertó que la ruta que sigue el PAN solo servirá para “hacernos más chiquitos”, por lo que no serán considerados una alternativa para 2024. Mientras que Gerardo Priego criticó la alianza con el PRI apenas se confirmó, en diciembre de 2020, lanzando un video en el que afirma que Acción Nacional nació como partido para oponerse al tricolor y a “su larga carrera delictiva”. Agregando que este es un aliado de Morena en el bloque que se ha denominado PRIMOR.
Sobre esto, el estratega político José Manuel Urquijo, comenta a Reporte Índigo que la militancia panista tomará a consideración la posición que asuman los aspirantes hacia esta estrategia de alianzas con quienes fueron sus adversarios durante décadas. Señalando que, particularmente el haber unido fuerzas con “el acérrimo enemigo” tricolor, le restó credibilidad a Acción Nacional entre algunos sectores de la población.
Por su parte, el diputado federal Ernesto Ruffo, critica que tanto PAN como PRI y PRD hayan antepuesto los intereses de grupos de poder al beneficio de la mayoría de los ciudadanos. Razón por la que impulsa mecanismos de selección de candidatos desde los distritos electorales federales. Sin importar si estos militan en algún partido político y, por el contrario, obligando a estos institutos a postular a gente con aprobación de la ciudadanía.
“Ahora la confianza del público a los partidos políticos es muy magra. No hay, realmente, algo que pudiera entusiasmar y despertar la confianza de la ciudadanía. Está el mesianismo de López Obrador hacia los pobres, que mientras les esté repartiendo, ahí los va a tener, por su necesidad. El interés público nacional siempre ha estado muy ninguneado, pero ahora está en uno de sus más graves momentos. Urge algo en lo que podamos creer.”